100 mil indigenas chiquitanos de Santa cruz: “La prioridad es consolidar gobiernos indigenas autonomos”

15.Abr.09    Análisis y Noticias

Rodolfo López, cacique general de la OICH:
“La prioridad es consolidar gobiernos indígenas autónomos”

A partir de ahora, la bandera histórica del pueblo indígena chiquitano será la conquista de la autonomía territorial en las provincias Ñuflo de Chávez, Velasco, Sandoval, Germán Busch y Chiquitos del departamento de Santa Cruz, afirma el cacique Rodolfo López entrevistado por la unidad de comunicación del CEJIS.

Representantes de las 12 centrales de la Organización Indígena Chiquitana (OICH) se reunieron en Santa Cruz para definir la fecha de la Asamblea Autonómica de este pueblo en la que analizarán los lineamientos de la nueva Constitución para el establecimiento de territorios indígenas autónomos. El pueblo chiquitano está integrado por 100 mil personas.

La prefectura cruceña, varios subprefectos, municipios y comités cívicos ven en la OICH, creada en 1995, una amenaza a la visión monocultural en el departamento de Santa Cruz, reacios a reconocer que Bolivia es un Estado Plurinacional.

La OICH se mantiene independiente de gobernantes y políticos, pero el contexto de extrema polarización que presenta el oriente hace que los grupos radicales acusen de “masista” (pro gobierno de Evo Morales) a la organización indígena. Por este motivo, son permanentemente perseguidos y amenazados en sus comunidades.

La OICH no cuenta con el apoyo ni la protección del partido gobernante, menos del gobierno. Por eso se halla en inferioridad de condiciones para enfrentar la violencia de grupos que buscan neutralizar todo pensamiento disidente.

El martes y miércoles pasados, las 12 centrales indígenas que conforman la OICH se reunieron en la casa grande de la Confederación de los Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB), en la Villa Primero de Mayo, para debatir los pasos a seguir frente a las elecciones generales de diciembre de 2009 y las elecciones departamentales de abril de 2010.

Rodolfo López, cacique general de la OICH, sostuvo que la OICH presentará candidatos para que se desempeñen en el Estado Plurinacional, cuya implementación fue aprobada por el 61 por ciento del electorado el 25 de enero pasado cuando se refrendó la nueva Constitución.

P. ¿Cómo se prepara la OICH para la implementación de la autonomía en sus territorios?

R. Nuestra posición es construir una propuesta de ley marco de autonomías y descentralización. Varios convenios internacionales como la declaración de las Naciones Unidas a favor de los pueblos indígenas nos muestran los resultados de los esfuerzos de los pueblos indígenas en exigir sus derechos legítimos. Por eso la OICH emprende el gran desafío de convocar a la Gran Asamblea Autonómica Indígena, con la presencia de nuestros caciques de las 12 centrales afiliadas a la OICH, para consolidar nuestro gobierno autónomo con estructura propia, que ya lo tenemos, en el marco de las estructuras de las comunidades, que son nuestras bases. No descartamos recoger propuestas de otros documentos, por eso estamos viendo y revisando los estatutos departamentales. Necesitamos informarnos para ampliar el debate y dar propuestas tanto a los sectores urbanos como a nuestras autoridades departamentales y nacionales.
Los primeros territorios indígenas declarados autónomos son Lomerío y Monte Verde. La prioridad es garantizar y continuar esta autonomía bajo las leyes que nos rigen y bajo las garantías constitucionales.

P. ¿Participarán en las reuniones del Consejo Autonómico Nacional?

R. Esa es la idea, no queremos ser aislados. Muchas veces nosotros trabajamos propuestas, pero el Gobierno toma otras decisiones. Por eso ya hemos consolidado una mesa técnica indígena para poder trabajar diversas leyes: primero, la ley electoral transitoria, sobre la que tenemos propuestas como pueblo indígena. El otro tema es la ley marco de autonomías y descentralización. Para eso estamos hablando de estatutos, reglamentos, un sin fín de acciones. Queremos concentrar propuestas y decir al Gobierno: “Este es el trabajo que nosotros queremos”. Pero no vamos a descuidar la información y la socialización a nuestras comunidades.

Pensamos consolidar una oficina del pueblo Chiquitano en La Paz para tener nexos que ayuden a consolidar nuestra propuesta.

P. ¿Apoyan el cerco de organizaciones sociales al Congreso, programado para el 7 de abril?

R. Respetamos nuestra estructura, pero aún no sabemos cómo lo está pensando nuestras direcciones departamental y nacional. Sin embargo, entendemos que si nuestra meta fue exigir al Estado boliviano la incorporación de nuestros derechos, y más aún, la participación de los pueblos indígenas en todo este tema público, creemos que sí hay que participar del cerco. Porque es una lucha reivindicativa de nosotros como pueblos indígenas. Para participar tenemos que consensuar con los pueblos indígenas. Si nuestras direcciones dicen que sí hay que cercar, ahí estaremos.

El cerco responderá a una plataforma de los pueblos indígenas y los movimientos sociales: exigir el cumplimiento de nuestros derechos, como hemos exigido la Asamblea Constituyente y una nueva Constitución. Ahora nuestra meta es unificar posicionamientos con todas las organizaciones para lograr que se cumplan los derechos de las poblaciones marginadas por siglos.

P. ¿Qué evaluación hacen del proyecto de ley electoral transitoria redactada por el gobierno? La CIDOB exigía 34 escaños para los pueblos indígenas, el gobierno finalmente concedería 14. Y aún resta esperar cuántos quedarán luego del debate congresal.

R. Como pueblo chiquitano vemos que este tema genera conflictos que no dejan de no preocuparnos. Pero será una de las experiencias más en las que diremos “sí, estamos de acuerdo”. No obstante, es un tema del que no debemos descuidarnos en el futuro, cuando se haga una ley electoral que ya no sea transitoria. Entonces deberemos tener contacto con otras organizaciones y sectores sociales para consensuar mejor. En el proyecto de ley del Gobierno, las organizaciones sociales participaron. Pero entre los sectores sociales no hemos tenido un acuerdo mutuo y eso nos dificultó exigir un número de escaños más elevado.

P. Según el proyecto de ley del MAS, el pueblo Chiquitano contaría con un representante ¿Qué propone la OICH en este aspecto?

R. Veíamos la alternativa de tener como mínimo tres representantes para un territorio mucho más amplio, pero no se ha podido dar. Vemos la necesidad de formar nuestros recursos humanos, que asuman correctamente la función pública y propicien la gobernabilidad mediante autonomías indígenas.

P. ¿Cuál es la situación en la Chiquitanía luego del intento de golpe de estado cívico-prefectural de septiembre de 2008?

R. Nos ha despertado mucho, en el sentido de que ha fortalecido el vínculo entre nuestras centrales. En marzo pasado tuvimos una reunión para hacer un análisis interno de nuestra organización para encarar los grandes desafíos que se vienen. Nos alegró mucho que -pese a las debilidades orgánicas que reconocemos- logramos llevar adelante una propuesta como pueblo Chiquitano que construiremos con nuestros presidentes o caciques de las centrales. Hay recomendaciones importantes, por ejemplo que nos reunamos nuevamente cuando se apruebe esta ley electoral para diseñar estrategias futuras. La comunicación será fundamental para que los representantes de la centrales bajen a las comunidades con ideas claras. Reconocemos que nos falta informar sobre la ley electoral a nuestras comunidades. Esa es la paradoja: queremos participar en el cerco, pero nuestros soldados no están informados. Es una de las grandes preocupaciones orgánicas. A partir de ahora nuestra bandera histórica será la conquista de la autonomía y nuestra territorialidad. Si bien avanzamos con los saneamientos y en la titulación de nuestros territorios, todavía nos quedan grandes pasos por dar. El punto clave es el de las autonomías indígenas. Desde ahí vamos a exigir al Estado el cumplimiento en base a la Constitución y las normas vigentes para que continúen los procesos de saneamiento de tierras.