Wallmapu: Carta abierta a la Corte Suprema por el conflicto Ralco

04.Jul.03    Análisis y Noticias

¡La Justicia para el Pueblo Pehuenche TODAVIA es
Posible!

¡Detengamos y deconstruyamos definitivamente la
Ecocida-Etnocida represa Ralco!

Coordinadora de Fuerzas por el Bío Bío
Red de Acción Bío Bío Libre
Grupo Cultural TUN
Brigada Nicolasita-Inti Simón

Carta abierta a la Corte Suprema de Justicia

Ante el inminente traslado del conflicto Ralco a
la Corte Suprema de la República de Chile,
iniciamos esta campaña para lo cual solicitamos
suscribas con tu firma la carta que se adjunta. El
objetivo central de esta carta es pedir a los jueces
que integran esta corte, no dejen de sentir que
todavía es posible y urgente la justicia para el
Pueblo Pehuenche; y que la comunidad nacional
recibiría con júbilo la noticia de que serán
respetados los ecosistemas del Alto Bío Bío y la identidad
del Pueblo Pehuenche, para lo cual es necesario
detener y deconstruir definitivamente la represa
Ralco.

La campaña puede ser suscrita por ciudadanos y
organizaciones de todo el mundo, incluidos los
niños y las niñas que tengan conciencia de la
situación de injusticia que se vive hoy en Ralco.

Si eres chileno te pedimos:

1) Nombres y apellidos; 2) Carnet de Identidad,
3) Ciudad (y País si reside afuera).

Si no eres chileno te pedimos:

1) Nombre; 2) País o Región.

Si perteneces a una organización te pedimos:

1) Nombre de la organización; 2) País o Región ;
3) Cantidad de personas que la integran.

Necesitamos que las firmas sean completamente
fidedignas. Nosotros nos comprometemos a utilizar
única y exclusivamente estas firmas para el fin
solicitado.

Generaron esta campaña:

Coordinadora de Fuerzas por el Bío Bío.
Red de Acción Bío Bío Libre.
Grupo Cultural TUN
Brigada Nicolasita-Inti Simón

Una vez que el listado adjunto llegue a las 100
personas, rogamos lo devuelvas por mail a:
Claudio Escobar Cáceres; e-mail:
newencec@hotmail.com

Quienes recolecten las firmas por medios no
electrónicos, rogamos devolver estas firmas a: Claudio
Escobar Cáceres, Casilla 204, Correo 17,
Santiago, Chile. Attachamos listado y carta a la Corte
Suprema en hoja tamaño oficio.

Una primera fecha de fin de campaña es Julio
2003.

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Si no estás plenamente de acuerdo con la carta
adjunta, rogamos generar tu propia carta para
enviarla, en términos estrictamente respetuosos a:

Señor Presidente de la Excelentísima Corte
Suprema de Chile
Don Mario Enrique Astrob Garrido Montt
(Con copia a los) Señores Ministros de la Corte
Suprema
Bandera 344, Santiago, Chile
Fono: 8735000; Fax : 8735221
E-Mail: webmaster@poderjudicial.cl

Nota: La carta de la campaña recoge la
palabra-poética de diversos actores involucrados en
defender la Vida de los Ecosistemas del Alto Bío Bío y
del Pueblo Pehuenche.

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CARTA ABIERTA a la CORTE SUPREMA
Respetados Jueces de la República de Chile
Excelentísima Corte Suprema,

Después de más de media década de levantar
nuestra voz y nuestra voluntad intransigente frente a
las injusticias cometidas en contra del Pueblo
Pehuenche y los ecosistemas del Alto Bío Bío, hemos
recibido con alegría la resolución del 15 de
Mayo, entregada por el Sexto Juzgado Civil de
Santiago, en donde se declararon nulos los
procedimientos que aprobaron el estudio de impacto ambiental
del proyecto Ralco.

Quienes suscribimos esta carta, nos asiste la
esperanza de que el tiempo para hacer justicia al
Pueblo Pehuenche está llegando.

“La construcción de la represa Ralco implica un
antes y un después que rompe totalmente y, con
baja posibilidad de retorno, los ecosistemas del
Alto Bío Bío y con ello se propicia la ruptura del
ethos que sustenta la ancestral existencia
Pehuenche. La represa significaría una erradicación
forzada, que provocaría un cambio en el sistema de
vida, la economía de subsistencia, las tradiciones
y cosmovisión del Pueblo Pehuenche. El
reasentamiento no permitiría opción alguna de continuidad
identitaria y cultural, pues la asociación
tierra-hombre (ecosistema-hombre) es el lazo que permite
la existencia del Pueblo del Pehuén. Cualquier
medida de compensación económica sería insuficiente
ante la perdida de una cultura originaria; los
daños son inmitigables cuando está en juego parte
del patrimonio de la humanidad”.

Ralco sería una derrota para la democracia porque
permitir la violación sistemática e impune de
una ley creada por la propia democracia, no sólo
pone al estado fuera de los márgenes de la
legalidad, sino que articula al aparato gubernamental en
la vulneración de su propia palabra y de paso,
con la práctica de este exilio interno, se comete
la violación mayor y más evidente de los Derechos
Humanos en democracia y el ilícito de corrupción
más paradigmático. El lugar común que llama desde
todas las tribunas a “saldar la deuda histórica
que el estado y la comunidad nacional tienen para
con los Pueblos Originarios” no pasaría a ser más
que un eufemismo.

La situación del Pueblo Pehuenche respecto de
Ralco, ad portas del siglo XXI, ha llevado a una
crisis insospechada entre Estado y pueblos
originarios, pues aún habiendo sido recuperada la
democracia, hasta ahora no son ciertas las garantías de
respeto de los derechos humanos individuales y
colectivos de los indígenas. Quizás es el tiempo de
dar una segunda oportunidad, para que la brecha
que separa la visión occidental de la originaria,
acorte distancia.

Desde la perspectiva de la comunidad nacional, de
concretarse definitivamente la represa (que
malamente hoy lleva un 85 % construida), sufre un
quiebre definitivo el paradigma del “poder de la
civilidad”, porque ninguna de las voces disidentes,
desde la palabra lírica hasta la palabra técnica,
han sido oídas.

La muralla modernizadora de la represa no es sino
la culebra Kai kai Vilu modernizadora del olvido,
aquella que uniforma, que impone el desarrollo a
fuerza, que establece una distinción que ejecuta
el silencio de una cultura, que siembra las
semillas amargas del exterminio, que impone un lago
que en su cuna no alberga vida ……

Un amplio porcentaje de país sabe que Ralco ha
sido construido de espaldas a lo racional y de
espaldas a la justicia. Un amplio porcentaje de país
siente que la causa Pehuenche es justa. Un amplio
porcentaje de país quisiera que la imagen de
iniquidad en Ralco, desapareciera con el viento
fresco y cálido de la justicia.

Detener la construcción de Ralco nos enriquece en
todos los ámbitos en los que nos empobrece su
construcción. Estamos seguros que anunciar que
Ralco no se construye provocaría una urgente y
necesaria sanación de la comunidad nacional.
Necesitamos estas sanaciones.

Señores jueces, sientan Uds. que pedimos
urgentemente gestos de amor, de consecuencia, de
honestidad y de cordura, de parte de los que desempeñan
representaciones públicas.

Sin otro particular que hacer justicia en Ralco,

< FIRMAS >

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