San Cristobal de las Casas, Chis., 3 de julio. Los municipios autónomos zapatistas no permitirán la instalación de casillas electorales en sus comunidades este domingo, según pudo confirmar La Jornada luego de recorrer en días recientes diversas regiones de la denominada zona de conflicto.
Sin emitir ninguna declaración formal, autoridades y voceros de varios municipios rebeldes en los Altos y la selva Lacandona coincidieron en que, como en ocasiones anteriores, el 6 de julio las bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se opondrán a la realización del proceso electoral en sus comunidades.
Como se recordará, después del levantamiento de 1994 las comunidades zapatistas han rechazado los comicios, tanto estatales como federales.
“De eso orita no hay”, dijo muy telegráficamente un vocero del municipio Ernesto Che Guevara. De manera similar, en Oventic un indígena comentó: “No, si de por sí esas elecciones no las hacemos aquí.”
Con sistemática parquedad, en muchas otras comunidades los indígenas expresaron la misma negativa, sin ofrecer más detalles.
Por otra parte, como informó hoy La Jornada, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (CDHFBLC) estima que miles de indígenas desplazados no podrán votar, principalmente en Chenalhó (San Pedro Polhó) y la zona norte, donde existen, “de acuerdo con cifras oficiales, 10 mil 437 desplazados”.
Puesto que la gran mayoría de los indígenas desplazados en Chiapas son bases de apoyo zapatistas, puede decirse que de todos modos no iban a votar.
Pedro Faro, del CDHFBLC, declaró ayer a la prensa que mientras la condición de desplazamiento siga siendo sistemática, sin solución ni justicia, “los demás aspectos de la vida política de los desplazados están suspendidos”, refiriéndose sin duda a la vida política institucional, pues dentro de su propio ámbito la vida política de estos indígenas es bastante activa, en la medida en que permanecen en resistencia dentro de los municipios autónomos.
El representante del CDHFBLC señaló que “el gobierno no ha cumplido ni propuesto nada, a pesar de que (el gobernador) Pablo Salazar Mendiguchía prometió indemnización, reparación de daños y justicia para los expulsados”.
Militarización prelectoral
A pocos días de las elecciones federales siguen operando los nuevos puestos de revisión en carreteras y caminos de la región. Algunos están a cargo de la Agencia Federal de Investigación, y también participa personal militar y de las policías Federal Preventiva y Sectorial. El retén que se instala en las inmediaciones de El Durazno, entre Comitán y Amatenango del Valle, ahora incluye perros entrenados. Los interrogatorios que se practican a todos los transeúntes, allí y en el tramo Ocosingo-Temhó, son intensos y detallados.
Otros dos nuevos puestos de control han sido reportados en las comunidades San Antonio el Brillante y Tacitas, en los municipios autónomos San Juan de la Libertad (El Bosque) y San Manuel (Ocosingo), respectivamente.
Desde hace varios días, el Instituto Federal Electoral señaló como “focos” de posible tensión durante los comicios los Altos, las cañadas de Ocosingo y la zona norte. Coincidentemente, en distintos puntos de estas regiones se han intensificado los movimientos del Ejército y las policías estatales (en particular Chenalhó, el norte de la selva, la región fronteriza y los alrededores de la zona norte). Fuentes periodísticas locales hablan de hasta 40 nuevos retenes en todo el estado, establecidos durante junio.
Desde 1994 no ha existido información oficial respecto del total de la tropa desplegada en Chiapas, si bien en algunas ocasiones los mandos han ofrecido cifras, las cuales nunca rebasan los 20 mil efectivos. Diversos investigadores y organizaciones civiles han calculado la presencia de entre 30 mil y 50 mil soldados; algunos observadores han sugerido que podrían ser más.