La resistencia heroica del pueblo naso
Mientras que Panamá se encontraba inmersa en las elecciones, que eligió como nuevo mandatario al empresario Ricardo Martinelli, en lo más profundo del país se está dando una batalla por la sobrevivencia de un pueblo indígena. Los poblados indígenas naso-teribe de San San y San San Druy – en Bocas del Toro - fueron destruidos el 30 de marzo del presente por maquinaria de la empresa Ganadera Bocas, S.A. que en compañía de agentes de la Policía Nacional nivelaron la escuela, la iglesia y el centro de la Cultura Naso, así como 30 viviendas tradicionales.
Después de las elecciones, la población en las comunidades indígenas naso vivieron nuevamente momentos tensos cuando personal de la empresa Ganadera Bocas amenazó a los pobladores con arma de fuego y la maquinaria de la empresa continuó su labor de destrucción en los alrededores de las comunidades.El capataz de la empresa ganadera, Roberto Audibeth, quien supervisa la labor de la maquinaria pesada de la Ganadera Bocas en el área, desenfundó su arma y profirió amenazas frente a varios de los pobladores de las comunidades indígenas, las cuales fueron destruidas en su totalidad a fines de marzo.Durante el fin de semana la maquinaria arrancó árboles a orillas del río San San y causó daños a un puente peatonal que da acceso a los pobladores del área. El lunes personal de la empresa bloqueó la carretera que conduce a más de 8 comunidades indígenas de la región al abrir una profunda zanja en la carretera.Luis Gamarra, representante de la comunidad naso en el grupo que acampa en Plaza Catedral en Ciudad de Panamá desde hace más de tres semanas, declaró que “la comunidad exige una respuesta inmediata de las autoridades ante las constantes amenazas con armas de fuego que hacen los administradores de la finca de Ganadera Bocas, así como la obstrucción de la servidumbre pública que conduce a varias comunidades”.
El comunicado que se transcribe fue preparado por los líderes del pueblo naso y repartido entre los periodistas que llegaron a las inmediaciones de la Plaza de Independencia en el Casco Viejo de la ciudad de Panamá. La declaración destaca la decisión inquebrantable de quienes están luchando por la defensa de una cultura que el gobierno panameño está dispuesto a exterminar. Las familias desalojadas se han resistido a abandonar sus tierras ancestrales y llevan 43 días durmiendo a la intemperie. Al mismo tiempo, una delegación de indígenas naso, incluyendo al rey naso, Valentín Santana, cumplen un mes de acampar en la Plaza de la Independencia, a pocos metros de la Presidencia.
Activistas panameños y del mundo se solidarizan con ellos, mientras el Gobierno Nacional sigue bloqueando toda solución justa que les devuelva la tranquilidad a las familias para volver a sus tierras y comenzar a reconstruir sus vidas.
Ejemplo de solidaridad fue el Festival y campamento “Todos somos Naso”, que se llevó a cabo el pasado fin de semana reuniendo por 48 horas en la Plaza a cientos de personas y una treintena de artistas que presentaron su música en medio de actos culturales. Las acciones de protesta y solidaridad se intensificarán en la medida en que el Gobierno ignore el sacrificio humano de los naso.
Panamá, 14 de mayo de 2009.
Publicado por Marco A. Gandasegui, hijo