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Poderosas razones para secundar la huelga
El papel que están desempeñando las entidades financieras en el contexto de la crisis económica roza lo obsceno, término que ayer utilizó acertadamente ELA en la presentación de un informe sobre el negocio bancario. Su secretario general, Txiki Muñoz, aseguró que aunque la central ha realizado anteriormente informes sobre temas tan comprometidos como la pobreza o la fiscalidad, las conclusiones hechas públicas ayer revelan que el comportamiento de cajas y bancos, caracterizado por una triple combinación de elevados ingresos extraordinarios por las aportaciones de los fondos públicos, beneficios estratosféricos en plena crisis y denegación casi sistemática de créditos a quienes los necesitan, «es el más obsceno de todos».
Las cifras no dejan resquicio para la duda. Si en marzo el tipo de interés en la eurozona era de un 8,1%, en el mercado español se aplicaba un 10,3%, un porcentaje casi siete veces superior al tipo de interés oficial. Es decir, menos créditos y en cada vez peores condiciones. Todo ello con la aquiescencia del poder político. El Estado español ha puesto 230.000 millones de euros en manos de la banca en una maniobra que sólo se puede interpretar como un premio a cambio de nada, puesto que no se ha exigido a las entidades financieras -y por supuesto, no lo han hecho- un cambio en sus políticas de beneficio e implicación en la reactivación de la economía.
Y precisamente la necesidad de abordar un profundo cambio en las políticas y prácticas económico-financieras que han provocado la crisis se configura como la única salida para revertir una situación que se agrava cada día, como ayer denunció LAB en Iruñea. Un cambio que, obviamente, no van a patrocinar quienes siguen ganando dinero sin importarles que un amplio sector social se asome a la pobreza, ni quienes desde el poder siguen defendiendo el capitalismo como el único modelo posible. Sólo la determinación de trabajadores y trabajadoras para transformar puede construir otro futuro. Y el jueves disponen de una herramienta muy valiosa: la huelga general.