Pronunciamiento Comunidad de Paz San José de Apartadó

09.Jun.09    Análisis y Noticias

El colapso ético de la “justicia” se proyecta a los medios de “información”

Un nuevo ataque contra nuestra COMUNIDAD DE PAZ, con miras a destruir nuestro patrimonio ético ante la opinión pública nacional e internacional mediante métodos de una perversión y bajeza inconcebibles, tuvo lugar el pasado 28 de mayo de 2009 a la s 6.10 a. m., cuando el ex Ministro del Interior y de Justicia del Presidente Uribe, FERNANDO LONDOÑO HOYOS, entrevistó en su programa radial “ La Hora de la Verdad ”, emitido por Radio Super , al ex comandante guerrillero alias “SAMIR”, de la compañía Otoniel Álvarez del Frente 5 de la s FARC, quien se había entregado al Ejército el pasado mes de noviembre de 2008. Dicha entrevista a todas luces respondía a un libreto negociado de antemano, con objetivos calcu la dos de difamación de personas y de nuestra Comunidad, saturado de falsedades, calumnias, manipu la ciones y comentarios pérfidos, donde rebosa el odio y se hace inocultable el ensañamiento contra un grupo de víctimas a quienes quiere desprestigiar con el objetivo confeso de desmotivar cualquier forma de solidaridad con el la s y de falsear su decidida lucha por la justicia y la verdad.

El país conoce de sobra el ta la nte y la trayectoria del ex Ministro LONDOÑO HOYOS, quien no se ha distinguido ciertamente por el respeto a principios éticos universales y elementales. En 1997 había adquirido de manera fraudulenta 145 millones de acciones de la empresa INVERCOLSA, haciéndose pasar por empleado de la misma empresa, sin serlo, y transfiriendo el dinero rápidamente a una empresa panameña, lo que le acarreó procesos judiciales y disciplinarios finalmente dirimidos por la Corte Constitucional en agosto de 2007, obligándolo a devolver el dinero, situación que antes había provocado una moción de censura por parte del Congreso, que lo obligó a renunciar al cargo de ministro el 6 de noviembre de 2006.

Tampoco ignora el país la s posiciones ideológicas del ex Ministro LONDOÑO HOYOS, caracterizadas por la defensa de modelos autoritarios de Estado y de sociedad; de exaltación del militarismo; de soluciones de fuerza al conflicto social; de defensa intransigente de los militares acusados de crímenes de lesa humanidad y de ataques virulentos contra fiscales, jueces y cortes que avocan el enjuiciamiento de los victimarios ligados al Estado y al Para Estado. En sus columnas periodísticas en los diarios El Tiempo y El Colombiano, ha defendido sin pudor alguno a sindicados de crímenes horrendos y atacado a los fiscales que han avocado esos hechos. Ha defendido a los firmantes del Pacto de Ralito (El Colombiano. 31.07.07, pg. 4 a); ha atacado al Fiscal General por acusar a militares en los casos de Jamundí, del ex director del DAS Jorge Noguera; de los ‘falsos positivos’; de la s masacres de San José de Apartadó, de Santo Domingo y de Cajamarca (El Colombiano, 27.02.07 ; 06.03.07 y 13.03.07, pgs. 4 a); ha atacado incluso al ex director del DAS Andrés Peñate por tomar posición contra su antecesor Jorge Noguera, ya que éste era hombre de confianza del Presidente Uribe (El Colombiano. 20.03.07, 4 a); ha defendido a la multinacional Chiquita Brands por su apoyo a los paramilitares de Urabá (El Tiempo, 29.03.07, pg.1-23); ha defendido la ‘Operación Fénix’ que violó la soberanía de Ecuador (El Tiempo, 20.11.08, pg. 1-21) y ha apoyado la cuestionada tesis del ex Ministro Juan Manuel Santos de la ‘legítima defensa’ en dicho ataque (El Tiempo, 12.03.09, pg. 1-21); ha tomado partido por versiones que favorecen a sindicados de grandes masacres, contra la s evidencias conocidas por todo el país: Jamundí; 19 comerciantes del Magdalena Medio, Wilson Borja, Chengue, Santo Domingo, Drummond, Pa la cio de Justicia, Mapiripán, La Llorona , los ‘falsos positivos’, Cajamarca etc. (El Tiempo, 28.02.08, pg. 1-21); se ha ido la nza en ristre contra el mismo Presidente Uribe por la destitución de 27 militares acusados de participar en ‘falsos positivos’ y contra el Tribunal de Cundinamarca por prohibir la nzar bombas donde haya pob la ción civil (El Tiempo, 12-02.09, pg. 1-21). Su defensa de los militares llega a niveles audaces, desvirtuando arbitraria e irracionalmente todas la s evidencias que los seña la n como autores o cómplices de los grandes crímenes de Estado. Demuestra que sólo le impresionan, aunque de manera muy abstracta, los hechos violentos de la s guerril la s, pero frente a los millones de víctimas de los agentes del Estado y del Para-Estado sólo muestra enervamiento y odio reconcentrado contra quienes los denuncian.

Sobre el telón de fondo de esas sus posiciones, conocidas por todo el país, se comprende su odio y virulencia contra nuestra COMUNIDAD DE PAZ, ya que nosotros hemos sido víctimas de la criminalidad de la s fuerzas armadas y de sus auxiliares paramilitares y hemos denunciado sin c la udicaciones esos crímenes ante todas la s instancias nacionales e internacionales, que es lo que más enerva y saca de sus cabales al ex Ministro LONDOÑO HOYOS y le hace explotar en la s más extremas manifestaciones de odio e intolerancia, recurriendo, como sabe hacerlo, a los más infames mecanismos de la mentira, la calumnia, la manipu la ción, la trampa, el montaje, el ardid y la tramoya.

Su entrevistado, alias “SAMIR”, quien, según el Ejército puede l la marse “DAFNIS DANIEL SIERRA MARTÍNEZ”, dice haber ingresado a la guerril la de la s FARC en 1985, motivado por el deseo de encontrar allí mujeres bonitas y por el p la cer que le producía el manejo de armas de fuego, sin que, al menos en la entrevista, revele ninguna motivación social o política. Fue conocido en el área de San José de Apartadó desde finales de los años 90 como comandante de la “ Compañía Otoniel Álvarez” , adscrita al Frente V de la s FARC, pues sus tropas se movían por la s estribaciones de la Serranía de Abibe, en zonas rurales cercanas a San José de Apartadó. Luego de la creación de nuestra Comunidad de Paz en marzo de 1997, su ‘ Compañía Otoniel Álvarez’ asesinó a más de 30 pob la dores de San José de Apartadó, hechos que nuestra Comunidad de Paz censuró enérgicamente y denunció públicamente como consta en nuestros comunicados históricos: el 4 de mayo de 1997 asesinó a Liliana Londoño; el 6 de octubre de 1997 asesinó a 3 de nuestros primeros líderes: Ramiro Correa, Fernando Aguirre y Luis Fernando Espinoza; el 18 de enero de 1998 asesinó a Giovanny Lora; el 24 de octubre de 1998 asesinó a Elkin Emilio Sepúlveda; en septiembre de 1999 asesinó a William González David con su niño de 8 años Juan Carlos Sierra; el 12 de enero de 2000 asesinó, en sitios y horas distintos, a Wilson Martínez y a Duvalier Torres; en febrero de 2000 asesinó a Jaime García; el 16 de julio de 2000 asesinó a Fredy Mazo; en septiembre de 2000 asesinó a Alberto Restrepo; en el mismo año 2000 asesinó, en fechas distintas a Álvaro Largo y a Antonio Borja; el 18 de agosto de 2001 asesinó a dos vendedores de refrescos en la vereda Caracolí; el 15 de diciembre de 2001 asesinó a Henry Tuberquia; el 21 de junio de 2002 asesinó a Aleyda Areiza; el 28 de julio de 2002 asesinó a Jorge Eliécer Atehortúa; en el mismo mes de julio de 2002 asesinó a Pedro Vargas; en octubre de 2002 asesinó a Inés Jiménez con dos niños pequeños en la vereda El Porvenir; en el mismo año 2002 desapareció a Gustavo Guzmán; el 17 de noviembre de 2004 asesinó a Amador Delgado; el 6 de diciembre de 2004 asesinó a 3 indígenas de la Comunidad Embera de Las P la yas, cerca de San José: Arturo Domicó, Misael Domicó y Horacio Bai la rín; el 13 de agosto de 2005 asesinó a Carlos López; el 15 de septiembre de 2005 asesinó a Ánge la Correa; en el año 2006 asesinó a Germán Sepúlveda. Nuestra Comunidad tuvo conocimiento también de que esa misma Compañía había asesinado a una hija de Doña Margarita Ciro; a un conductor de apellido Muñoz en la vereda El Guineo, a quien le hicieron un juicio sumario de pocos minutos, y a un señor a quien habían secuestrado y asesinaron luego de dejarlo en libertad. Todas la s veces que miembros de nuestra Comunidad de Paz se encontraron con él o con integrantes de su Compañía, les suplicaron que no derramaran más sangre en la zona, y que si tenían evidencias de que paramilitares estaban infiltrando nuestra Comunidad de Paz, como ellos decían, que presentaran pruebas y la Comunidad los excluiría de sus grupos, pues la Comunidad no admite a actores armados en su interior ni co la bora con ellos. No obstante, dicha Compañía continuó asesinando pob la dores de nuestro entorno hasta 2006.

Alias “SAMIR” se entregó a la Brigada XVII del Ejército, con sede en Carepa, Antioquia, en noviembre de 2008. Extrañamente y en contra de todo lo acostumbrado, ningún medio de comunicación informó sobre dicha entrega al menos durante los 5 primeros meses. Miembros de la Diócesis de Apartadó, integrantes de organizaciones internacionales y visitantes ocasionales que ingresaron durante ese tiempo a la s insta la ciones de la Brigada XVII , comprobaron su presencia en dicha guarnición militar. Nadie entiende por qué no se siguió el procedimiento normal previsto en el artículo 4 del Decreto 128 de 2003 donde se fijan los pasos a seguir en caso de una desmovilización individual y se establece que “ Una vez recibido el desmovilizado por parte del Ministerio de Defensa Nacional, deberá dar aviso de tal circunstancia al Ministerio del Interior en el término de tres días hábiles y procederá a entregárselo en un término no mayor a quince días calendario adicionales. La entrega física del desmovilizado se hará mediando un acta en la cual constarán los datos iniciales de su individualización, su huel la dacti la r y la s circunstancias de su desmovilización del grupo armado al que pertenecía- Parágrafo 1°: Para efectos de ade la ntar la investigación correspondiente y definir la situación jurídica de la s personas beneficiarias del presente Decreto, el Ministerio del Interior coordinará con la Fiscalía General de la Nación y el Consejo Superior de la Judicatura la designación de fiscales y jueces de menores.”

En abierta vio la ción de dichas normas, alias “SAMIR” ha permanecido en la s insta la ciones de la Brigada 17. No es la primera vez que esto ocurre. Muchos desmovilizados de la región han sido domiciliados en dicha guarnición y vincu la dos ilegalmente a actividades bélicas del Ejército y en muchas ocasiones a comisión de delitos y crímenes contra la pob la ción civil, como contraprestación a la s prebendas que allí reciben. Aún más, desde que existe nuestra Comunidad de Paz, la oficialidad de dicha Brigada ha forzado a los supuestos “desmovilizados” a co la borar en el exterminio de nuestra Comunidad, ya sea rindiendo falsas dec la raciones en la s fiscalías cooptadas para el efecto por la Brigada ; ya sea patrul la ndo conjuntamente con los militares en la s zonas rurales y amenazando a numerosos campesinos de “judicializarlos o ejecutarlos” , invitando a muchos de ellos a que abandonen la Comunidad de Paz y a que “ se desmovilicen ”, sin haber razones para ello, puesto que no han sido combatientes. Las mismas presiones la s han utilizado contra personas ilegalmente detenidas en la Brigada : a Gloria Tuberquia la sometieron al chantaje de perder su niña de 9 meses si no firmaba la s acusaciones que le ponían por de la nte y si no se “desmovilizaba”, sin ser combatiente; a Liliana Rojas, luego de asesinarle a su niño de 4 años, le tomaron dec la raciones ilegales a la s cuales añadieron muchas páginas de acusaciones que el la no había hecho y ni siquiera conoció. Las falsas dec la raciones de estas dos víctimas obran en numerosos expedientes penales como “pruebas” contra pob la dores de la región. Igualmente obran dec la raciones falsas y delictivamente remuneradas de “desmovilizados” extorsionados, tales como Heliodoro Benítez, Wilmar Durango, Samuel Antonio Tuberquia, Wilson Guzmán, William Guzmán, Elkin Darío Tuberquia, Apolinar Guerra, Carlos Alberto García, Jorge Eliécer Pa la cio, Luis Alberto Pino, William Montoya, Henry Guzmán y los hermanos Ovidio, Lubín y Albeiro Cardona Borja. A varios de ellos los hemos visto mintiendo sin pudor alguno por medios masivos de comunicación y les hemos leído sus dec la raciones falsas que obran en numerosos expedientes, falsedades todas que han sido aceptadas como “pruebas” judiciales por nuestros corruptos agentes judiciales, sin respetar los más elementales criterios y normas contemp la dos en el Código de Procedimiento Penal. Todo ello ha sido puesto en conocimiento de la s Altas Cortes del Estado, sin que hasta ahora se vea voluntad alguna de justicia. Con dolor hemos evaluado cómo, en varios de estos casos, la conciencia moral de estos campesinos falsamente “desmovilizados” ha sido violentada y quebrada con procedimientos psicológicos excesivamente perversos. En varios de estos casos, la s promesas de recompensas que les han hecho han sido incumplidas, y luego de utilizarlos vilmente como instrumentos desechables al servicio de su p la n de exterminio de nuestra Comunidad, los abandonaron cuando sus burdos errores los llevaron a prisión. Varios de ellos han confesado ya esos errores, arrepentidos a la vista de su propia imagen convertida en piltrafa moral.

Ya desde 1995, cuando el ex General Rito Alejo del Río ejerció como Comandante de la Brigada XVII del Ejército, la violencia se incrementó enormemente en nuestra región y la pob la ción de San José de Apartadó fue víctima de numerosas ejecuciones, masacres, desapariciones, torturas, detenciones arbitrarias y amenazas. Desde el nacimiento de nuestra Comunidad de Paz, en marzo de 1997, la Brigada XVII no ha ahorrado esfuerzo por exterminar la , primero con bombardeos en todas la s veredas, desp la zamientos forzados masivos, vio la ciones y abusos sexuales, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, incineración de viviendas, destrucción de cultivos, torturas, amenazas de muerte, anuncios de exterminio, montajes judiciales, detenciones ilegales y arbitrarias, campañas de difamación y presión sobre instituciones y grupos sociales para ais la r a la Comunidad y retirarle todo servicio legal; robo de animales de carga, de herramientas de trabajo, de enseres domésticos, de p la ntas de energía, de dotaciones esco la res, de cargamentos de productos comunitarios en comercialización y de dineros de dicha comercialización colectiva. Cuando el escandaloso número de masacres, ejecuciones y desapariciones perpetradas por agentes directos e indirectos del Estado - cifra que supera ya la s 160 víctimas - conmovió a la comunidad internacional, la Brigada inició una evidente intensificación del desprestigio y la judicialización de los integrantes de nuestra Comunidad y de la pob la ción de su entorno, a través de montajes, como lo evidencian los super- corruptos procesos penales cuyo análisis hemos puesto en conocimiento de la s Altas Cortes hace pocos meses. Al iniciar el Presidente Uribe su primer mandato en 2002, se propuso quebrantar los principios más básicos de nuestra Comunidad, de no convivencia ni co la boración con ningún actor armado, pues con ello la Comunidad de Paz se sustraía al p la n de control militar/paramilitar de la zona, y por ello se dio a desarrol la r una campaña tendiente a hacer creer que nuestra Comunidad era auxiliar de la guerril la de la s FARC, lo cual le facilitaría la justificación de la presencia de la fuerza pública en los espacios de vida y trabajo de nuestra Comunidad, y tras ello el control paramilitar del territorio. Las infames calumnias del Presidente Uribe contra nuestra Comunidad, el 27 de mayo de 2004 y el 20 de marzo de 2005, nos obligaron a acudir a la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes para que sancionara al Jefe del Estado como lo exige la Sentencia T-1191 /04 de la Corte Constitucional , petición en la cual nos respaldó el Procurador General de la Nación , dado que el Presidente Uribe se había basado en falsos testigos, preparados por la Brigada XVII , para confeccionar sus calumnias.

Los ataques a nuestra Comunidad, tanto por parte de la Presidencia de la República y de la Vicepresidencia , como por parte del Ejército y de los agentes judiciales cooptados por los militares, han tenido un propósito inconfundible: exterminar a nuestros líderes y principales acompañantes, y si no es posible eliminarlos, destruir su reputación moral para así preparar la justificación de su exterminio. El montaje preparado por la Brigada XVII el 12 de febrero de 2003, cuando pretendían asesinar a dos miembros de nuestro Consejo Interno que se movilizaban en un vehículo de servicio público entre Apartadó y San José, colocando una caja de explosivos en su interior para justificar el crimen, reveló c la ramente que lo que buscaba el General Pauxelino Latorre, Comandante entonces de la Brigada 17, era acusar al Consejo Interno de nuestra Comunidad de surtir de explosivos a la guerril la y judicializar a todos sus miembros. Pocos días antes había chantajeado a un joven de nuestra Comunidad, a través del co la borador de la Brigada Wilson Guzmán, obligándolo a rendir dec la raciones en fiscalías de Apartadó contra todos los líderes de nuestra Comunidad, atribuyéndoles falsos delitos, bajo la amenaza de que, si no lo hacía, lo acusarían a él mismo de ser ‘miliciano’ y lo judicializarían de inmediato mediante otros falsos testigos. A pesar de lo burdo de los montajes y de que éstos fueron puestos de inmediato en conocimiento de todas la s autoridades del Estado, el General Latorre divulgó comunicados por internet donde acusaba a los líderes de nuestra Comunidad de ser “ integrantes del Frente Otoniel Álvares de la s FARC ”, comunicados que sirvieron de base a ‘informes de inteligencia’ y a ‘órdenes de batal la ‘ suministrados por la Brigada a fiscalías y juzgados, y acogidos como “pruebas judiciales” por los super corruptos funcionarios del poder judicial de la región. Desde entonces, en numerosos expedientes judiciales aparecen los nombres de todos nuestros líderes y acompañantes, extraídos de los papeles que pasa la Brigada y de numerosos “dec la rantes” que son preparados en dicha guarnición militar para rendir falsos testimonios.

La entrega de alias “SAMIR” a la Brigada XVII y su ilegal permanencia en dicha guarnición por muchos meses, la interpretamos como un evento más que obedece a un viejo libreto y estrategia, donde lo único novedoso es la jerarquía del desmovilizado, pues se trata esta vez del comandante de una compañía insurgente. Todos los antecedentes autorizaban a imaginarse que sería aprovechado para el logro de sus viejos propósitos de exterminar nuestra Comunidad de Paz, mucho más cuando su entrega ocurre en la fase en que se está intensificando el desprestigio y el montaje judicial, para lo cual la contribución de un tal desertor puede ser de excepcional importancia si se maneja bien la oferta de prebendas y recompensas. Alguna credibilidad hubiese podido tener la entrevista del ex Ministro LONDOÑO HOYOS si se hubiese producido el día mismo de la entrega, cuando cabría suponer algún grado de espontaneidad, pero luego de cinco meses de negociación y preparación en una guarnición donde se han preparado tantísimos y tan criminales montajes, la credibilidad se derrumba.

Y en efecto, la euforia de los militares ha sido grande en los últimos meses, a juzgar por los comentarios y mensajes que dejan por caminos y caseríos la s patrul la s militares y paramilitares que recorren la zona, anunciando que “ ahora sí llegó el momento de la estocada final contra la Comunidad de Paz ”. El desborde de la euforia ha sido tal, que el CORONEL GERMÁN ROJAS DÍAZ, comandante del Batallón Voltígeros, el que contro la el área de san José de Apartadó, no tuvo recato en proponerle, por teléfono, a un anterior miembro del Consejo Interno de nuestra Comunidad, el 17 de enero y el 7 de febrero de 2009, que le co la borara en el exterminio definitivo de la Comunidad de Paz y se ganaría enormes cantidades de dinero, y que si no aceptaba, lo iban a judicializar como “ financista del frente 58 de la s FARC y como narcotraficante ”. Lo que nos deja perplejos es que todo esto se puso en conocimiento del Ministerio de Defensa, de la s direcciones nacional y regional (Antioquia) de fiscalías, y de la Defensoría del Pueblo, y no ha habido sanción alguna para los autores y cómplices de tan inmundos y execrables procedimientos. El co la pso ético de este Estado no puede ser más evidente. La responsabilidad de mando de la Brigada XVII no ha sido cuestionada por semejantes podredumbres y ahora se comprueba que estaba ocupada en negociar con alias “SAMIR” su contribución a la campaña de difamación de nuestra Comunidad de Paz.

Empeñados, como han estado siempre los militares, en atacar principalmente a los líderes de nuestra Comunidad, ahora queda c la ro que con alias “SAMIR” negociaron un ataque frontal a tres de nuestros acompañantes: Eduar Lanchero, la ex Alcaldesa de Apartadó, Doctora Gloria Cuartas, y el sacerdote jesuita Javier Giraldo. Ya antes habían logrado eliminar físicamente a uno de nuestros más apreciados líderes históricos: Luis Eduardo Guerra, en la horrenda masacre del 21 de febrero de 2005, y hace poco intentaron eliminar al actual representante legal de nuestra Comunidad, Jesús Emilio Tuberquia, el 1° de noviembre de 2008.

En el caso de EDUAR, se entiende que le hayan pedido a alias “SAMIR” construir una tramoya tan infame contra él, pues los militares necesitaban urgentemente justificar sus ya numerosos intentos de eliminarlo. Eduar llegó a nuestra Comunidad enviado por la s congregaciones religiosas que conformaron la Comisión de Justicia y Paz, desde los primeros meses en que sufríamos los desp la zamientos masivos provocados por los bombardeos del Ejército y la s incursiones coordinadas de los paramilitares, en 1997. Nos acompañó en los momentos más dolorosos y nos ayudó a enterrar a nuestros muertos y a organizar la supervivencia en medio del terror y los bloqueos de alimentos. Nuestra Comunidad le fue pidiendo que prolongara más y más su acompañamiento, hasta que llegamos a considerarlo uno más de nosotros. Ya el 24 de mayo de 1998 un grupo de militares de la Brigada XVII prometió descuartizarlo, de la misma manera que descuartizaron una vaca que se robaron y mataron a ba la ese mismo día. El 2 de diciembre de 2002, Eduar fue detenido arbitrariamente, junto con Luis Eduardo Guerra y otros miembros de nuestra Comunidad, por la Policía de Carreteras, en cercanías de Tunja, siendo despojado de su celu la r, de sus documentos y carpetas de trabajo. Lo que enfureció a los agentes de inteligencia que lo interrogaron con extrema grosería, fue encontrar en sus papeles documentos re la tivos a los derechos humanos y actas de reuniones en la Cancillería sobre la s Medidas Provisionales de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, afirmando los miembros de la fuerza pública que los grupos de derechos humanos eran los que tenían tan mal a Colombia. En febrero de 2003, la s víctimas del montaje que preparó la Brigada XVII al colocar una caja de explosivos en el vehículo en que viajarían miembros del Consejo de nuestra Comunidad, fueron todos interrogados sobre el paradero y la s actividades de Eduar. En agosto de 2007, gracias a la deserción de un cadete de la Escue la Militar de Cadetes José María Córdoba, de Bogotá, se supo que el Capitán NELSON GUTIÉRREZ MARIÑO les mostraba a sus alumnos un video de montajes donde aparecía Eduar, invitándolos a memorizar su imagen como la de alguien a quien había que eliminar pronto. A un cadete de dicha Escue la lo utilizó el mismo Capitán para conseguir documentos de Eduar sobre nuestra Comunidad de Paz, con el fin de que sus alumnos aprendieran “ cómo piensa un guerrillero ”. Hasta el momento, el Gobierno colombiano se ha negado a darle explicaciones sobre este p la n de asesinato a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y la s investigaciones sobre el caso, prometidas por el Ministerio de Defensa, siguen el formato rutinario de considerar como única prueba válida la autoinculpación del sindicado, a falta de la cual, el caso se archiva. A finales de 2007, los paramilitares domiciliados en la Brigada XVII enviaron numerosos mensajes a nuestra Comunidad, anunciando que iban a eliminar a algunos líderes, y que Eduar figuraba como cabeza de lista. El 16 de enero de 2008 Eduar fue detenido en el caserío de San José de Apartadó por miembros de la Policía , en compañía de un miembro de nuestro Consejo Interno, y ambos fueron sometidos a interrogatorios ilegales vedados por la Corte Constitucional. Ante la mención de la Sentencia C-1024 de la Corte , los policías manifestaron que para ellos la Corte Constitucional no tenía ningún valor y que ellos hacían allí lo que les diera la gana. Pocos días después, un alto oficial de la Brigada XVII le manifestó a una delegación internacional, que había sido un error dejar en libertad a Eduar el 16 de enero, pues él era “un guerrillero”. En esa misma semana, los paramilitares domiciliados en la Brigada XVII le manifestaron a pob la dores de San José, en Apartadó, que se había perdido allí una oportunidad preciosa para matar a Eduar y que ello había sido un error de la Policía. El 22 de febrero de 2009, hombres armados que reve la ban por muchos detalles sus vínculos con el Ejército, estuvieron buscando a Eduar entre los asistentes a la ceremonia de aniversario de la masacre del 21 de febrero de 2005, en la s veredas Mu la tos, La Resbalosa y Chontalito, preguntando insistentemente por sus rutas de salida. No queda, pues, ninguna duda, de que existe un p la n de vieja data de asesinar a Eduar, compartido por diversas instituciones del Estado y del Para Estado, que en la lógica evolutiva de la persecución contra nuestra Comunidad de Paz, se traduce hoy en una necesidad de destruir su perfil ético y político, como acompañante de un proyecto de Comunidad que rechaza el uso de la s armas y reivindica el derecho a no involucrarse con ningún actor armado. A nadie se le oculta que la manera de desprestigiar esa opción ética y política es hacer la aparecer como si fuera fachada de un compromiso con otro actor armado. Lo más paradójico es que hayan recurrido, para ello, a un personaje como alias “SAMIR”, con quien nuestra Comunidad y el mismo EDUAR sostuvieron una permanente contradicción y enfrentamiento, para convertirlo en “testigo” de que la Comunidad , y especialmente Eduar, eran sus “aliados”; le daban la s directrices políticas y terminaron haciéndolo someter a un juicio por “traicionar la revolución”. Faltan pa la bras para calificar tanta ignominia y tan incoherentes montajes.

Falsedades concretas que se destacan en la “entrevista”

1. Hacia la mitad de la entrevista que el ex Ministro LONDOÑO HOYOS le hizo a alias “SAMIR” el pasado 28 de mayo, éste afirma que cuando la s FARC lo enviaron a la zona de Mu la tos, su jefe alias “Jacobo” le dijo que se coordinara en los aspectos políticos con Eduar Lanchero, quien era el representante legal de la Comunidad de Paz y había llegado a esa zona con la autorización de los jefes guerrilleros de la s FARC alias “Jacobo” y alias “Manteco”, y quien a su vez manejaba bien el “p la n estratégico de la s FARC”, pues era miembro del Partido Comunista y amigo de la s FARC, como lo eran también los demás miembros de lo que él l la ma el “Consejo Superior” de la Comunidad de Paz, entre los cuales menciona a la “Hermana C la ra”, a Gloria Cuartas, al “Padre Giraldo”, al “Negro Tuberquia” y a “Conrado”, insistiendo en que el proyecto político de la s FARC coincidía en un 95% con el de la Comunidad de Paz. Dice también que cuando la s FARC se insta la ron en los alrededores de la vereda Mu la tos, la gente de la Comunidad se fue hacia allá para buscar protección en la s FARC.

Es difícil acumu la r tantas mentiras en tan pocas pa la bras. El ex Ministro LONDOÑO HOYOS, quien induce –en la entrevista- con sus preguntas sesgadas y obsesivas, la s respuestas de alias “SAMIR”, así como el mismo desertor y los militares que a todas luces lo asesoraron durante varios meses para tan inmundo montaje, asaltaron sin duda la buena fe de la audiencia, apoyándose en que la inmensa mayoría de los radio-oyentes no conoce de cerca la historia de nuestra Comunidad de Paz ni a sus integrantes ni a sus líderes. Lo re la tado por alias “SAMIR” no tiene asidero alguno en la realidad real: ni Eduar fue jamás militante del Partido Comunista; ni llegó a la zona por autorización alguna de comandantes de la s FARC sino enviado por una organización religiosa y humanitaria que apoyaba a pob la ciones desp la zadas; ni ha sido nunca “representante legal” de nuestra Comunidad, ni a nuestro Consejo Interno lo hemos l la mado nunca “Consejo Superior”, ni jamás han formado parte de él ni Eduar, ni la Hermana C la ra , ni el Padre Giraldo, ni la Doctora Gloria Cuartas; ni conocemos el “p la n estratégico de la s FARC”, ni nuestros principios coinciden en nada con los de la s FARC toda vez que nos negamos a co la borar con cualquier tipo de actor armado; ni los campesinos que retornaron a Mu la tos fueron allí buscando protección de la s FARC sino que, por el contrario, tuvieron con dicha estructura armada numerosos conflictos.

2. Alias “SAMIR”, presionado por la s preguntas malintencionadas y obsesivas del ex Ministro LONDOÑO HOYOS, va más allá en la perversa confección del falso perfil de Eduar: afirma que se reunió más de 20 veces con él, en reuniones en la s cuales Eduar le daba directrices políticas revolucionarias, y que cuando iban comisiones de verificación a la zona, Eduar se ade la ntaba a pedirle que retirara sus tropas para que dichas comisiones no percibieran ninguna re la ción entre la s FARC y la Comunidad de Paz, pues, si tal re la ción era visible, la Comunidad podría perder los jugosos auxilios que le venían del exterior. Dice también que nuestra Comunidad hacía falsas denuncias ante organismos internacionales, de modo que los muertos en los combates aparecieran como víctimas civiles de agentes del Estado y que, gracias a esas denuncias, que hacían aparecer a la Comunidad como víctima de atrocidades, desde muchos países, entre los cuales menciona a Noruega, Estados Unidos, Suecia y Dinamarca, enviaban millonarios recursos en euros o en dó la res para el desarrollo de la zona donde estaba asentada la Comunidad de Paz, recursos que, según él, se perdían e iban a los bolsillos de los miembros del “Consejo Superior”, lo que produjo en él pérdida de confianza hacia la Comunidad de Paz y lo llevó a romper con la misma y a aconsejarle a los campesinos que recibieran más bien auxilios del Estado, ya que la Comunidad de Paz no se mostraba efectiva en el desarrollo económico de la zona, dado que se robaba los enormes recursos que llegaban del exterior.

La audacia de la calumnia llega aquí a extremos inimaginables. Las pocas veces que Eduar o algunos miembros de nuestro Consejo Interno tuvieron algún contacto con alias “SAMIR”, fueron en extremo conflictivos y se centraron en suplicarle respeto por la s vidas de los campesinos y por los principios de nuestra Comunidad de Paz. Por el contrario, alias “SAMIR” se quejaba, con furia, de que la Comunidad expulsaba de sus fi la s a toda persona de la cual se sospechara que era miliciano(a) de la s FARC. Por otra parte, nuestra Comunidad jamás se ha propuesto responsabilizarse del desarrollo económico de la región y los pequeños proyectos de que ha sido beneficiaria han tenido como objetivo explícito la subsistencia de sus integrantes en resistencia al desp la zamiento forzado y a los cercos de hambre a que nos han sometido. Las comunidades de otros países hermanadas con nuestra Comunidad de Paz, que nos han enviado pequeños recursos de supervivencia, el la s mismas han coordinado, en su mayoría, la s inversiones, como la s pequeñas au la s para educar a los niños; el pequeño restaurante y el alcantaril la do de San Josesito; la procesadora de cacao; la s tril la doras y los trapiches de la s veredas integradas a nuestra Comunidad, todo de dimensiones en extremo modestas, cuyos informes contables se han enviado con rigurosidad a los donantes, la mayoría de los cuales nos han visitado y comprobado “in situ” los logros de su modesta solidaridad. En este punto la s calumnias de “SAMIR” destapan, sin proponérselo, su verdadero origen, pues coinciden completamente con muchos falsos testimonios preparados en la Brigada 17 y de manera más exacta, casi con la s mismas pa la bras, con la s calumnias proferidas por el General retirado JAIME ERNESTO CANAL en la Comisión Segunda de la Cámara de Representantes, el 25 de mayo de 2005, en sus intentos por negar la evidente participación del Ejército en la horrenda masacre de líderes de nuestra Comunidad el 21 de febrero de 2005 en Mu la tos y La Resbalosa. Dicho General, apoyado por 4 falsos testigos entrenados por él previamente, pronunció un discurso pasmosamente coincidente con el de alias “SAMIR”, en el cual presentaba a nuestra Comunidad como aliada de la s FARC y beneficiaria de descomunales recursos provenientes del exterior que nos robábamos o se los transferíamos a la guerril la . Evidentemente alias “SAMIR” omitió el último inciso para no autoinculparse él mismo. El ex General CANAL difundió sus perversas calumnias por el programa “ En Contacto ” del CANAL UNO DE LA TELEVISIÓN , el 6 de junio de 2005, con la co la boración de los políticos JUAN HURTADO CANO Y MIGUEL POSADA y de la presentadora MARÍA BEATRIZ ECHANDÍA. Todos los intentos que hicimos para que la “justicia” colombiana los obligara a reparar los daños morales de su crimen, fueron inútiles, dado el co la pso ético de lo que en Colombia se suele l la mar “justicia”. Tampoco nuestras denuncias a organismos internacionales sobre la s atrocidades que sufrimos, han sido falseadas: siempre proporcionamos nombres, sitios, horas y circunstancias de los crímenes, lo que permite a cualquier investigador honesto comprobarlos, y cuando sabíamos que eran perpetrados por miembros de la s FARC, los denunciamos con la misma precisión. Tan falsa es la afirmación de que Eduar le solicitaba a alias “SAMIR” retirar su tropas cuando iban comisiones internacionales de verificación a la zona, que la mayoría de esas comisiones encontraron en sus caminos a cuadril la s de la s FARC, a veces a poca distancia de la s tropas del Ejército.

3. Alias “SAMIR” alude más concretamente, en la entrevista conducida por el ex Ministro LONDOÑO HOYOS, a una reunión que tuvo lugar en la vereda La Balsita , del municipio de Dabeiba, en diciembre de 2005, pero, acorde con la lógica del montaje, falsea todos sus datos. Ante todo, la presenta como si hubiera sido una reunión concertada entre comandantes de la s FARC y líderes de nuestra Comunidad de Paz. La verdad es que cuando tres integrantes de nuestra Comunidad bajaban de un encuentro con campesinos de Dabeiba, con quienes teníamos intercambio de productos agríco la s, fueron alcanzados por combatientes de la s FARC quienes los obligaron a presentarse ante sus comandantes, advirtiéndoles que de no hacerlo habría represalias. Alias “SAMIR” afirma que en dicha reunión él acusó a Eduar de estar robando los dineros que venían del exterior y de estar imp la ntando un régimen de maltrato a los campesinos. La verdad es que allí no se trató, en absoluto, de problemas de dinero ni de trabajo de los campesinos; la s reales protestas de alias “SAMIR” contra nuestra Comunidad de Paz, en dicha reunión, fueron porque excluíamos de nuestra Comunidad a quienes descubríamos que tenían re la ciones con la guerril la ; nos trató de “paramilitares”; incluso acusó falsamente a uno de los integrantes de nuestro Consejo Interno de querer hacer capturar a una guerrillera para quitarle su mujer. Se quejaba, con gran furia, de que la presencia de nuestra Comunidad de Paz estaba siendo un obstáculo para la presencia de la guerril la y nos comunicó autoritariamente que nuestra Comunidad tenía que someterse a los intereses de la guerril la , amenazándonos con la memoria de la masacre de octubre de 1997 en que su compañía había masacrado a tres de nuestros líderes, afirmando que el caso podría repetirse. En dicha reunión, alias “SAMIR” presentó como “testigo” contra Eduar y los demás miembros de nuestro Consejo Interno, a un pob la dor de la vereda La Unión que había sido excluido de nuestra Comunidad de Paz por reiterados maltratos a su esposa, el cual tomó venganza acusándonos falsamente de ser proclives al ‘paramilitarismo’. Al final de dicha ‘reunión’, la que para alias “SAMIR” tenía casi el carácter de un “consejo de guerra”, él mismo nos prohibió entrar a la s veredas donde aún no teníamos establecidos grupos de nuestra Comunidad de Paz y nos advirtió, de manera imperativa: “ o la Comunidad de Paz le sirve a la guerril la , o se acaba ”. Nuestros compañeros le respondieron que seguiríamos fieles a nuestros principios y que preferíamos que nos acabaran a cambiarlos.

4. Más ade la nte, en su entrevista con el ex Ministro LONDOÑO HOYOS, alias “SAMIR” se atreve a afirmar que él “infiltró” nuestra Comunidad de Paz desde sus comienzos, con un personaje cuyo nombre se reserva pero cuyos rasgos y datos son inconfundibles: alude a ARTURO DAVID, de quien alias “SAMIR” afirma que tuvo el privilegio de manejar la contabilidad de nuestra Comunidad y que por ello él tuvo siempre información de primera mano sobre los dineros que llegaban y “se perdían”. Nuevamente alias “SAMIR”, asesorado por la Brigada XVII y ha la gando el apetito calumniador del ex Ministro Londoño, confecciona fábu la s sólo creíbles por quienes no conocen nuestra realidad ni nuestra gente. “Arturito”, como cariñosamente lo l la mábamos, no estuvo desde el comienzo en nuestra Comunidad de Paz. Llegó a finales de 1998, desp la zado con su familia de P la ya Larga, luego del asesinato de su padre por la barbarie de militares y paramilitares, y se hospedó donde unos parientes suyos en San José. Nuestra Comunidad lo acogió solidariamente y él se vinculó a grupos de trabajo con árboles frutales y con el proyecto de emisora que entonces teníamos. Sus cualidades humanas le hicieron ganar aprecio y en 2002 fue elegido democráticamente como miembro de nuestro Consejo Interno, dentro del cual se le pidió encargarse de la comercialización comunitaria del cacao, responsabilidad que asumió con gran honestidad. Poco a poco, la s amenazas de que fue víctima y la experiencia dolorosa del incremento continuo de la persecución del Estado contra nuestra Comunidad, dentro de la cual le tocó sufrir directamente varios asaltos de militares y paramilitares a los cargamentos de cacao que se llevaban para vender en Medellín, comenzó a sentir simpatía por la s FARC y a acercarse a el la s, donde fue creyendo que era más fácil defenderse de la s atrocidades del Estado. Cuando nos fue comunicando sus posiciones, le pedimos que se retirara de nuestra Comunidad, pues ya sus opciones se hacían incompatibles con la s nuestras, y así lo hizo honestamente en abril de 2004, cuando se vinculó a la s FARC siendo asesinado en 2008. Nuestra Comunidad hizo público su retiro, en un comunicado ampliamente difundido, en abril de 2004, para evitar ambigüedades. Cuando fue asesinado, fuera de combate, por miembros del Ejército, su cadáver fue ve la do y sepultado en nuestra Comunidad, pues su madre y otros familiares residían allí, y consideramos que la s censuras del Gobierno en ese momento reve la n maneras de pensar y de sentir de extrema y repudiable deshumanización. El hecho de que hubiera terminado sus días en la s FARC, no autoriza a alias “SAMIR” a confeccionar fábu la s falsas sobre una imposible “infiltración”, recurso permanentemente utilizado en los montajes urdidos en la Brigada XVII , donde se abusa de los muertos para acomodarles historias y testimonios falsos que ellos ya no pueden controvertir, reve la ndo así, aún más, la carencia de principios éticos elementales. Con esa misma capacidad de mentir, alias “SAMIR” afirma que Eduar le solicitó a él y a otros comandantes de la s FARC que se llevaran a Arturo lejos de la Comunidad de Paz, solicitud tan falsa como la s numerosas “reuniones” que alias “SAMIR” se inventa para fingir supuestas coordinaciones con nuestra Comunidad.

5. En otros apartes de su entrevista con el ex Ministro LONDOÑO HOYOS, alias “SAMIR” afirma que Arturo embarcó a nuestra Comunidad en la compra de una camioneta de setecientos setenta millones de pesos, invirtiendo en el la algunos de los dineros provenientes de la solidaridad internacional, vehículo que se habría “esfumado” también debido a la “corrupción” de nuestros líderes. Es aterradora la capacidad de mentir de alias “SAMIR”, si bien en 1os doce años de existencia de nuestra Comunidad ya conocemos la s rutinas calumniadoras de la Brigada XVII donde se han confeccionado tantos y tan perversos montajes judiciales. La verdad es que los vehículos que consiguió nuestra Comunidad para facilitar la comercialización comunitaria del cacao y del banano, fueron vehículos ‘de segunda’, de precios muy bajos: la Comisión de Justicia y Paz nos obsequió una camioneta destarta la da en 1997 que muy poco nos sirvió; la cambiamos por otra en casi igual estado, que duró también muy poco tiempo, y luego por un campero también muy malo que terminamos dedicándolo a una pequeña finca de desp la zados de nuestra Comunidad, fuera de Urabá. En 1999 una agencia de cooperación nos obsequió una camioneta mejor que costó 30 millones de pesos, pero los paramilitares la asaltaron con su cargamento de cacao y la dejaron abandonada en un barrio de Apartadó, luego de lo cual, nos dio miedo seguir utilizándo la y se vendió por poco dinero, el cual fue dedicado a la s necesidades de la finca de desp la zados. Luego una comunidad religiosa nos obsequió un pequeño camión que también fue objeto de asaltos, amenazas y robos por parte de los paramilitares, obligándonos a venderlo para apoyar un proyecto de cultivos que se iniciaba. Contra la s fábu la s sobre enormes cantidades de dinero que agencias internacionales habrían donado a nuestra Comunidad, fábu la reforzada por el ex Ministro LONDOÑO HOYOS y que coincide con la del ex GENERAL CANAL en sus calumnias ampliamente difundidas contra nosotros, tenemos que decir que ninguna agencia internacional poderosa nos ha financiado proyecto alguno, y en ello ha influido también la presión del Gobierno nacional y de la s mismas agencias y bancos que obedecen sus órdenes. Todos los dineros que hemos recibidos son de comunidades y grupos de base o de agencias pequeñas, y con destinos precisos, evaluados y contro la dos por los mismos donantes. Tampoco hemos pretendido nunca ofrecer a la región alternativas de desarrollo fundadas en financiaciones que vienen de fuera, sino que hemos propuesto a quienes ingresan a nuestra Comunidad voluntariamente, un p la n de resistencia fundado en esfuerzos propios que nos lleven a construir una economía solidaria sin incentivos de acumu la ción ni de lucro, sino siempre en la perspectiva de una pobreza digna y solidaria. La inicua persecución que sufrimos por parte del Gobierno, ha llegado a los extremos de pedirle a los bancos en los cuales tenemos nuestras cuentas, que la s embarguen, alegando que somos “sospechosos de narcotráfico”. Sólo la protesta del movimiento Mujeres de Negro, de España, quienes al comprobar tanta ignominia iniciaron una campaña para que la gente con principios éticos retirara sus dineros del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, del cual es sucursal el Banco Ganadero de Apartadó que se prestó para tales vilezas, hizo reaccionar a estos bancos y pedir excusas por sus inmoralidades. Es el temor a la baja de ganancias y no la ética la que mueve a tales entidades. Posteriormente nuestras cuentas y extractos bancarios reposan en numerosos expedientes judiciales de la región y de nivel nacional, pues cada vez que se hace un montaje en la Brigada XVII contra nuestra Comunidad, solicitan que “se investiguen nuestros ingresos”.

6. Alias “SAMIR” arremete también, en sus respuestas inducidas por el ex Ministro LONDOÑO HOYOS, contra la Doctora Gloria Cuartas, ex Alcaldesa de Apartadó, quien ha acompañado solidariamente nuestra Comunidad en todos estos años, para tratar de hacerle creer a la audiencia que el la y todos sus proyectos sociales y políticos han sido sólo fachadas de la s FARC. Al igual que en los otros puntos, alias “SAMIR” construye imaginativamente reuniones y coloquios que nunca tuvieron lugar y equivalencias que se derrumban ante cualquier elemental análisis. Afirma que conoció a la ex Alcaldesa cuando inició su campaña electoral, en una supuesta reunión en la vereda P la ya Larga, a la cual habrían asistido varios comandantes de la s FARC, quienes habrían ava la do su programa político como acorde con el de la s FARC, concluyendo, arrastrado vulgarmente por el ex Ministro LONDOÑO, que el la fue “ la alcaldesa de la s FARC ”. No so la mente es falso que la Doctora Gloria Cuartas hubiera estado en la supuesta reunión de P la ya Larga, sino que, cuando el la ejercía como Alcaldesa, la s FARC le enviaron una misiva en la que censuraban fuertemente su gobierno y programa. Todo el mundo sabe que la Doctora Gloria Cuartas llegó a la Alcaldía de Apartadó como representante del CONSENSO ‘UNIDAD POR LA PAZ ‘, respaldado por 14 fuerzas políticas de la s más diversas ideologías y posiciones, impulsado en primera fi la por el Obispo de Apartadó, Monseñor Isaías Duarte Cancino; por ello es un irrespeto de grandes proporciones, no sólo a el la sino a todas la s fuerzas vivas de la región, calificar la como “ alcaldesa de la s FARC” , calificación que tiene origen inconfundible en un régimen que ha pretendido eliminar todos los movimientos sociales alternativos recurriendo al único pretexto que le daría apariencia legal a sus ataques: hacer aparecer como “insurgentes” a todos los que buscan alternativas legítimas de justicia y equidad.

El afán desesperado de alias “SAMIR” por desprestigiar a los integrantes y acompañantes de nuestra Comunidad de Paz, es tal, que para atacar a la Doctora Gloria Cuartas echa mano de un hecho público que tuvo numerosos testigos y que por ello permite calibrar en directo su enorme capacidad de mentir, tergiversar, manipu la r y fabu la r. Afirma, en efecto, alias “SAMIR”, que el evento en el cual fue asesinado Don MIGUEL ANGEL LAYOS (28 de febrero de 1997) ocurrió en el contexto de una reunión de campesinos convocada por él en el caserío de san José, en la cual estaba presente la Doctora Gloria Cuartas, llegando allí un grupo “desconocido” que asesinó a garrote a cuatro pob la dores, entre ellos el Señor Layos, hecho frente al cual la ex Alcaldesa habría guardado silencio, no sólo en ese momento sino en los años siguientes hasta ahora. Todo es falso y los pob la dores de San José recordamos vivamente ese acontecimiento: ni se dio en el contexto de ninguna reunión, menos con la presencia de comandantes guerrilleros; ni estaba presente la Doctora Gloria Cuartas; ni el grupo que llegó era “desconocido” sino que eran los paramilitares que operaban en la zona, siempre en coordinación con el Ejército, pues en ese momento el Ejército rodeaba el caserío de San José; ni la Doctora Cuartas guardó silencio, por el contrario, ése fue uno de los incidentes que más problemas le acarrearon con la fuerza pública y con el aparato judicial, cómplices del crimen, lo que el la denunció con gran energía y valentía. En efecto, cuando militares y paramilitares consumaron el crimen, enterraron a sus víctimas en una fosa común, en una finca situada a la oril la de la carretera que comunica a Apartadó con San José. Las viudas y huérfanos fueron inmediatamente a la Alcaldía a denunciar el crimen y la Doctora Cuartas le exigió a la Fiscalía que fuera a levantar los cadáveres, a lo cual fiscales y policías se negaron. Entonces el la , con la s viudas y la s huérfanas, salió en una camioneta de la Alcaldía llevando pa la s y bolsas de plástico para buscar los cadáveres. Al encontrar la fosa, comenzaron la exhumación, pero la falta de experiencia, el nerviosismo y el dolor, hicieron que con uno de los primeros golpes de pa la le cercenaran el brazo a un cadáver. Desistieron, entonces, de su propósito y la Alcaldesa le insistió nuevamente a la Fiscalía y a la fuerza pública para que realizaran la exhumación, pero cuando finalmente cedieron ante la s amenazas de denunciarlos a Bogotá si no cumplían su deber, fueron a hacer la exhumación y encontraron un grupo de 50 paramilitares alrededor de la fosa, los cuales se saludaron efusivamente con militares y policías dándose el trato de “primos”. La Doctora Cuartas sintió tal repugnancia por ese descaro con el que se delinquía a plena luz del día y en presencia de tanta gente, que se regresó a Apartadó con los deudos a esperar allí los cadáveres. Sus reiteradas denuncias del hecho ante instancias nacionales e internacionales le valieron una intensa persecución, por lo cual le asesinaron a numerosos co la boradores de su despacho. Queda, pues, aquí, en plena desnudez, la enorme capacidad de mentir de alias “SAMIR”, asesorado e incentivado por la Brigada XVII y el ex Ministro LONDOÑO HOYOS.

7. El desertor alias “SAMIR”, en su afán de comp la cer a sus benefactores militares ayudándoles en su viejo propósito de exterminar nuestra Comunidad de Paz, no omite, en su abultada colección de falsedades y calumnias, algunas dedicadas al Padre Javier Giraldo, sacerdote jesuita que ha acompañado nuestro proceso de Comunidad de Paz. Sin embargo, aquí es más el ex Ministro LONDOÑO HOYOS quien lo ataca en forma virulenta, apoyándose sólo en una frase muy pobre y entrecortada de alias “SAMIR”. LONDOÑO HOYOS afirma, por su cuenta y riesgo, que “ el Padre Giraldo es el jefe de todo esto ”, es decir, de lo que alias “SAMIR” ha presentado como accionar característico de nuestra Comunidad de Paz: el ser una fachada de la s FARC, dominada por un ‘Consejo Superior’ que consigue enormes cantidades de dinero de la comunidad internacional y se lo roba, manteniendo al campesinado en situación de hambre y opresión y obteniendo esas auxilios gracias a mentiras que se inventan falsos crímenes del Estado. Es curioso que alias “SAMIR” lo único que afirma es: “ Yo con el Padre Giraldo nunca tuve la oportunidad de encontrarme ”, añadiendo luego, de refilón, que debía ser amigo de la s FARC como todos los líderes de la Comunidad. Curiosamente , y seguro sin proponérselo, y debido quizás a respuestas no cuidadosamente preparadas en la Brigada , alias “SAMIR”, al afirmar que no conoció al Padre Giraldo, está echando abajo una serie de “testimonios” fabricados en la Brigada XVII (los de los tres hermanos Cardona Borja, el de Elkin Tuberquia, el de Apolinar Guerra y el de Luis Alberto Pino, aunque al parecer, éste último sólo firmó, sin leerlo, lo que los militares le escribieron) en los cuales afirman que el Padre Giraldo se reunía constantemente con “SAMIR” y le llevaba maletines cargados con muchos millones de pesos. Nuevamente la capacidad de mentir, esta vez no sólo de alias “SAMIR” sino de los militares y del ex Ministro LONDOÑO HOYOS, queda más que al desnudo.

8. En el tramo final de su entrevista concedida al ex Ministro LONDOÑO HOYOS, alias “SAMIR” acusa nuevamente a Eduar Lanchero de haber preparado su enjuiciamiento por parte de sus jefes más altos en la s FARC: alias “Jacobo” y alias “Manteco”. Afirma que en abril de 2008 varios líderes de nuestra Comunidad de Paz, entre ellos Eduar, se reunieron en el Cañón de La Esperanza con comandantes del Frente 58 de la s FARC y les hicieron ver que alias “SAMIR” había traicionado la revolución, pues estaba orientando a los campesinos a co la borar con el gobierno y especialmente con la Alcaldía de Apartadó en sus p la nes de desarrollo de la región. Los del Frente 58 habrían transmitido tales acusaciones a alias “Jacobo” y a alias “Manteco”, quienes habrían citado a alias “SAMIR” para enjuiciarlo y ajusticiarlo, escogiendo él, más bien, el camino de la deserción. Acepta como cierto haber orientado a los campesinos a co la borar con los p la nes de desarrollo del gobierno, pues, según dice, traían más desarrollo a la región que la s propuestas de nuestra Comunidad de Paz, y por ello 32 veredas se habrían retirado de nuestra Comunidad, lo que habría llevado a que nuestros líderes impulsaran su enjuiciamiento movidos por sentimientos de venganza. Nuevamente alias “SAMIR” inventa reuniones que nunca tuvieron lugar, como la de La Esperanza de abril de 2008 que sólo existió en su imaginación. Tan falso es que se nos retiraron 32 veredas, que nunca estuvieron con nosotros y esa so la afirmación reve la ignorancia total de lo que es nuestra Comunidad de Paz, que no está conformada por circunscripciones territoriales sino por afiliaciones personales voluntarias y libres. Esa falsedad es aún más c la ra si se mira que hoy día los núcleos de nuestra Comunidad son los mismos de siempre, existiendo, por el contrario, otros tres que están pidiéndonos que los incorporemos. Pero el conflicto que él describe, según el cual, él le habría “quitado” numerosos veredas a nuestra Comunidad, al convencer la s de adherirse a la s políticas del gobierno que sí aportan verdadero desarrollo, es un conflicto inexistente, pues nuestra Comunidad de Paz está conformada por personas que voluntariamente ingresan a el la al asumir unos principios básicos, y nunca nos hemos propuesto “competir” con nadie, menos con políticas o estrategias gubernamentales que se apoyan en criterios radicalmente opuestos a los nuestros. Quienes voluntariamente ingresan a nuestra Comunidad de Paz nunca vienen buscando riquezas ni formas de desarrollo empresariales, lucrativas o competitivas, y uno de nuestros principios básicos siempre ha sido el rechazo al poder que se apoya en la s armas o en la fuerza. Alias “SAMIR” muestra un desconocimiento radical de nuestra Comunidad cuando afirma que mantenemos oprimidos a los campesinos con trabajos agobiantes, pues ignora que la participación en nuestra Comunidad es voluntaria y sólo la define la adhesión a unos principios de dignidad humana compartidos por todos. Imaginarse que alguno de nuestros líderes o miembros de nuestro Consejo Interno podría impulsar un juicio contra él por parte de sus jefes, que terminara en su ajusticiamiento, es desconocer lo más esencial de nuestros principios y de nuestro estilo de vida. Allí es difícil saber si predomina la ignorancia radical de lo que somos, o la mentira inducida por quienes hoy lo manipu la n desde fábricas de montajes de muy vieja data, como la Brigada XVII y el ex Ministro LONDOÑO HOYOS.

Impotencia frente a la anti-etica que nos domina

Si bien no es la primera vez que nuestra Comunidad de Paz es atacada de manera tan vil en su patrimonio moral, pues ya el Presidente Uribe lo ha hecho dos veces mediante calumnias que permanecen en absoluta impunidad, no obstante nuestra búsqueda incansable de justicia, este nuevo ataque nos reve la de manera dramática la impotencia con que los ciudadanos colombianos tenemos que enfrentar el actual régimen, el cual le da amplios márgenes a los medios masivos de “información” para destruir la honra de quienes no tienen dinero ni poder para pagar costosos procesos judiciales, ni influencias políticas para que los grandes medios al menos les permitan algunas líneas de defensa. Cualquier mirada a la s columnas y programas radiales conducidos por el ex Ministro LONDOÑO HOYOS produce perplejidad por su capacidad de mentir y calumniar impunemente, y extrema repugnancia al comprobar que su programa lleva el título de “ Hora de la Verdad ”, cuando el nombre que realmente concordaría con sus contenidos sería el de “ Hora de la Mentira ”.

En los últimos días, la s emisoras radiales de Urabá, que se mueven inconfundiblemente en la órbita de poder e intimidación de la Brigada XVII , han hecho un verdadero festín contra nuestra Comunidad, retransmitiendo repetidamente la entrevista de alias “SAMIR”. Algo simi la r ha hecho la ciudadana ho la ndesa LIDUINE ZUMPOLLE, quien dirige la fundación “Manos Por La Paz ”, dedicada a convencer a los combatientes de la s FARC que han caído en prisión, para que firmen convenios y promesas de no retornar a la insurgencia y así obtener beneficios del Estado, actividad que, sin negar su validez, la ha llevado a establecer re la ciones estrechas con los sectores más ligados al polo contrario del conflicto, o sea, a militaristas y gentes de extrema derecha. Esta señora envió un documento a numerosas entidades internacionales, en el cual le da plena credibilidad a la s mentiras y calumnias de alias “SAMIR” y hace suyas la s conclusiones que el montaje permite extraer contra nuestra Comunidad de Paz, invitando a todo el mundo a que no se deje impresionar por una comunidad que sólo es una fachada encriptada de la s FARC y se abstengan en el futuro de manifestar para con el la cualquier forma de solidaridad, económica, política o moral. Esto nos muestra la omnipotencia que la mentira ha ganado en nuestra sociedad y la debilidad extrema en que nos encontramos la s víctimas de la mentira para siquiera hacernos oír. Estamos seguros, sin embargo, que quienes nos conocen de cerca y han compartido por momentos nuestros sufrimientos, y además quienes tienen principios éticos insobornables y gracias a ello han entendido los mecanismos de manipu la ción ideológica de los poderes corruptos que nos rigen, no se dejarán influenciar por este nuevo y nauseabundo montaje y, más bien, el mismo les servirá para comprender más profundamente la s dimensiones aterradoras de la depravación moral a la que han llegado los poderes que nos dominan, entre ellos los mediáticos.

Comunidad de Paz de San José de Apartadó

Junio 9 de 2009