José Huenchunao:
Martes 23 de junio de 2009
Estimados hermanos y hermanas primero quiero rendir un homenaje al pueblo Awajun de la selva amazónica, a sus mártires caídos en enfrentamiento con las fuerzas policiales y militares del Estado opresor peruano, del gobierno genocida de Alan García. A ellos todo mi respeto y admiración. Se que no decaerán y seguirán luchando por sus justos derechos, nos dan un ejemplo de valor y dignidad.
Me referire en este artículo a la ratificación del convenio 169 de la OIT y el reconocimiento constitucional a los pueblos indígenas y la lucha del pueblo mapuche.
Estas iniciativas político-jurídicas sólo son leyes-instrumento que son utilizadas de acuerdo a los intereses del sistema de dominación capitalista. En este país por su naturaleza capitalista colonizadora, no se respetan los derechos de los pueblos Indígenas. Los Estados Nacionales son los que aprobaron un acuerdo llamado convenio 169 de la O.I.T. son ellos mismos los que disponen a su voluntad ratificarlo internamente de acuerdo a sus marcos jurídicos. En chile el marco jurídico lo da la constitución política heredada de la dictadura. Recordemos que estos mismos Estados Nacionales han invadido a los pueblos naciones originarias, los colonizaron, ocuparon sus territorios. Todos los procesos de ocupación se han caracterizado por ser violentos, los estados Nacionales desarrollaron verdaderas campañas militares y políticas para someter y ocupar los territorios de los indígenas. Razón por la cual los pueblos-naciones originarias sobreviven en un estado de dominación y en condición de oprimido. Los pueblos mas débiles fueron exterminados por las políticas colonizadoras y genocidas de estos Estados Nacionales en nuestra America.
Muchos piensan que reconociendo constitucionalmente a los indígenas, en particular al pueblo Mapuche, existirá un cambio fundamental en la relación político-social entre los mapuche y el Estado chileno. El Estado Chileno, por su naturaleza colonialista, jamás ha reconocido los legítimos derechos del pueblo nación mapuche. El ejercicio de los derechos políticos y territoriales por parte de nuestro pueblo, no pasa porque el Estado Chileno ratifique engañosamente un convenio como el 169 de la OIT, o reconozca constitucionalmente a nuestro pueblo. Sino que lo fundamental es que las comunidades continúen desarrollando sus organizaciones para resistir y reconstruirse. Será en nuestro territorio histórico, en nuestras comunidades ordenadas por una estructura propia lo que nos garantizará avanzar en el reestablecimiento de nuestros derechos. Las leyes y convenios durante toda la historia política y jurídica del Estado chileno, a excepción del tratado de Tapihue, apuntan a la dominación y al exterminio del pueblo mapuche.
La actual situación de dominación y de opresion en la que nos encontramos lo cambiaran las fuerzas sociales y políticas que construya el propio pueblo mapuche. Los logros políticos del pueblo mapuche deben darse en las bases, en nuestro territorio histórico, en las comunidades, allí deben desarrollarse los procesos de resistencia y reconstrucción. No podemos seguir siendo ingenuos, ignorantes o serviles, el Estado chileno favorece abiertamente a los intereses capitalistas, estos intereses son la base de la colonización y de las políticas jurídicas de exterminio que ha promovido el Estado Chileno en nombre de los indígenas.
La vía de ir a la institucionalidad del Estado a buscar solución a nuestra demanda de pueblo ya esta agotada, cuantos mapuche no se han entrevistado con parlamentarios, con ministro, con gobiernos, ¿Qué hemos logrado como pueblo Mapuche?. Hemos logrado estar más reducido en nuestros espacios territoriales y en nuestros derechos políticos y humanos, vemos como el Estado se compromete y apoya a las empresas multinacionales para que se apoderen de nuestras tierras y recursos naturales etc. Por lo mismo ya no podemos seguir dejando en mano de una institucionalidad ajena y anti mapuche el destino de nuestro pueblo. Para que el pueblo mapuche, las naciones indígenas, como así los oprimidos en general logremos libertad tendrá que haber cambios estructurales y políticos significativos en este país y en toda Latinoamérica. No olvidemos que los mapuche también quedamos repartido una parte, los del puelmapu, en el lado que hoy el Estado Argentino ejerce soberanía, con las mismas estratégias y método que utilizo el Estado Chileno para ocupar el territorio de nuestro pueblo. La realidad de las naciones originarias en América Latina, en países donde se ha ratificado el convenio 169 de la O.I.T. no ha mejorado en nada la condición de los pueblos indígenas, me refiero a sus derechos. Solo su lucha permanente, le da esperanza de seguir viviendo.
Si ahondamos en datos más oficiales podemos encontrar informes de organizaciones de D.D.H.H., de misiones de la propia ONU señalando que la situación de los pueblos indígenas sigue siendo catastrófica y miserable en cuanto a indicadores de desarrollo humano y social, con o sin convenio 169. Entonces, la realidad más digna es donde los pueblos resisten y se reconstruyen, aun cuando existan costos pagado con sacrificio y vidas humanas, son pueblos que se llenan de esperanza de seguir existiendo.
La base de la desestructuración del pueblo mapuche está fundada en la intervención del estado chileno y del sistema capitalista en nuestro territorio histórico. Paso a paso los mapuche vamos entendiendo esta realidad por lo que nuestro proceso de lucha tiene que ser integral, para contrarrestar la arremetida sistemática de las políticas estratégicas del poder opresor. Las comunidades que luchan comprenden el desafío de mantener la resistencia, que es necesario para continuar existiendo como pueblo-nación, pero también comprenden que nuestra lucha le sirve a los oprimidos en general. Abrazamos unas de las luchas mas justas del mundo. Resistir y levantarnos como experiencia de vida.
Por ello la sociedad consiente, las organizaciones políticas y/o sociales: construyan sus procesos de lucha para avanzar hacia una sociedad global mas justa, que se construyan alternativas y experiencia donde se privilegie al ser humano, a la vida, se reconstruyan los valores humanitarios. Que la esencia de las sociedades mas justas sea el respeto a los derechos humanos y a los pueblos y sus culturas de vida y justicia.
La pobreza y dominación es la situación que afecta a la gran mayoría de los pueblos, en particular a los indígena, de ahí que la condición de oprimido en este país y toda nuestra America nos debe hacer tomar acciones constructivas en cada paso que demos para lograr liberarnos o resistir a las injusticias del sistema capitalista o a su modelo. En el mundo los oprimidos somos más y luchamos por la vida. Luchamos por la naturaleza, por la cultura, por la continuidad de nuestros pueblos y en general por la humanidad. Los dominadores, imperialistas y oligarquías que sostienen este sistema imperante capitalista son menos y muchos menos.
Por ello, que los procesos emancipadores, los proyectos libertarios traerán como consecuencia frenar o derrotar al sistema, es necesario que se multipliquen las experiencias de resistencia, las experiencias de autonomía y control territorial. Los procesos acogerán la entrega incondicional y conciente de hombres y mujeres para fortalecer nuestras bases históricas de lucha, que no se olvide nuestra historia, nuestros muertos, perseguidos, encarcelados, torturados, todos aquellos que luchan o lucharon para un mundo mejor sean nuestro ejemplo.
Que la lucha no sirva tan solo para exigir más dinero, sino que sea por logros más integrales, que el sacrificio y valentía de los hombres y mujeres sirvan para ganar dignidad, derechos fundamentales. Fundamental es la claridad política e ideológica de nuestros movimientos sociales y políticos. Las estructuras de poder capitalista e imperialista se sustentan en la injusticia, en la miseria, promueven políticas criminales. Los Estados Nacionales gobernado por gobiernos débiles o de la oligarquía militarizan las comunidades indígena y no dudan en ordenar la represión, asesinar con tal de privilegiar y proteger los intereses de los capitalistas.
Con dolor nos enteramos de la masacre provocada por el gobierno genocida del Perú, encabezado por el criminal y corrupto Alan García en contra del pueblo Awajun. Mis hermanos del Pueblo Awajun solo defienden lo que es milenariamente de ellos y los capitalistas con los decretos promulgado por el gobierno peruano pretenden robarles los territorios y recursos al pueblo Awajun. Que injusticia nos toca compartir, y en Chile no estamos lejos de que pase los mismos, los destacamento policiales que están apostado en territorio mapuche protegiendo los intereses capitalistas se movilizan provocando constantemente a las comunidades mapuche. La rabia acumulada de la injusticia lleva a la gente a reaccionar y a luchar incorporando todos los elementos que sirvan para frenar al enemigo. Así que siempre hay que estar atento y preparado para seguir fortalecido. La decisión de mi pueblo se encamina a lograr la justicia histórica que es territorio y autonomía.
Los gobiernos de turno en chile hasta ahora se rinden a los pies de los capitalistas y lamentablemente a futuro no se ve un cambio de esta situación. Las contradicciones existentes tienden a perpetuarse. Un artículo distinto seria analizar la situación de los oprimidos criollos en chile y de la izquierda tradicional, ¿cual es su responsabilidad en el estado actual de cosas?
La oligarquía y los operadores del Estado, como un cuerpo unido tienen todos los recursos para intervenir en las comunidades, manipular la situación, y no dudan en hacer uso de la violencia y de las herramientas políticas que le da la institucionalidad del estado. Pero también los capitalistas, las multinacionales forestales y latifundistas internamente crean sus aparatos para reprimir a las comunidades, es así como han amenazado con actuar masivamente con sus comandos paramilitares. Lo que le importa es lograr sus objetivos estratégicos de consolidar su sistema capitalista avanzando con sus inversiones saqueando el territorio y los recursos naturales del pueblo Mapuche.
La misma presidenta Bachelet que conoció la represión, de un gobierno de la oligarquía, del dictador Pinochet, ella hoy al servicio de esta clase, asume la idea, de reprimir a los mapuche, niega que su gobierno tiene presos políticos mapuche y asume la estrategia de criminalizar las demanda de los mapuche. Desarrolla una campaña comunicacional para juzgar de antemano a los dirigentes y luchadores mapuche. Todos los presos mapuche están encarcelados por estar vinculados a un hecho de la lucha de las comunidades, vinculados a sabotaje a los intereses de las multinacionales forestales y a los intereses de los latifundistas que han hecho verdaderas fortunas en territorio mapuche.
Las forestales son la gran responsable de tener sin agua a las comunidades en el tiempo de veranos, transformando a las comunidades, a sus tierras en un casi desierto. Si las forestales siguen invirtiendo en la zona de Malleco, Arauco y Cautín, en pocos años estaremos en presencia de zonas de desiertos en territorio mapuche. Las plantas de eucalipto maduro se calcula que toman cercano a los 200 litros de agua al día. Como no va ser justo, entonces, luchar en contra las forestales, que son empresas multinacionales que no le importa la vida, que no le importan los recursos naturales, como el agua, el suelo. Sabemos que el agua dulce a futura será un recurso escaso… Estos son parte de los fundamento básico de nuestra lucha, ¿que persona honesta nos podrá decir criminales, delincuentes? como dijo la presidenta cuando lo cuestionaron en el extranjero por tener en su gobierno presos políticos Mapuche.
Por ello es que creemos que un Estado capitalista aunque ratifique acuerdos y reconocimientos a favor de los pueblos originarios, estos serán instrumento de intervención y de sometimiento. Esto es mas claro que el agua del Lago Lleu-lleu, en Perú hay ley indígena y ratificado el convenio 169 de la OIT., entonces ¿qué pasó con los mecanismos de resolución de conflicto, de participación indígenas en el desarrollo de las comunidades, donde están los derechos humanos que hacen mención las constituciones políticas de los Estados Nacionales?. Reafirmo que las bases de nuestra resistencia es política, humanitaria, en general por la vida, por un mundo mejor, frente a un sistema injusto.
Se despide José Huenchunao Preso Político Mapuche