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Sindicalistas, campesinos y pobladores de varios departamentos efectuaron marchas y plantones frente a instituciones públicas para protestar contra la reducción del presupuesto del Ministerio de Salud; además, rechazaron el actuar del Gobierno y el alto costo de la vida.
Las calles de Quetzaltenango, Totonicapán, Quiché, Huehuetenango, Cobán, Alta Verapaz; Antigua Guatemala, Sacatepéquez; Escuintla, Retalhuleu y Jalapa fueron tomadas por decenas de manifestantes que exigieron respeto para los pueblos indígenas.
Vidal Caal, del Sindicato de Trabajadores de Salud, de Quetzaltenango, expuso que el recorte presupuestario es de Q375 millones, lo cual afectará el servicio en todo el país.
Manifestó que la falta de insumos podría empezar a reflejarse a finales de julio, y que el sistema de Salud colapsaría antes de que terminara el año.
En todo el país, los inconformes entregaron un pliego de peticiones en las gobernaciones departamentales, para que éstas las hagan llegar al Gobierno.
Las protestas también fueron para rechazar la minería, y la forma en que el Estado está tratando temas como la seguridad y la carestía de vida.
Hubo quienes también exigieron que las tarifas de la energía eléctrica bajen, ya que muchas familias no tienen dinero ni para comer, mucho menos para cancelar grandes facturas. Solicitaron una rebaja en el precio del gas propano y los combustibles.
