“Soy mapuche, mujer, pobre y poeta”.

24.Jul.09    Análisis y Noticias

Poetisas indígenas luchan contra el racismo con “las armas de la literatura”

Las poetisas indígenas Graciela Huinao, de Chile, y Rosa Chávez, de Guatemala, reivindicaron hoy el uso de las “armas de la literatura” para acabar con el racismo y la discriminación que sufren sus pueblos.

Ambas participan en la XIX edición del Festival Internacional de Poesía que se celebra en la ciudad colombiana de Medellín, que en esta edición acoge a más de 60 autores de 43 países.

“Soy mapuche, mujer, pobre y poeta. Tomé las armas de la literatura para defenderme del racismo y el clasismo inserto en la sociedad chilena y en toda Latinoamericana”, contó a Efe Huinao.

En América “somos mestizos todos”, pero muchos “no quieren serlo” y se empeñan en “negar sus raíces”, subrayó la poetisa chilena.

A su juicio, en los últimos años se ha producido un “avance disfrazado” en la lucha contra el racismo, ya que lo que sucede es que “se ayuda a los indios porque está de moda”, con medidas “paternalistas” y no con herramientas necesarias como “educación y viviendas dignas”.

“Para los pueblos indígenas la democracia aún no ha llegado. Seguimos en una dictadura”, se lamentó Huinao.

A diferencia de Huinao, que desde niña se supo mapuche, Rosa Chávez explicó a Efe que comenzó a “reconstruir” su identidad maya en la adolescencia, ya que su familia no le quiso enseñar el idioma para “protegerla”, como a otros muchos, de la discriminación y el racismo.

“El racismo es estructural en Guatemala, es parte del sistema de poder. Debemos entender que somos una nación pluricultural y coexistir en complementariedad”, anotó la autora.

Al igual que su colega chilena, Chávez usa sus versos para luchar contra la “explotación de tierras, la migración, el racismo” y otros problemas que sufre Guatemala.

La poesía, “si se hace desde la honestidad, tiene poder, llega a la conciencia y mueve fibras que no se mueven con otros discursos”, afirma.

Según Chávez, “en estos tiempos de dolor y violencia”, en los que la tierra “se está regenerando porque no aguanta más”, son fundamentales festivales como el de Medellín, puesto que propician “alianzas” entre personas y entre culturas.

Los seres humanos estamos “ávidos de encontrar algo más”, una “espiritualidad” que puede estar en la poesía, concluyó la escritora guatemalteca.