Italia instala un estado carcelario

09.Ago.09    Análisis y Noticias

NUEVA LEY

Entra en vigor la ley italiana que convierte en delito la inmigración irregular
La ley italiana que convierte la inmigración irregular en delito y legaliza las patrullas de ciudadanos para que vigilen las calles por la noche ha entrado hoy en vigor, después de que el decreto fuera firmado por el ministro del Interior italiano, Roberto Maroni, y publicado en la Gaceta Oficial.

08/08/2009

ROMA-. La ley ha generado un intenso debate en Italia, donde numerosos sectores, empezando por el principal partido de la oposición, aseguran que es anticonstitucional.

La medida que ha generado más polémica es la que cataloga la inmigración irregular como delito, castigando a todos aquellos extranjeros que se hallen en territorio italiano sin los papeles en regla a pagar una multa de entre 5.000 y 10.000 euros. Asimismo, pena con hasta tres años de cárcel a quienes alojen o alquilen habitaciones a los inmigrantes que se encuentren en situación irregular.

Finalmente, la ley no incluye la medida que había sido propuesta en un principio y que obligaba a los médicos a denunciar a las autoridades la presencia de pacientes en situación irregular en sus consultas.

Otra de las novedades es la prolongación de dos a seis meses del periodo que los inmigrantes ’sin papeles’ deben transcurrir en los centros de identificación y expulsión para facilitar que el proceso de repatriación se lleve realmente a término, al dar más tiempo a las autoridades para tramitarlo.

Patrullas de ciudadanos

La nueva norma también regula las discutidas patrullas de ciudadanos, cuyo objetivo es vigilar las ciudades por la noche para “combatir la criminalidad” y ayudar a la Policía a “localizar a los delincuentes”.

Las patrullas pueden estar formadas por un máximo de tres voluntarios mayores de 18 años, siempre y cuando gocen de” buena salud física y mental” y no tengan adicción al alcohol o a las drogas ni antecedentes penales.

Deberán desplazarse a pie y vestir con un chaleco amarillo con el logotipo de la organización a la que pertenecen, que no podrá representar a ningún partido político u organización sindical, ni recibir de financiación de este tipo de organizaciones.