Encuentran restos indígenas de más de mil años en el sur de Nicaragua

10.Ago.09    Análisis y Noticias

Hallan esqueletos y calaveras indígenas

A orillas del lago Cocibolca, en Granada

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Alrededor de 20 individuos estaban sepultados desde hace mil años a orillas del lago Cocibolca, en Granada, pero de la mitad de ellos sólo fueron enterradas sus cabezas.

Un equipo internacional de arqueólogos excavó recientemente parte de lo que fue una comunidad indígena, a pocos kilómetros del Mombacho.

Un reportaje de la revista Magazine, en circulación a partir de hoy (domingo) con LA PRENSA, revela el hallazgo en una zona rural de Granada, pero los arqueólogos prefieren mantener anónimo el sitio para evitar el saqueo de buscadores de tesoros.

El reportaje “Las calaveras del Mombacho” revela la tesis de sacrificios humanos o víctimas de guerra vinculadas a los ritos religiosos de las culturas migrantes del centro y sur del actual México, que llegaron a la región centroamericana entre los años 800 y 1,350 de nuestra era, conocido en la cronología como el período Sapoá.

Geoffrey McCafferty, profesor de Arqueología de la Universidad de Calgary y jefe del proyecto, expresó que “de los 20 individuos que hemos encontrado, casi la mitad está sin cuerpo asociado; una interpretación sencilla es que son evidencias de guerra o sacrificio, por el momento no quiero hacer una interpretación porque los datos están en proceso”.

Aunque no es la primera vez que se encuentran calaveras en asentamientos precolombinos, éste es el descubrimiento de mayor número de estos posibles sacrificios. Lamentablemente por el estado de los huesos es imposible realizar un examen forense que verifique si los individuos fueron decapitados.

Más de 20 arqueólogos nicaragüenses, canadienses, salvadoreños y costarricenses empezaron a excavar en diferentes puntos de esta zona hace cuatro semanas. Encontraron una pared de piedra que pudo formar una especie de terraza indígena, también cerámica y artefactos de caza y sobre todo de pesca, y rastros de antiguas chozas.

Sin embargo, la gran sorpresa estaba en un promontorio donde desenterraron una decena de calaveras humanas y restos de ollas fúnebres, separadas de los entierros tradicionales de cuerpo completo encontrados en otro sector de las excavaciones.

Los restos serán enviados a la Universidad de Calgary, en Canadá, para determinar su edad exacta; y en Costa Rica se realizarán pruebas de ADN para compararlos con los huesos encontrados en otras aldeas y determinar la etnicidad de los habitantes de esta comunidad.

También se encontró cerámica, anzuelos y semillas del período anterior a las supuestas migraciones “mexicanas”, que evidencia el cambio cultural tras la llegada de los mismos.

El período Bagaces (del año 300 al 800 de nuestra era) estaba marcado fuertemente por la cultura chibcha del sur, explicaron algunos arqueólogos.

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¿Hijos del maíz o del frijol?

El arqueólogo Geoffrey McCafferty señala que esta evidencia es aún débil para demostrar la teoría de las migraciones del norte en el periodo Sapoá, aunque hay objetos excavados a mayor profundidad que reflejan figuras menos elaboradas como anzuelos, puntas de lanzas pintadas en rosado y blanco, herramientas para cortar carne o plantas que corresponden al período Bagaces.

Los objetos a menor profundidad representan a jaguares, serpientes emplumadas o son cerámica tripié, características de las culturas del norte.

Una evidencia contundente sería encontrar comales y granos de maíz, fundamentales en las culturas mexicanas, pero a pesar de las crónicas españolas de la Conquista, no hay hasta el momento una excavación en Nicaragua que las haya encontrado.

En cambio, abundan los granos de frijoles, por lo que la revista Magazine se pregunta si en lugar de ser hijos del maíz, realmente los nicaragüenses somos hijos del frijol.