Los Altos, Chis., 6 de julio. En los municipios autónomos San Andrés Sakamch’en de los Pobres y San Pedro Polhó, la jornada electoral transcurrió con la destrucción de casillas electorales y quema de urnas, cortinas y papelería por parte de bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Los incidentes fueron más significativos en comunidades zapatistas de Chenalhó, como Polhó (Majomut), Acteal Alto, Tzanembolom, La Libertad y Takiukum. También en San Andrés se quemaron urnas.
En los Altos, la jornada electoral transcurrió en un ambiente de desinterés y alto abstencionismo; sólo en San Juan Chamula podría decirse que estuvo animada. En cambio, por ejemplo, la casilla básica instalada en el quiosco de la cabecera municipal oficial de Chenalhó, después de las 15 horas había recibido 135 personas de las más de 600 en el padrón, y los funcionarios de casilla no esperaban ya votantes. “Los que iban a venir vinieron temprano”.
El quiosco de la cabecera municipal de San Andrés amaneció hoy con una manta sobre su escalinata que decía: “(En) los territorios del EZLN y los municipios autónomos se prohíbe la instalación de casillas el 6 de julio”. Enmedio de la plaza, en día de mercado, el quiosco donde antes se instalaba (igual que en tantos poblados) la mesa electoral, esta mañana estuvo paradójicamente vacío.
Alrededor, miles de tzotziles. Algunos ancianos bebían posh y luego su “refresquito” junto a la iglesia, y rezaban en alto. El domingo iba descalzo en las mujeres chamulas, andreseras, y de Magdalenas entre los puestos de rábanos y plátanos, yerba santa en manojo, camote dulce, elote cocido, mechones negros y blancos de lana cruda, grandes borlas de hilo grueso con olor a humo y borrego. Ollas, botas hechas a mano. La lechuga se vendía por hojas. Maíz morado, dorado, rojo, negro, blanco.
Desestimando la prohibición explícita de los autónomos, en las cabeceras de San Andrés y Polhó el IFE instaló las urnas “a un ladito”. En la primera, las autoridades priístas, minoritarias pero oficiales, pusieron un lugar alterno para las casillas, en el mismo centro. Hacia el mediodía, decenas de indígenas zapatistas, muchos con paliacates y pasamontañas, irrumpieron en el lugar, destruyeron la casilla y llevaron la papelería al quiosco. Una vez ahí, la quemaron.
El palacio municipal, en la misma plaza, sede de las autoridades autónomas, estaba cerrado. A esa hora el mercado comenzaba su dispersión, mas al tensarse el ambiente se apresuró el retiro de los puestos, como si fuera a llover. Pero era el humo de la hoguera electoral.
El IFE anunció en días pasados que la urna correspondiente a Polhó la instalaría en Majomut (un barrio de la comunidad de Polhó), a 20 metros del campamento militar. Eso hizo. A las ocho de la mañana, mientras votaban algunos campesinos, llegaron un centenar de zapatistas y desmontaron la instalación electoral. Hubo golpes. Más tarde, los priístas y los funcionarios de la mesa mostraron a la prensa sus lesiones: una ceja partida, un hematoma parietal, una mano hinchada; y los daños: una bocina arrancada de su base y varios vidrios rotos en una ventana de la escuela donde se efectuaban los comicios.
Los autónomos pedranos se dirigieron a la carretera y frente al acceso de Polhó prendieron fuego a la papelería. A eso de las 11:30 ya terminaba de consumirse la hoguera en la cuneta cuando llegaron al lugar reporteros de las agencias Notimex y AP, de Televisa y el diario Cuarto Poder. Tomaron video y fotos. En el lugar había decenas de indígenas reunidos, que de inmediato los rodearon y les quitaron sus cámaras, teléfonos celulares y grabadoras.
Minutos después llegó este enviado y encontró a sus colegas todavía con susto, por el forcejeo. Relataron que los indígenas habían revisado sus vehículos y les habían exigido sus identificaciones. Ahora esperaban que documentación y equipo les fueran devueltos. Pasado el mediodía llegó un representante del municipio autónomo a explicar. “Ustedes son los que vinieron a provocar, al no pedir autorización para tomar fotos”. Los reporteros lo negaron: “para nada”, dijo uno. Minutos después, los periodistas recibieron sus cosas y se marcharon. Como dijo otro de ellos: “Venimos por la nota, y resultamos nosotros la nota”.
El representante autónomo expresó a La Jornada que el municipio no tenía nada que declarar, salvo que en sus territorios no se aceptan “esas elecciones”. Esta tarde, por los caminos de San Andrés aparecieron pequeños leteros escritos en papel donde se leía: “En los territorios autónomos está prohibido instalar casillas electorales”.