Movimiento de Autonomías en Red - MAR

20.Dic.09    Análisis y Noticias

Somo una oleada que viene desde abajo, sube y baja como las mareas, se extiende por todas partes, cava orificios y cuevas en las costas, trae botellas con mensajes desde tiempos remotos, deja en la arena trozos de madera tallada, permite la comunicación de un lugar a otro, los niños encuentran conchitas y algas, dibuja las más bellas obras de arte en los roqueríos, rechaza los cantos de sirena y nadie puede agarrarlo, gobernarlo o dirigirlo, pues no tiene hilo ni trama. Es contenido sin forma y se adapta al viento empujando el perfil de las costas para modificarlos a su manera. Es firme y cariñoso, tierno y acogedor, pero en su vientre anidan el temporal y la tormenta contra quienes osan faltar el respeto a los ancestros. En nosotros navega el Caleuche y somos herederos de los piratas, de los malones y de los lafkenche, de los changos, nagche y pescadores artesanales, somos chilotes, quechuas y aymaras, onas, moyes, diaguitas, pehuenche y alacalufes, porteños, sanfelipeños y rancagüinos, de Alto Hospicio y Azapa, de Los Vilos y Petrohué, Cerro Polanco, caleta Puchuncaví, calafate y tamarugal, cóndor y carancho, puma y huemul, hielo y desierto, pampa y valle, río y salto de agua, árboles y algas. Somos hijos de la escuela Santa María de Iquique, Ranquil, 26 de Enero, campamento Nueva Habana, Peñalolén, Lo Hermida, La Victoria, Pincoya, la esquina, el barrio, la pobla.

El Movimiento de Autonomías en Red no es una organización ni tiene estructuras o jefes, sino que es meramente una dinámica de cambio natural y espontánea de la población que va transformando sus formas de vida cotidiana al gusto y necesidades definidas por los vecinos. Somo pacifistas, pero no queremos que nadie ejerza violencia física o ideológica contra nosotros, sino que nos deje vivir y crecer en paz. Esa es nuestra disposición, pero también somos como los mapuche, que cuando los agreden se juntan para elegir un toqui, como los lacandones que eligen un subcomandante o como las identidades territoriales mapuche que se articulan en xawun. Y eso no es una amenaza ni una promesa, es así nomás.

Somos ecologistas porque creemos que necesitamos retomar el vínculo directo con la naturaleza, con la producción de alimentos y la instalación de huertas de permacultura en cada barrio urbano. Hay muchos discursos al respecto y promesas que no se cumplen. Nosotros nos entrecruzamos entre los que ya lo estamos haciendo y también con aquellos que están empezando o desean hacerlo.

Somos espiritualistas porque creemos que el encuentro de vecinos y la formación de comunidades barriales permite revitalizar el newen y la vinculación profunda con la madre tierra. No estamos por la espiritualidad de aquellos que son convocados una vez por semana a rezar y luego continuan reproduciendo la sociedad de personas divididas, individualistas y en competencia permanente.

Somos humanistas porque pensamos que las personas viven separadas y se necesita volver a la vida en común. Nosotros no provenimos de Adán y Eva, sino de la horda, donde se compartía la tierra, la producción de alimentos, la vida cotidiana y el consumo entre todos.

No es un agrupamiento para el cambio, sino la dinámica del cambio.
No es una propuesta de cambio, sino que la forma que descubre cada uno con otros en su barrio para hacerlo.
No es gente que se agrupa para cambiar, sino que es gente que descubre que nos hacen vivir separados y en competencia, somos gente cualquiera, gente común que inventa la necesidad de estar juntos y reconstruye las comunidades humanas.
Usted no se une a nosotros para cambiar, sino que hace cambios en el barrio con sus vecinos y podremos intercambiar ideas, hacer un taller juntos, organizar una feria del trueque y aprender los unos de los otros de comunidad a comunidad.

No convocamos a la militancia, sino que hablamos al vecino. No le decimos nada sobre el gobierno, el capital y la globalización, sino los buenos días, tal vez un abrazo y una mirada, pues no nos interesa si vota o no vota ni por quien vota. Quizás una ronda al estilo Gabriela Mistral o el intento de que nuestros hijos jueguen juntos en la plaza ante nuestra atenta presencia sonriente y dialogante. Poco a poco, con la práctica de actividades cotidianas en conjunto irán conociendo la fuerza y capacidades de sus propias manos y sensibilidades en la transformación del entorno y de sus propias relaciones vecinales. Es la escuela del mundo de la vida.

Para nosotros no hay reglas ni estrategias para el cambio, ya que cada realidad local es diferente de la otra, así como cada persona tiene el derecho y el deber de pensar distinto que la otra, para desarrollar desde la diversidad el encuentro práctico y constructivo en las actividades barriales de cotidianeidad, es decir, que cubran necesidades y realizaciones del día a día que sirvan a todos los vecinos.

Así como las personas de una localidad pueden realizar actividades cotidianas en conjunto, lo mismo ocurre respecto al encuentro de barrios, por lo que estimulamos la interacción, el intercambio horizontal y la realización de actividades comunes para espacios territoriales mayores y así sucesivamente hasta alcanzar dimensiones que trasciendan las fronteras, ya que si nos orientamos por los límites entre estados estaremos aislándonos de nuestros hermanos de otras partes, con quienes aspiramos también a tejer relaciones directas de comunidades a comunidades.

Mediante estas formas de interacción horizontal entre barrios y comunidades sin subordinarse unos a las ideas de los otros y sin constituir centros de comando o dirección vertical, somos un movimiento dúctil, flexible y constructivo, en que nos estimulamos y apoyamos mutuamente, por donde pueden circular grupos musicales, murgas, tambores, productos elaborados por nosotros mismos o adquiridos en el mercado tradicional en conjunto para abaratar costos.

Haremos como los mapuche, que para un juicio de su derecho ancestral se reunen los lof, juegan entre ellos y hacen un asado de contraternización. Promovemos la visita masiva de un barrio a otro, en especial de ciudades diferentes, por ejemplo viajar por el día a una comunidad barrial en la costa.

También vamos a promover visitas masivas con actividades conjuntas entre comunidad y comunidad mediante el transporte limpio, esto es, bicletas, patines, skates y otros, en forma de caravanas comunitarias. Por ejemplo coordinar con la comunidad de San Antonio que un sábado y domingo venga una caravana comunitaria de Puente Alto.

En esas condiciones, como movimiento MAR, nos planteamos construir nuevos modos de vivir en los barrios, comunidades urbanas que expresen el día a día del vecindario como una forma de democracia directa que vaya perfilando una nueva sociedad desde abajo independientemente del gobierno de turno.

Pensamos que esos espacios de vida compartida permiten constituirse en sujetos democráticos comunitarios con capacidad de proponerse medidas y formas de comportamientos más acordes con las necesidades concretas de la población en cada lugar.

Invitamos a las agrupaciones y colectivos de carácter autónomo de todo el país, culturales, sociales, productivos, originarios, comunicacionales, etc. a un gran encuentro a organizar entre todos a mediados del mes de marzo de 2010 en el centro del territorio, para facilitar la llegada de delegaciones del norte y del sur. En ese encuentro cada colectivo y comunidad mostrará lo que está haciendo y las necesidades que tiene. Por ejemplo comités de defensa contra la minería, bibliotecas barriales, ecoaldeas, centros culturales, huertas barriales, comunidades de vida, producción y consumo, grupos de tambores, medios de comunicación, grupos musicales o contra la pesca de arrastre. Nadie vendrá a enfrentar al otro ni a decirle como hay que hacerlo, sino que cada uno expondrá como lo hace, sus métodos y resultados. Los demás verán si desean, o no, aprender de la experiencia presentada. Ninguna experiencia es mejor que la otra ni es “la papa”. Ninguna va delante o detrás de las otras y se irán entendiendo horizontalmente como sujetos comunitarios de igual a igual, de tú a tú. No aspiramos a las afinidades ideológicas sino al desarrollo de la vida en común de los diferentes en cada barrio y localidad.

En la semana de la mitad de marzo las organizaciones estudiantiles universitarias institucionales y partidarias se abocan a la recepción de los mechones mediante actividades vacías de contenido y más bien bastante estúpidas y violentas, marcadas por la propaganda y la visibilidad de “líderes” que luego serán candidatos a alguna cuota de poder, por lo que el encuentro de las autonomías será al mismo tiempo para los estudiantes la semana de recepción popular a los mechones, donde vecinos y agrupamientos autónomos y comunitarios mostrarán a los jóvenes futuros profesionales que es posible otro mundo construido desde abajo. Un mundo donde quepan muchos mundos. Ellos verán que hay mundos subterraneos escondidos y tergiversados por el saber-poder, conocerán decenas de experiencas de autoorganización de diferentes lugares del país y podrán ver que su futuro profesional no está solamente en el estado y el mercado, sino que se abre una tercera posibilidad que es la autogestión barrial comunitaria.

Desde ya invitamos a los mechones, estudiantes secundarios y universitarios en general a comunicarse con nosotros, organizar juntos esta “Otra semana mechona” e intercambiar preparativos para evadir esas actividades ridículas de las instituciones y participar una semana escuchando y opinando sobre distintas prácticas sociales autónomas, conociendo y experimentando con huerta, compostera, abonera, baño seco, horno de barro, producción autogestionaria y las más variadas actividades artísticas y culturales, con talleres de educación popular, salud comunitaria, comunicación barrial e interacción con vecinos, jóvenes y niños.

A las experiencias autónomas y comunitarias ya instaladas o en germen invitamos no sólo a venir y coordinar horizontalmente la organización de esa semana, sino también a que avisen a sus colectivos amigos de otras regiones, que corra la bola, todos tienen cabida en la autonomía, aún un grupo de lectura o un micro emprendimiento productivo familiar, grupos de tercera edad y de jóvenes, dos o tres amigos que se juntan de vez en cuando, vecinos que les gusta reunirse y hablar temas, grupos o encuentros de mujeres, de gays o lesbianas y los que se interesen en participar para mostrar lo que hacen y comenzar a salir de la invisibilidad motivando a otros a que también hagan lo suyo en sus respectivos barrios.

Vamos a aprovechar la crisis de cohesión y conducción del bloque en el poder para mostrar la alternativa popular de autoorganización barrial comunitaria y cambios desde abajo. Ahora es nuestra hora. Tal vez organizaremos maneras de salir a la calle simultaneamente en los más diferentes lugares una vez cada dos meses, cada uno mostrando sus reivindicaciones, necesidades y logros, como una programación común para el año 2010 en que las instituciones celebran su Bicentenario de organización de poder y nosotros recordaremos la ocupación del Wallmapu por el estado chileno. Pero esa es una idea más de las muchas que están circulando y podrán sistematizarse entre todos de aquí a marzo.

Estas notas han sido resumidas del intercambio al respecto tenido entre varias experiencias, colectivos y personas individuales. La idea es que sigan habiendo escritos y notas al respecto para hacer desde aquí una cadena de reflexión, opiniones, aportes y lo que venga. Nuestra propuesta es que cada aporte escrito desde ahora se sume a este y muchos aportes anteriores y sirva a todos para enriquecer sus propios modos de entender y hacer las cosas.