El show de los mineros chilenos
El pozo de los deseos reprimidos
Álvaro Cueva
Estoy entre fascinado y aterrado con el fenómeno mediático que se ha generado alrededor del rescate de los mineros chilenos.
¿Por qué fascinado? Porque es una historia maravillosa de supervivencia.
¿Por qué aterrado? Porque esto no es espontáneo, hay todo un montaje político e ideológico alrededor de las imágenes que han salido de ese agujero.
Pero vámonos por partes. ¿Quiénes han cubierto este asunto? Prácticamente todas las televisoras nacionales e internacionales.
Pero no nos confundamos, esto no tiene, ni remotamente, el peso mediático que en otro momento han tenido acontecimientos periodísticos como los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos o la llegada del hombre a la luna.
Por alguna extraña razón, en diferentes partes, se nos ha tratado de vender la idea de que la humanidad entera vibra al ritmo de los mineros chilenos, pero no es cierto.
El rescate de los mineros de Atacama es una gran nota, pero no es La Nota y a las pruebas me remito:
A diferencia de lo que ha ocurrido con otros eventos, algunos de ellos tan positivos como la caída del Muro de Berlín, aquí hubo canales que ni interrumpieron su programación ni comentaron el rescate.
La noche del 12 de octubre, por ejemplo, El Canal de las Estrellas, salvo a la hora de “El noticiero”, ni se inmutó con los mineros y, como esta señal, la de todas, absolutamente todas, las televisoras públicas del Valle de México.
No todos los sistemas informativos estuvieron amarrados las 24 horas a esta noticia. Salvo excepciones como CNN en español, el rescate de estos señores fue una nota más del montón.
¿Y qué me dice de estaciones como Telefórmula y el Canal 52MX? Mientras en otras partes estos pobres mineros eran la locura, ellos continuaban en su mundo de finanzas, espectáculos y deportes.
No nos dejemos engañar, el rescate de los mineros de Atacama es algo muy bonito, pero nada más. Hay otras noticias que podrían estar ocupando ese espacio sólo que, ya ve, la prioridad es el show.
¿Cómo se fueron presentando las cosas? Desde la perspectiva de la televisión, la primera televisora mexicana en mandar a un conductor estrella a cubrir el rescate fue TV Azteca con Jorge Zarza.
Televisa tenía a una excelente corresponsal reportando desde el lugar de los hechos, pero a los pocos días mandaron a Paola Rojas a hacer lo mismo.
¿Quiénes estuvieron al pie del cañón la noche del martes pasado? Azteca 13 con cortes informativos conducidos por Javier Alatorre y FOROtv con una cobertura magnífica que aprovechó a titulares de diferentes espacios como Guillermo Ochoa, Adela Micha, León Krauze y Leo Zuckerman.
Milenio Televisión le dedicó gran parte de sus transmisiones a este acontecimiento y Cadenatres tuvo a Francisco Zea reportando desde sus estudios.
A nivel internacional, los canales que más hicieron fueron: CNN Internacional, Euronews y BBC World.
¿Quién lo hizo mejor? CNN en español. ¿Por qué? Primero, porque sus cabezas tuvieron una logística perfecta tanto en Chile como en Atlanta. Segundo, porque su conductora Patricia Janiot jamás perdió el control ni de la información ni de la producción.
Tercero, porque su manejo de imágenes fue espectacular. No se les fue nada. Y cuarto, porque a diferencia de los canales mexicanos, esa gente sabe cerrar la boca.
Nosotros, como siempre, parecíamos merolicos vendiendo ungüentos para los callos en lugar de periodistas compartiendo una noticia en vivo con el público televidente.
Nos falta mucho para llegar a las grandes ligas, para entender que no es lo mismo la radio que la televisión, para producir en tiempos de Internet. ¿A poco no?
A mí, lo que no me deja de dar vueltas en la cabeza, es el montaje político e ideológico de este espectáculo.
Usted se dio cuenta, todo estaba preparadísimo para que el presidente de Chile se vendiera como el típico líder latinoamericano valiente, omnipotente y dramático, y para que se le mandara al mundo un mensaje de promoción y progreso.
Nada ni nadie podía tapar las cámaras, se administraron acreditaciones periodísticas como si se tratara de un concierto de rock y los mineros salían y eran recibidos por su bandera.
Todas las tomas estaban planeadísimas, los familiares tenían que esperar su entrada como en el teatro y ningún rescate estaba completo si no había foto con Sebastián Piñera.
¡Hasta Evo Morales aprovechó la oportunidad para hacerse publicidad!
Yo sé que aquí se ha hecho una lectura bastante densa comparando el rescate de Atacama con el caso Pasta de Conchos, ¿pero qué hubiéramos dicho de este montaje si sus protagonistas hubieran sido Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto o Marcelo Ebrard?
¿Estaríamos igual de felices o estaríamos discutiendo su protagonismo? ¿No los estaríamos acusando de hacerse promoción, de haber gastado una fortuna en publicidad y de cosas peores?
acueva@milenio.com