Autor: “ Gustavo Esteva”

Gobernarnos

Ante el desastre que se perfila, la fuente de esperanza puede estar en la posibilidad de que la propia gente ejerza desde abajo capacidad de gobierno, al constatar que arriba se perdió esa capacidad.


La batalla de Oaxaca

Minutos antes de la masacre que dejó 6 muertos y más de cien heridos, el autor escribe estas notas:
Oaxaca está ardiendo. Hay conciencia clara del momento de peligro. Por eso, desde todos sus rincones, se apela hoy al coraje, tanto al que expresa la indignación moral que comparte un número creciente de personas como el que significa valor, entereza, capacidad de caminar con dignidad y lucidez en estos tiempos oscuros. La batalla acaba de comenzar.


Al derecho y al revés

Reconstruir hoy, como expresión suprema de resistencia, no es reparar o remediar instituciones cada vez más contraproductivas, amenazantes e irracionales. En rigor, nada puede salvarlas.
Lo que ha de reconstruirse no está ahí, sino abajo.
Reconstruir o reformular nuestras propias normas en comunidades y barrios, en el seno de nuestras organizaciones renovadas.
En el tejido apretado de hombres y mujeres reales que se conocen entre sí, que pueden ver lo que son en los ojos del otro, de la otra, en los espacios en que nosotrear es un estado de cosas y una manera de ser, podemos seriamente decir la verdad, decírnosla.
El empeño autónomo organizado, el que viene de abajo, el que se afirma en la dignidad ante todos los desastres y sabe que vivir es luchar, se extiende cada vez más y empieza a aparecer como una red de refugios interconectados y autosuficientes en medio de la tormenta que anuncian ya otra posibilidad.


Comienza en México la Campaña Nacional en Defensa de la Madre Tierra y el Territorio

Autonomía de comunidades y barrios que establecen sus propias normas de comportamiento y convivencia.


México: Tejidos de resistencia. Ante la militarización de Oaxaca, Defensa Comunitaria

Conozca la “Guía para la Defensa Comunitaria”


La resistencia a obedecer

Revolucionar significa que al fin sabemos que no hacen falta líderes, plataformas, partidos, estrategias o programas revolucionarios. Y que no se trata de tomar o destruir los aparatos podridos de la dominación; de conquistar el “capital”, como si fuera una cosa, no una relación.


Y sí, aprendimos

Quienes tuvimos el privilegio de asistir al primer curso de La libertad según los zapatistas nos graduamos el viernes pasado.