Autor: “Euge Murillo”

La vida en común no se puede desalojar

“Yo ya no me pienso individual”, dice Pipi; se llama Gabriela pero casi no utiliza ese nombre. Es parte del grupo de mujeres y niñes que fueron desalojades de la Casa Cultural Pringles el sábado pasado, un proyecto de vivienda colectiva, autogestionada y autónoma, en busca de reparación para las heridas de la violencia patriarcal e institucional.