Autor: “Maristella Svampa y Enrique Viale”
De la ceguera ecológica a la indignación colectiva
Las imágenes del colapso ecológico están entre nosotros, como sociedad vivimos una especie de “ceguera ecológica”, por la cual se toman como naturales eventos extremos en el medio ambiente. Es inaceptable que no se vinculen los efectos de la ola de calor récord y la sequía con los modelos de maldesarrollo. Entender que nuestra tierra está dañada pero no definitivamente perdida, reconectar nuestra indignación con las prácticas de resiliencia que aportan otros lenguajes de valoración del territorio, de la naturaleza, son la vía para la construcción de “una clase ecológica consciente y orgullosa de sí misma”.
Argentina: El Lanín como sitio sagrado: un rechazo que atrasa la discusión
La revocación en tiempo récord de la decisión de declarar al volcán como “sitio natural sagrado” para la comunidad mapuche es parte de la campaña racista contra el pueblo. Un acto sin ningún costo político ni para la derecha ni para el oficialismo, sostienen Maristella Svampa y Enrique Viale en esta columna. Además que impide la discusión sobre la interculturalidad, golpea la posibilidad de pensar y asumir otras miradas no occidentales sobre la Naturaleza y alienta el discurso de odio contra un pueblo originario.
Argentina: Chubut y la degradación social e institucional que provoca la megaminería
A espaldas de la sociedad, con represión, con degradación institucional, con corrupción política: así se impone la megaminería en casi todo el mundo. No por casualidad es la actividad extractiva más resistida en el planeta, en América Latina, en Argentina. Oposición que se ha incrementado en contextos de escasez hídrica, como el actual, en plena crisis climática.
Hace años que venimos advirtiendo que la megaminería no sólo es sinónimo de contaminación ambiental sino también de una gran degradación social e institucional. Lo que ocurre en la provincia de Chubut es una demostración cabal de ello.
Argentina y los efectos del glifosato. Nuestro Chernóbil criollo
Las cosechas récord y el boom de la carne argentina en el mundo han venido de la mano de la destrucción masiva de bosques nativos, de la degradación acelerada de los suelos, de la contaminación del agua y de los pueblos fumigados con agrotóxicos. Los impactos sanitarios y ambientales del agronegocio se hacen sentir: se ha convertido en el mayor problema socioambiental de nuestro país por su extraordinaria extensión y proporción de ocupación territorial.
El colapso ecológico ya llegó
¿Qué sabemos de verdad sobre el colapso ecológico? Aunque figuren millones de entradas en internet, seguimos creyendo que es un tema para minorías movilizadas y expertos, o una preocupación de países ricos. Como dice Maristella Svampa, muchos somos “analfabetos ambientales”, más o menos conscientes de que los modelos de desarrollo hegemónicos dañan la naturaleza y son insustentables pero también de que no hay alternativas porque “la economía tiene que crecer”. Incluso cuando una pandemia paraliza el planeta, poco se dice de las causas socioambientales que la originaron. Prima la desinformación y el discurso de un enemigo invisible al que vencer para volver cuanto antes a la normalidad. Pero no nos cuestionamos a qué normalidad queremos volver. Este libro traza una cartografía de las luchas globales y de los conflictos socioambientales en la Argentina del siglo XXI
Hacia un Gran Pacto Ecosocial y Económico
La justicia social y la justicia ambiental deben ir articuladas. La otra cara de la transición es potenciar la agroecología para transformar el sistema agroalimentario argentino mediante la creación y fomento de cinturones verdes de agricultura ecológica en ciudades y pueblos de todo el país generando empleo y garantizando alimentos sanos, seguros y baratos. Además, esto promueve la soberanía alimentaria con sistemas de producción y distribución dirigidos al desarrollo de mercados locales agroecológicos de pequeños productores, solidarios que fomenten una cultura asociativa y comunitaria y una responsabilidad ciudadana en el consumo.