Autor: “Nueva Tribuna”

Irak: Al-Sadr o el sorpresivo triunfo del nacional-populismo

El flamígero clérigo se convirtió en la principal pesadilla de las fuerzas norteamericanas de ocupación después de la derrota y eliminación del aparato baasista. Bush (W.) puso precio simbólico a su cabeza. “Un solo hombre no puede comprometer la paz de un país entero”, dijo de el presidente que promovió la guerra causante de cientos de miles de muertos.
Sadr organizó a los millares de pobres de los barrios periféricos de Bagdad, Basora y otras ciudades en una fuerza político-militar denominada Ejército del Mahdi (el mesías shií por venir).