Panamá: Comunidades indígenas y campesinas cortan carreteras contra dos proyectos hidroeléctricos

Fuertes choques con la policía dejan heridos en ambos lados



HispanTV
10 de enero 2013

La Policía panameña lanzó el jueves gas lacrimógeno para dispersar a los indígenas que protestaban contra un proyecto hidroeléctrico del Gobierno en sus tierras.

Al menos tres manifestantes y cuatro policías resultaron heridos durante las protestas de los campesinos que volvieron a cerrar la vía interamericana en la provincia de Veraguas, 300 kilómetros al oeste de la ciudad capitalina, Panamá.

Las protestas de los campesinos derivaron en enfrentamiento con las fuerzas de orden por segundo día consecutivo. Los manifestantes lanzaban piedras a los agentes y los uniformados les respondían con balas de goma y gas lacrimógeno.

El miércoles también similares movilizaciones se desarrollaron en las que comunidades indígenas para exigir la suspensión de los proyectos hidroeléctricos de Las Cruces en Veraguas y Barro Blanco en Chiriquí.

Los manifestantes denuncian que el desarrollo de tales proyectos afecta los recursos naturales de la zona y solamente unos pocos aprovecharán de sus beneficios económicos, mientras dejará un gran número de personas desplazadas.

Según la Coordinadora Campesina, un total de 27 comunidades se oponen al proyecto gubernamental y a las ilegalidades en su Estudio de Impacto Ambiental.
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EFE
10 de enero 2013

Al menos tres indígenas y cuatro policías resultaron hoy heridos cuando los primeros retomaron el cierre de la vía Interamericana en la provincia de Veraguas, 300 kilómetros al oeste de la capital, en rechazo a un proyecto hidroeléctrico.

El nuevo enfrentamiento entre los aborígenes, miembros de la Unión de Indígenas y Campesinos de Veraguas, y la policía se produjo a la altura del puente del río San Pablo en la comunidad de Cañazas, con el mencionado saldo de heridos, según informaron medios locales.

Los manifestantes lanzaron piedras a los agentes antidisturbios de la Policía Nacional, cuatro de los cuales resultaron con contusiones, mientras que éstos respondieron con gases lacrimógenos y balas de goma, de acuerdo con estos mismos despachos informativos.

Además de los policías, se informó de tres indígenas heridos en los enfrentamientos, pero ningún detenido.

El ministro panameño de Gobierno, Jorge Ricardo Fábrega, señaló, por su parte, que el desarrollo hidroeléctrico es de “importancia” para el país y que se debe aprovechar “responsablemente”.

Más temprano, la policía dispersó con gases lacrimógenos a un centenar de indígenas y campesinos que bloqueó la vía Interamericana en la provincia de Veraguas, en rechazo a un proyecto hidroeléctrico que, alegan, afectaría sus comunidades y el río del lugar.

Además, un grupo de aborígenes de la Comarca Ngäbe Buglé también bloqueó la vía Interamericana a la altura de la comunidad de Tolé, en la provincia de Chiriquí, 400 kilómetros al oeste de la capital, en protesta contra el proyecto hidroeléctrico Barro Blanco que se desarrolla en zonas aledañas a dicha demarcación indígena.

En Veraguas, el primer enfrentamiento dejó un saldo de un detenido que después fue liberado, dijo a los periodistas uno de los líderes de la protesta.

El proyecto hidroeléctrico Las Cruces, al que se oponen los campesinos, está ubicado en Cañazas, Veraguas, utilizaría las aguas del río San Pablo para producir cerca de una veintena de megavatios de energía eléctrica.

Según la Unión de Indígenas y Campesinos de Veraguas, este proyecto afectaría las aguas del río y a más de 25 comunidades cercanas al mismo.

El oficial Carlos Rumbo, de la Policía de Veraguas, dijo que no se permitirá la interrupción del tráfico en la vía Interamericana.

Por su parte, los indígenas Ngäbe Buglé también fueron replegados por la Policía, que reabrió la vía Interamericana que había sido cerrada al tráfico por los aborígenes en rechazo al proyecto Barro Blanco.

La cacica Ngäbe Buglé, Silvia Carrera, señaló a los periodistas que cerraron la vía porque el Gobierno no atiende los reclamos de su comunidad sobre este proyecto, del cual piden su cancelación y un peritaje internacional de las obras
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Aporrea

Panamá, enero 10 - Indígenas de la comarca Ngäbé Büglé cerraron la vía Interamericana en Tolé, provincia de Chiriquí, en protesta por el proyecto hidroeléctrico Barro Blanco y por la dignidad en el marco de las conmemoraciones de la gesta del 9 de enero de 1964.

La acción se definió por 20 minutos. Pero, los miembros antidisturbios de la Policía Nacional lanzaron gases lacrimógenos antes de lo estipulado. Los indígenas que protestaban en Tolé solicitan un peritaje al proyecto de Barro Blanco para que se confirme que esa obra afecta a comunidades indígenas. Por otro lado, campesinos e indígenas sobre el puente en el río San Pablo fueron reprimidos por agentes antidisturbios ya que además de conmemorar la gesta del 9 de enero, rechazan el proyecto hidroeléctrico Las Cruces en el distrito de Cañazas.

En Colón, el Frente Amplio de Colón realizó acciones y marcha durante la mañana como en la tarde. Cabe decir que las acciones en esta provincia retornaran a las calles. Con la articulación nacional de indígenas afectados en la masacre de Changuinola en el 2010 y reforma minera en febrero de 2012.

Cabe decir, que el pueblo panameño no olvidará la gesta del 9 de enero de 1964, ya que no permitirán que la historia sea olvidad por el interes mercantil y por anular todo proceso educativo e histórico como se ha escrito a la vida de Panamá a través del movimiento social.

También se dieron acciones de protestas en otros puntos de la vía Interamericana, como en el cruce del distrito de Cañazas, en el puente sobre el río San Pablo y río Cobre en Veraguas.

El Día de los Mártires fue un movimiento popular ocurrido en Panamá el jueves 9 de enero de 1964, y cuyo objetivo era reclamar la presencia e izada de la bandera panameña en el territorio conocido como la Zona del Canal, una franja de tierra alrededor del Canal de Panamá, que fue cedido a Estados Unidos a perpetuidad mediante el Tratado Hay-Bunau Varilla.

Durante la jornada los represores rompieron una histórica bandera panameña, lo que desató una manifestación aún mayor, y de la que no se conoce con exactitud cuántos asesinados panameños dejó.

Este suceso fue el detonante para que se aboliera dicho tratado y entrara en funcionamiento los Tratados Torrijos-Carter.