¿Puede continuar explotándose el Yasuní sin afectar a indígenas Tagaeri-Taromenane?
El 6,9%” de uno de los bloques nuevos a explotar es Zona Intangible de estos pueblos, afirman los investigadores
Por Jesús de León - La Gran Época
Lun, 30 Sep 2013
Imagen de uno de los yacimientos de petroleo y gas en el Parque Nacional Yasuní, de Ecuador. (Fotos Yasuni polucion)
Crece la preocupación sobre anuncio dado por el Presidente de Ecuador Rafael Correa, en cuanto a la explotación petrolera en los campos Ishpingo-Tambococha-Tiputini (ITT o Bloque 43), y en el bloque 31, que se encuentran en el Parque Nacional Yasuní, donde habitan pueblos indígenas en aislamiento voluntario y que corresponde a la llamada Zona Intangible.
El 23 de septiembre la presidenta de la Asamblea Nacional de Ecuador, Gabriela Rivadeneira, manifestó que el informe que debatió el Pleno el viernes 20 de septiembre, “reconoce a los pueblos en aislamiento”, y también manifestó que “se excluye de la realización de actividades extractivas la Zona Intangible Tagaeri –Taromenane, (pueblo indígena huaorani en aislamiento voluntario), delimitada mediante (el) Decreto Ejecutivo 2187, del año 2007”, comunicó el 23 de septiembre la Asamblea Nacional de Ecuador.
Sin embargo, una investigación publicada este mes de septiembre por la organización Geo Yasuní parece demostrar lo contrario, al dar a conocer que los “bloques ITT y 31 intersectan la Zona Intangible” en una superficie de 30.202,25 ha (0.302 km2) y 10.391,80 ha (0.103 km2) respectivamente.
“El Bloque ITT tiene el 6,9%” de su superficie declarada como Zona Intangible Tagaeri –Taromenane y el “30,5%” declarada como zona de amortiguamiento.
La zona de amortiguamiento abarca 10 Km de ancho contiguo a toda la zona intangible y fue establecida como un área adicional de protección “que contribuya a proteger a los grupos en aislamiento voluntario”, según el art.2 del D.E. 2187.
En el estudio llamado “Zona intangible Tagaeri Taromenane (Zitt): ¿Una, Ninguna, Cien Mil?”, realizado por Massimo De Marchi, Salvatore Pappalardo y Francesco Ferrarese, publicado como libro este mes, se relatan las características geográficas de la zona intangible del Yasuní.
Según este análisis, el 9,88 % del área de la zona intangible tagaeri taromenane y la zona de amortiguación está superpuesta con los bloques ITT y el bloque 31. De manera que en base a estos datos resulta imposible afirmar que la actividad petrolera que pretende autorizar la Asamblea Nacional de Ecuador no afectará la zona intangible tagaeri-taromenane.
Además “el campo Apaika y Nekne, dentro del bloque 31 (ya está en explotación sin el reconocimiento de interés nacional por parte de la Asamblea Nacional)” afirma la investigación.
Los campos “Nashiño, Obe y Boica Sur, se superponen a la Zona de Amortiguamiento Tagaeri Taromenane” y el campo “Obe también se superpone a la Zona Intangible Tagaeri Taromenane”.
La realidad es que “el 11,1% de la ZITT está concesionada, hasta llegar a un porcentaje del 51% si se suma a esa también la ZA”, afirma esta investigación.
Informe del Ministerio de Justicia sobre los pueblos no contactados
Tomando como base estos estudios, los investigadores sometieron además a un análisis crítico el informe presentado por el Ministerio de Justicia a la Asamblea Nacional para que se declare de interés nacional la explotación del ITT y el Bloque 31.
Según los investigadores el informe de justicia se caracteriza por la “falta de coherencia” e “inconsistencia de las conclusiones”.
Una de las incoherencias detectadas es que declara que hay señales de presencia de pueblos no contactados “en una superficie de 2.000.000 hectáreas (20.000 km2.)”, que según el equipo representa una superficie tres veces mayor a la actual Zona Intangible que tiene 758.048 ha (7580,05 km2).
En opinión de los autores de esta investigación “decir que los Tagaeri Taromenane ocupan 20.000 km2 significa basar la afirmación sobre señales de presencia distribuidos en un área de este tamaño, ¿entonces acaso hay alguna señal de presencia en la región interesada por los bloques 31 y 43?”
Esta afirmación del ministerio de justicia sugiere además que existe una fuerte superposición de las actividades hidrocarburíferas con la vida de los Pueblos Aislados, y que la “Zona Intangible debería tener una superficie mayor”.
Sin embargo, a pesar de lo dicho anteriormente, el informe del ministerio de justicia más adelante concluye que, “en lo que corresponde a los bloques 31 y 43, no se existen registros sobre la presencia de Pueblos Indígenas en Aislamiento”, lo que es considerado en el informe como una incoherencia.
Según esta nueva investigación, el informe del ministerio de justicia también carece de perspectiva temporal ya que es importante tomar en cuenta que “la extracción de petróleo dentro del Parque Yasuní clava una vez más, para al menos 30 años, el Parque a un destino extractivista” y que por tanto habría que preguntarse si: ¿En los próximos 30 años se puede excluir la presencia de los Tagaeri Taromenane en los Bloques ITT y 31?
Los investigadores concluyen que este informe “no produce constataciones sino suposiciones” y las conclusiones resultan “inconsistentes”, por tanto recomiendan “la elaboración de un nuevo informe dentro de un plazo de tiempo adecuado a la preparación de un trabajo técnicamente y científicamente fundado para facilitar la tarea de la Asamblea Nacional”.
Para sumarse a este disenso sobre la afirmación de Rivadeneira, el misionero Miguel Ángel Cabodevilla expresó en los medios sociales que los pueblos taromenane “se ven ahora constreñidos en una mínima parte de lo que consideraban su territorio propio”. Es esa zona “que algunos ilusos o cínicos llaman intangible”, concluyó.