Viajaron 20 horas, sorteando trabas policiales, para protestar contra Ortega y Wang Jing
Campesinos vencen represión del canal
Miles marcharon en Managua en defensa de la soberanía: denuncian gran negocio de mafias al amparo de ley canalera
Wilfredo Miranda Aburto | 11/12/2014
@PiruloAr
Llegaron encima de los camiones en los que sacan la producción de sus fincas. Agitando los puños en alto en señal de victoria tras viajar más de 20 horas y sorteado los cercos policiales. Eran los campesinos entrando a Managua, gritando al unísono: “¡No al Canal! ¡No al Canal!”. Fueron recibidos con júbilo, entre aplausos y loas, en la marcha contra el proyecto canalero realizada este 10 diciembre, día internacional de los derechos humanos, en la capital de Nicaragua.
De los camiones emergieron cientos de hombres con las mangas enrolladas, el pecho descubierto, con gorras y sombreros, con las botas de hule dispuestas a pisar el pavimento ardiente. Estaban emocionados. “Rompimos la represión”, decían. Y era cierto. Desde el día anterior Policía Nacional y el Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI) trataron de boicotear su participación en esta manifestación nacional. Primero, el MTI canceló todos los permisos a los buses para viajar hasta Managua; después, la policía quitó la circulación a los camiones.
Galería de fotos –> Nicaragua gritó: ¡Fuera Chinos!
Eran campesinos de Nueva Guinea y sus comunidades, de El Tule, Río San Juan; personas de Matiguás, Ometepe, La Concepción y Masaya, quienes se mezclaron con los manifestantes que desde las ocho de la mañana estaban congregados en los semáforos del Hospital Militar. Fue una espera de varias horas, porque todavía este miércoles los retenes policiales seguían obstaculizando la libre circulación consignada en la Constitución Política, recordaron en la protesta pacífica.
De hecho, las personas que venían de Rivas, al sur de Nicaragua, no pudieron abandonar el departamento. Aproximadamente 400 individuos no pudieron saltar la barrera policial, de acuerdo a Octavio Ortega, uno de los organizadores. Ellos decidieron cerrar el paso de la Carretera Panamericana quemando llantas y lanzando consignas. El grupo era conformado por los pobladores de la pequeña comunidad de Obrajuelo, Tolesmaida, Potosí y Tola, los primeros en levantarse ante el proyecto del comandante Daniel Ortega y el empresario chino Wang Jing.
Otros retenidos fueron las delegaciones de Jalapa, Madriz, Estelí y Paiwas. En el occidente del país, a los manifestantes de El Viejo, Corinto y de la ciudad de Chinandega. En Nindirí otro tranque fue erigido para evitar el paso de los buses que salieron de Masaya.
Los camiones de Nueva Guinea ingresando a la marcha. Carlos Herrera/Confidencial
El doctor Carlos Tünnerman Bernheim, intelectual y uno de los organizadores de la protesta nacional, mostró la autorización 047-2014, firmada por el comisionado general Roger Ramírez, que permitía la realización de la marcha. Pero la realidad era otra pues bloquearon la circulación en los departamentos, señaló Tünnerman.
Varios miembros de la Policía Nacional resguardaban la protesta y dos de ellos tomaron fotos y videos a los manifestantes durante toda la actividad. Francisca Tercero, una mujer de 60 años pero que aparenta más edad dado su rostro triste y lleno de arrugas, dijo no importarle la presencia de los agentes policiales. “Es un atropello eso que nos están haciendo con expropiarlos las tierras en Nueva Guinea… En la noche nos quitaron las banderas, nos echaron presos… no queremos canal porque es un robo”, refirió la Anciana, quien cargaba una pancarta en la que se leía una sola frase: “país vendido”.
En los parlantes que animaban el evento se escuchaba a cada tanto por dónde venían las caravanas de los departamentos. “Los detuvieron en San Benito pero ya vienen rumbo a Managua”, informaban. Al menos ocho tranques policiales pasaron los camiones provenientes del norte, dijo Mónica López Baltodano, la joven abogada ambientalista que coordinó la protestadesde Managua.
“Me detuvieron como en cinco ocasiones y la policía nos quería dar pasada”, narró el productor Camilo Medina a su llegada a la capital. Juan Antonio Urbina, también productor, agregó: “Nosotros nos opusimos y arreamos los carros para poder salir. No queremos venderle las tierras a los chinos”.
El vocero de la policía, comisionado Fernando Borge, dijo desconocer los hechos que refirió el campesinado desde el martes. El ministro del MTI, el ingeniero Pablo Martínez, no estuvo disponible para nuestra consulta.
En defensa del terruño
Vista de la marcha desde la Rotonda el Güguense. Carlos Herrera/Confidencial
Y allí estaban los miles de campesinos bajando a trompicones de los camiones. Eufóricos. Gritones. La escena de como quien está a punto de concretar una hazaña, con espectadores exaltados y otros soltando lágrimas. Al campesinado lo motivaba una sola cuestión: el peligro de perder sus tierras por las expropiaciones que implica la “Ley Especial para el Desarrollo de Infraestructuray Transporte Nicaragüense Atingente a El Canal, Zonas de LibreComercio e Infraestructuras Asociada”, mejor conocida como la 840.
“Cualquier cantidad de obstáculo tuvimos que pasar y esta gira la motivó este gobierno, porque es un gobierno ladrón. Es lo mismo de los ochenta: nos quieren quitar las tierras”, expresó Pedro Mena. “Ahora no va a ser igual. Quien se va ir es Daniel Ortega del poder, porque quienes mandamos somos los campesinos”, advirtió el fornido hombre.
El joven Bismark Orozco avanzaba a paso decido en la marcha a la vez que gritaba “aquí estamos los bota de hule”. “Venimos a defender nuestras propiedades ¿Quién va a querer que le quiten lo que ha costado? Yo ando reponiendo a mi padre que no pudo venir. Ando participando porque le ha costado lo que le dejó mi abuelo y lo que me va dejar a mí. No vamos a vender, ni a regalar ni nada”, afirmó Orozco.
La presencia de estos campesinos cambió el talante de las protestas contra el gobierno en Managua, las cuales suelen ser reducidas. Esta vez el musculo campesino llegó a la capital, sede del gobierno central, a instalar la consigna que han gritado en el campo desde hace meses: “¿Qué quieren los campesinos? Que se vayan los chinos”.
A medida que la manifestación avanzaba los campesinos iban tomando el micrófono uno a uno. “Daniel Ortega es un ladrón sinvergüenza. Le vendemos los frijoles baratos y aquí los viene a revender mucho más caro. Es un capitalista salvaje”, dijo uno. “Reclamamos nuestros derechos porque le tenemos miedo a las expropiaciones, pero no a defenderlos. Que respeten los derechos humanos”, tronó Orlando Rodríguez.
Nuevas canciones alusivas a la aventura canalera surgieron durante el trayecto. “El negocio de Daniel con el chino Wang Jing aquí no va a resultar/ algo tienen escondido y es una gran mentira el proyecto del Canal/ lo que si estamos mirando es que quieren apropiarse de nuestra propiedad”, decía el estribillo de un trío de Ometepe.
Carlos Herrera/Confidencial
La marcha ocupó más de dos kilómetros y medio de largo y culminó frente a la sede de las Naciones Unidas en Managua. El “no vendemos nuestras tierras” fue constante.La doctora Vilma Núñez, presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) recibió de mano de los manifestantes un legajo de firmas que repudian la construcción de la mega obra que, según el gobierno y la concesionaria HKND-Group, arrancará este 22 de diciembre.
Una invitación enviada por la empresa china de Wang Jing cita con grandilocuencia a un acto que será presidido por el comandante Ortega. “Los nicaragüenses unirán manos para celebrar el inicio de la nueva era con una ceremonia y juegos artificiales”, reza la invitación oficial de HKND. Sin embargo, este anuncio se da cuando ni siquiera han publicado las listas de expropiación y dónde serían trasladados los afectados, pese a que el vocero canalero, Telémaco Talavera, prometió publicarlo a mediados de octubre.
Las firmas recogidas por los manifestantes esperan que lleguen al millón y que el CENIDH eleve la demanda a nivel internacional. “Esto un SOS para el mundo”, dijo Juan José Ruíz, originario de Ometepe.
La presidenta del CENIDH expresó que los campesinos demostraron la convicción a no ser desarraigados de sus tierras, lo que constituye uno de los atropellos más grande a los derechos humanos. “El desplazamiento forzoso”, indicó Núñez.
Violeta Granera, del Movimiento por Nicaragua (MpN), aseguró que el campesinado que se avocó hasta la ciudad demostró que “todavía existe dignidad en Nicaragua”. “Muchos los creen analfabetos con ese desprecio tan peligroso, pero los campesinos entienden mejor su dignidad y sus derechos que los empresarios”, dijo la activista, en referencia al sector privado que ha sido seducido por la aventura canalera.
Granera opinó que detrás de la concesión canalera “hay una mafia nacional e internacional que está buscando como lucrarse”.
Henry Ruíz, uno de los organizadores de la movilización en Ometepe, fue de los últimos en subir a la tarima que presidió el acto de culminación de la manifestación denominada #Marcha10D en las redes sociales. Sin medias tintas soltó unas palabras que dejaron perplejos a muchos. “El Lago Cocibolca no está contaminado, lo que está contaminado es la familia Ortega Murillo… Lo único que contaminaría el Lago sería nuestra sangre”, zanjó.
- See more at: http://www.confidencial.com.ni/articulo/20405/campesinos-vencen-represion-del-canal#sthash.lWhVvnQH.dpuf
———————————————————
Nota de Jaime Yovanovic (Profesor J):
La noticia siguiente trae información de interés y explicaciones de motivos, sin embargo solamente se refiere a la oposición de ONGs, ambientalistas y ciudadanos, sin mostrar que la mayor oposición proviene de las comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas.
Veamos la noticia:
Martes, 16 Diciembre 2014 12:52
Sepa porqué se oponen a que Ortega construya el canal interoceánico de Nicaragua
RIVAS, NICARAGUA - El lago Cocibolca, con su extraordinaria riqueza, es el talón de Aquiles del canal interoceánico que proyecta construir el gobierno de Nicaragua y al que se oponen, “en rebelión pacífica”, ecologistas y ciudadanos comunes que temen una catástrofe ambiental.
La compañía china HKND, concesionada por el gobierno para construir la faraónica obra, ha anunciado que iniciará los trabajos este 22 de diciembre. Pero los defensores del lago también aceleran sus esfuerzos y prometen una oposición frontal.
Pobladores de Rivas y otras ciudades que serán afectadas por el canal intentan reunir un millón de firmas para respaldar pedidos de apoyo a organismos de derechos humanos internacionales y al Papa Francisco.
El Centro Humboldt, que trabaja en proyectos de desarrollo sustentable, solicitará a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) una audiencia para exponer la forma en que el proyecto afecta los derechos de los pobladores de la zona.
“Estamos impulsando una rebelión pacífica, al estilo Gandhi”, asegura Octavio Ortega, miembro de la Fundación de Desarrollo Municipal de Rivas (Fundemur), una ONG que trabaja en la defensa del medio ambiente.
“Nos dicen que necesitamos el canal para salir de la pobreza (pero) ese es un gran engaño. El lago es nuestra mayor riqueza y lo quieren destruir… Ni siquiera hay un estudio de viabilidad económica y de impacto ambiental”, asegura Ortega a la AFP.
- Controversia ambiental -
El controvertido proyecto, cuyo costo ha sido estimado en 50.000 millones de dólares, consiste en unir los océanos Atlántico y Pacífico con un canal de 278 km de longitud, de los cuales 105 serían a través del lago Cocibolca, la principal reserva de agua dulce de Centroamérica.
Según el proyecto, la vía contaría con obras adyacentes como un aeropuerto, dos puertos marítimos, un complejo habitacional y turístico, una zona franca y un centro financiero.
La concesionaria HKND ha dicho que cuidará cada detalle para no afectar el ecosistema del lago y que la operación del canal no causará cambios significativos en el nivel del lago, ni afectará la oferta de agua para uso productivo de los habitantes de la cuenca.
Pero diversas organizaciones científicas y ambientalistas le dan poca credibilidad a estas promesas.
“Indiscutiblemente habrá un deterioro de la calidad del agua tanto física como química que afectará a la fauna (…), además del riesgo de salinización, pero faltan los estudios ambientales y no se sabe qué tan severo va a ser”, declaró a la AFP el director del Centro Humboldt, Víctor Campos.
El lago Cocibolca, un óvalo de 8.264 km2, se ubica en el suroeste de Nicaragua y en sus costas se asientan numerosas comunidades que se sirven de sus aguas para la pesca, la agricultura y la ganadería.
Fundemur estima que unas 80.000 personas de varios municipios toman agua del lago y otra cantidad importante viven de la pesca y el turismo.
Es el hábitat de 40 especies de peces, como el sierra y el tiburón “Carcharhinus leucas”, único del mundo adaptado al agua dulce y casi desaparecido.
La “Mar Dulce”, como le llamaron los españoles a su llegada a Nicaragua en 1524, también es una fuente de ingresos por turismo por su extraordinaria belleza escénica.
De sus serenas aguas emerge un archipiélago de 400 isletas y una isla principal, Ometepe, de 276 km2, que alberga dos imponentes conos volcánicos.
- Una maravilla de Dios -
El presidente Daniel Ortega afirma que los detractores del canal hablan de contaminación como un pretexto porque “el lago ya esta contaminado”.
“Ahí (en el lago) había tiburones, una especie que ya fue extinguida sin necesidad de canal”, argumentó Ortega, tras señalar que se necesitarían grandes inversiones para limpiarlo, un argumento que no termina de convencer.
“El lago es una maravilla de Dios, no es posible que lo destruyan para construir un canal”, expresa Edelma García mientras espera en el puerto de San Jorge (Rivas) el ferry que la llevará de regreso a su casa en Ometepe.
Recientemente, el poeta Ernesto Cardenal calificó de “monstruosidad” el uso del lago para un canal.
“No podremos producir alimentos mediante riego, solamente veremos pasar barcos (…) Tampoco se podrá beber el agua del lago. Muchos viven de la pesca y ya no la podrán tener”, expuso Cardenal.
“El lago es de nosotros, no es de Daniel Ortega. Yo soy sandinista, pero esto no es por política”, dijo molesto Hernán Miranda, 65 años, originario de Ometepe
———————————————–
Nicaragua: Indígenas piden medidas cautelares a la CIDH contra Canal Interoceánico
Servindi, 16 de diciembre, 2014.- Indígenas y afrodescendientes solicitaron medidas cautelares a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que no se proceda con la ejecución de un proyecto que crea un Canal Interoceánico cortando sus territorios, hasta que se haga la consulta previa.
El pedido, realizado el 5 de diciembre, responde al peligro que representa para ellos la posible construcción del canal, que se espera recorra 278 kilómetros de territorio nicaragüense, desde el litoral del Pacífico hasta el Caribe.
De acuerdo al Centro de Asistencia Legal a Pueblos Indígenas (CALPI) el proyecto implica un “claro riesgo” de que se ocasionen “daños irreparables a los derechos a la vida, vida digna, y propiedad ancestral así como al debido proceso”.
A pesar de no haber sido consultado con los pueblos indígenas y afrodescendientes que serán afectados, y de no saberse quiénes son los accionistas de la empresa HKND que obtuvo la concesión sin previa licitación, la construcción del canal se iniciará este 22 de diciembre.
El CALPI advierte además que no se han realizado o publicado estudios acerca de la “viabilidad ambiental y cultural, así como la factibilidad financiera, económica y comercial del mega proyecto”.
El pedido fue presentado por Steve Martin Cuthbert, de la comunidad indígena Mískitu de Tasbapounie (Tierra Roja); Santiago Emmanuel Thomas, del pueblo indígena Rama; Rupert Clair Duncan, de la Comunidad Kriol de Monkey Point y Nora Newball, representante legal del gobierno comunal Creole de Bluefields.
Desastre anunciado
El Calpi informó que científicos de Nicaragua así como de otras nacionalidades han advertido que el proyecto puede originar “el peor desastre al medio ambiente durante los tiempos modernos”.
La obra provocaría daños irreparables al Gran Lago de Nicaragua o Lago Cocibolca, y a las comunidades de su ámbito.
También dividirá, alerta la organización, el territorio de los pueblos Rama y Kriol, comunidades indígenas y afrodescendientes, así como la comunidad negra Creole Indígenas de Bluefields.
Crece la protesta
Miles de campesinos, cuyas propiedades serán afectadas en los 278 kilómetros de la ruta del canal han salido a protestar en los últimos meses contra la forma en que se ha dado esta concesión.
En esta corriente de protestas se han efectuado ya 16 movilizaciones en las que se ha instado al Gobierno de Nicaragua a cumplir con el Convenio 169 de la OIT, que demanda un medioambiente sano y garantías a los pueblos para mantener su propia visión de desarrollo.
La mayor de las manifestaciones se desarrolló el pasado 10 de diciembre, cuando miles de personas formaron parte de la denominada “gran marcha nacional contra el canal” que recorrió las calles de la capital, Managua.
Participaron delegaciones de todo el país, que llegaron a la ciudad a pesar de los numerosos retenes que hubo en el trayecto en los que se habría detenido a 18 autobuses que transportaban campesinos a la marcha.
El Canal Interoceánico
El costo del Canal Interoceánico será de 50.000 millones de dólares y tendría capacidad para que transiten por el mismo barcos de mayor capacidad que los que hoy atraviesan el Canal de Panamá.
La compañía HKND Group, ha firmado con el Gobierno de Nicaragua un acuerdo para la explotación por 50 años del canal, prorrogables por otros 50 más.
De acuerdo al CALPI, un 52 por ciento de la ruta se trazará en tierras indígenas, cuyos procesos de titulación han sido retrasados para hacer realidad el proyecto.