Pasar a la ofensiva y hacer esa esperanza un Concejo Indígena de Gobierno para México

El periodista Javier Elorriaga Berduegué informó que el propósito del Congreso Nacional Indígena, con la postulación de María de Jesús Patricio Martínez como candidata para la presidencia de la república, es “no esperar el desastre que indudablemente nos traen los sicarios capitalistas que gobiernan, sino pasar a la ofensiva y hacer esa esperanza un Concejo Indígena de Gobierno para México”.



“Pasar a la ofensiva y hacer esa esperanza un Concejo Indígena de Gobierno para México”, propósito de la postulación de María de Jesús Patricio: Elorriaga
Posted by MARTÍN CATALÁN LERMA
Date: Septiembre 02, 2017
http://ljz.mx/2017/09/02/pasar-a-la-ofensiva-y-hacer-esa-esperanza-un-concejo-indigena-de-gobierno-para-mexico-proposito-de-la-postulacion-de-maria-de-jesus-patricio-elorriaga/

El periodista Javier Elorriaga Berduegué informó que el propósito del Congreso Nacional Indígena, con la postulación de María de Jesús Patricio Martínez como candidata para la presidencia de la república, es “no esperar el desastre que indudablemente nos traen los sicarios capitalistas que gobiernan, sino pasar a la ofensiva y hacer esa esperanza un Concejo Indígena de Gobierno para México”.

Durante la presentación del libro Habrá una vez, del subcomandante Galeano, en la Unidad Académica de Letras de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), recordó que Marichuy, al recibir el cargo, anunció que la lucha es por la vida, lo que incluye la tierra, el territorio, el agua, los árboles, todo lo que se están acabando.

“Si queremos que los pueblos sigan existiendo, si queremos que siga habiendo vida para todos, por eso hemos decidido dar este paso y participar para invitar a todos los sectores, a la sociedad civil organizada y la no organizada, a que unamos los esfuerzos para destruir este sistema que nos está acabando a todos”, dijo.

“Había una vez un país en la que la acción mancomunada del gobierno y del llamado crimen organizado, bajo la tutela de las grandes multinacionales mineras, firmas automotrices, grandes bancos, cadenas de hoteles de extranjeros, estaban despojando y saqueando la riquezas naturales de la mayoría de sus habitantes, a favor de unos cuantos plutócratas”.

Después de un siglo, expuso Elorriaga Berduegué, cuando la lucha agraria devolvió la tierra a quien le pertenecía, de nueva cuenta más de 50 por ciento del territorio nacional, gracias al despojo, pertenece a las multinacionales.

Además, de 1982 a la fecha se han otorgado 105 millones de hectáreas a las mineras para sus procesos de extracción y explotación, y solamente en este sexenio se otorgaron 3 mil 332 concesiones, lo que revela la dimensión del saqueo.

México es uno de los países del mundo que cobra menos derechos por concesiones del subsuelo y menos impuestos por los minerales que extraen las empresas nacionales y extranjeros, lo que se debe a que se cobra por extensión de tierra concesionada y no por el volumen del metal extraído.

Mencionó los casos de La Colorada, en Chalchihuites, y Salaverna, en Mazapil, donde grandes empresas mineras han despojado o desalojado a los habitantes de sus tierras para poner en marcha sus proyectos extractivistas.

En Salaverna “el Gobierno del Estado les dice que están sobre una falla geológica y por lo tanto debían desalojarlos por su seguridad, pero lo que no les dijeron es que la zona es rica en oro, cobre y plata y que la minera Frisco-.Tayahua, del empresario honesto, según López Obrador, Carlos Slim, va a explotar en tajo a cielo abierto para obtener esos minerales”.

Otra problemática que hay en Zacatecas es el acceso al agua y cuyo consumo ya es un bien de lujo. Aunque el gobierno argumenta que ello obedece a la peculiar geografía estatal, al clima local, al cambio climático global y la sobreexplotación de las fuentes de abastecimiento.

Sin embargo, Elorriaga Berduegué señaló que no se cuestiona al Grupo Modelo, por ejemplo, “que para producir 25 millones de chelas diaria, accede de forma ilegal a cerca de 330 pozos de la cuenca, la mayoría registrados como de uso agrícola, pecuario o doméstico”.

“Había una vez un país en el que las desapariciones forzadas eran el pan nuestro de cada día. En México, entre 2006 y 2017 ha habido 32 mil desaparecidos. La salvaje dictadura militar de Argentina, entre 1976 y 1982, desapareció a 30 mil personas, pero en México, en el esplendor de la democracia, con su congreso legislativo pluripartidista, su Suprema Corte de Justicia imparcial, su sistema de partidos y la existencia de cientos de ONG’s, 32 mil desaparecidos”.

Respecto al libro, comentó que se trata de una recopilación de textos sobre el personaje Defensa Zapatista, “una niña, muchas niñas, todas las niñas zapatistas”, cuyas historias hablan “de un futuro que ya se construye en el presente, con niñas y niños sin miedo, con esperanza, en ese viejo anhelo zapatista: un mundo donde quepan muchos mundos”

En las historias de Defensa Zapatista, dijo que no se trata de buscar la huella del pasado zapatista ni de contar la génesis y las consecuencias de la tormenta que provoca el capitalismo y neoliberalismo: destrucción-despoblamiento, reconstrucción-repoblamiento.

Durante muchos años, comentó que el zapatismo, a través de historias, cuentos, conferencias, ensayos, poemas, obras de teatro, ha advertido lo que pasaría sobre lo que ocurre, pero “este libro ya no habla del ‘había una vez una tormenta’, sino que Defensa Zapatista representa la combinación de tres calendarios: presente, pasado y futuro”. Entonces, en lugar de iniciar los cuentos de la forma acostumbrada, ‘había una vez’, los zapatistas dicen que habrá una vez’”.

“Las historias de Defensa Zapatista nos muestran que hay un lugar, no el único tal vez, pero sí el más consolidado, donde las niñas, donde las mujeres, caminan sin miedo: el mundo de las comunidades zapatistas con sus escuelas, con sus centros de salud y clínicas que si funcionan, sus cooperativas agrícolas, textiles y de calzado, sus Juntas de Buen Gobierno, en fin, otro mundo que se está demostrando es posible construir”, concluyó Elorriaga Berduegué.