La sabana africana desaparece a marchas forzadas
Los cambios más importantes han ocurrido en los últimos 500 años, con la llegada de los masái y el comercio de marfil, según un estudio de la Universidad de York
DAVID RUIZ MARULL
07/02/2018 14:29 | Actualizado a 07/02/2018 19:12
Las sabanas son zonas secas entre selvas y semidesiertos, espacios con arbustos, hierba (gramíneas silvestres) y árboles pequeños y dispersos entre los que destaca el baobab (el árbol de la vida) y sus grandes flores. La sabana más conocida es la africana, que se sitúa en el este del área central de África, con temperatura media de 23 grados y precipitaciones anuales de 600 mm.
Cerca de un centenar de especies de antílopes viven en este territorio salvaje junto a impalas, ñus azules y ñus de cola blanca, gacelas, rinocerontes, jabalís, búfalos, cebras reales (Grevv), jirafas elefantes… que conviven con depredadores como el león, el chacal o la hiena y carroñeros como los buitres y los cuervos.
Uno de los sitios más destacados de la sabana africana es el Parque Nacional Amboseli de Kenia
Uno de los sitios más destacados de la sabana africana es el Parque Nacional Amboseli de Kenia, de casi 400 kilómetros cuadrados y hogar de los masái, un espacio amenazado por el impacto del cambio climático y que está desapareciendo más rápido de lo que se creía, según muestra un estudio de la Universidad de York publicado en la Royal Swedish Academy of Science .
Los investigadores han analizado los últimos 5.000 años de la historia ambiental de este popular destino turístico y han descubierto que los cambios más significativos se han producido en apenas 500 años, coincidiendo con la llegada de los masái a principios del siglo XX y el comercio de marfil.
Los Masái han pasado de ser pastores nómadas a dedicarse a la agricultura
Los Masái han pasado de ser pastores nómadas a dedicarse a la agricultura (iStockphoto)
Los británicos fueron los que expulsaron a este pueblo de pastores nómadas de sus tierras. Los masái perdieron el 60% de su territorio, que fue entregado a los colonos para levantar ranchos, y fueron recluidos en distritos de Kajiado y Narok. en las últimas décadas han tenido que abandonar su actividad principal por la pérdida del ganado por culpa de las enfermedades y la falta de tierra de pastoreo.
Por eso se han ido decantando por la agricultura. Los expertos de York recuerdan que los masái utilizaron el fuego para despejar zonas para el cultivo y controlar el paisaje. El problema es que está práctica, que ahora está prohibida, ha alterado significativamente la vegetación y el ecosistema en un espacio de tiempo muy corto.
Los británicos fueron los que expulsaron a los masái de sus tierras
“Las sabanas del este de África admiten grandes poblaciones humanas y animales, pero están experimentando rápidos cambios y presiones sobre los recursos hídricos”, explica la profesora Esther Githumbi. “Estas prácticas están reduciendo los hábitats de vida silvestre y hacen que se pierda biodiversidad”, añade en un comunicado.
El análisis muestra que los bosques y arbustos dispersos caracterizaban el paisaje hace 5000 años. La expansión de los humedales a lo largo de los siglos demuestra la alta variabilidad de la vegetación, dentro de un ecosistema dinámico en constante evolución, como respuesta al cambio climático atmosférico.
En la sabana africana conviven muchos tipos de animales
En la sabana africana conviven muchos tipos de animales (iStockphoto)
“Hay que ver todas estas interacciones climáticas, animales y humanas en un solo conjunto de datos para tener una idea realista de cómo impactan los unos en los otros. Con mucho, el mayor impacto en el paisaje, tanto en el pasado como en la actualidad, es la actividad humana“, afirma el profesor Robert Marchant, coautor del estudio.
La investigación demuestra que con la llegada de los humanos al área, partes de los humedales, cruciales para la supervivencia de una población diversa de animales, se convirtieron en espacio de producción agrícola. “Se utilizaron tierras que anteriormente no serían aptas para sostener la vida humana”, añaden los expertos.