Altamente probable que fracase nominación de gobierno italiano y deba llamarse a nuevas elecciones

El jefe de Estado italiano, Sergio Matterella, desvelará previsiblemente mañana o el jueves cómo piensa salir del punto muerto en el que se encuentran las negociaciones para formar un Gobierno, después de los resultados de las pasadas elecciones de marzo que no garantizaron una mayoría.
Los movimientos y experiencias autónomos y comunitarios no han sabido o no han podido alzar la cabeza en esta tremenda crisis de los partidos, ideologías e instituciones italianas.



Llega la hora de Mattarella para resolver la ingobernabilidad en Italia
EFE
17/04/2018 09:47
Roma, 17 mar (EFE).- El jefe de Estado italiano, Sergio Matterella, desvelará previsiblemente mañana o el jueves cómo piensa salir del punto muerto en el que se encuentran las negociaciones para formar un Gobierno, después de los resultados de las pasadas elecciones de marzo que no garantizaron una mayoría.

El discreto presidente de la República italiana, elegido en enero de 2015, había tenido hasta ahora un mandato tranquilo, pero en las próximas horas deberá tomar una decisión que se antoja muy complicada para dar un Gobierno al país y alejar el indeseado regreso a las urnas.

Los medios de comunicación italianos barajan hoy la posibilidad que este miércoles o como máximo el jueves se produzca la decisión del jefe de Estado.

Analizan también las diferentes posibilidades por las que puede optar Mattarella para alcanzar un acuerdo, después de más de un mes de fallidas negociaciones entre las dos fuerzas políticas más votadas: la coalición de derechas liderada por la Liga Norte y el Movimiento 5 Estrellas.

Tras dos rondas de consultas, Mattarella dió el pasado 13 de abril algunos días más a los partidos, pero no solo no ha habido acercamiento sino que las posiciones entre la derecha y el M5S parecen aún más lejanas.

Ninguno de los partidos quiere dar un paso atrás.

EL M5S no piensa negociar con Forza Italia, en la coalición de derechas; Forza Italia rechaza cualquier contacto con los “grillini” y la Liga Norte veta cualquier Gobierno con el Partido Demócrata (PD).

Y es que según el último sondeo del instituto Ixé, este inmovilismo beneficia tanto al M5S que aumenta en intención de voto del 32 % de las últimas elecciones al 34 %, mientras que la Liga Norte sube del 17,4 % conseguido el 4 de marzo hasta el 21 %.

La más probable será que Mattarella encargue a una figura política o institucional, lo que se conoce como un “mandato exploratorio”, que se ocupe de realizar nuevas consultas de manera más informal con las fuerzas políticas.

Los diarios italianos afirman que Mattarella podría encargar esta misión a la presidenta del Senado, Maria Elisabetta Alberti Casellati, pero debido a su pertenencia a Forza Italia no sería del agrado del Movimiento 5 Estrellas.

La otra opción sería la del presidente de la Cámara de los diputados y miembro del M5S, Roberto Fico.

La persona que recibirá el cargo de explorar las posibilidades de acuerdo mantendrá durante reuniones con todos los partidos y figuras institucionales y después deberá comunicar sus conclusiones al jefe de Estado, quien volverá a decidir el qué hacer.

La otra solución sería la de realizar un preencargo de formar Gobierno a una figura neutral, capaz de englobar una mayoría transversal, pero es algo que ya han rechazado tanto la Liga como el M5S.

Mattarella también podría, por sorpresa, dar un preencargo a uno de los líderes políticos que reivindican la formación de un Gobierno, Matteo Salvini de la Liga Norte o Luigi di Maio del M5S, para conocer quienes podrían apoyarles.

Esto ocurrió en las elecciones de 2013 donde el Partido Demócrata ganó las elecciones, pero no contaba con la mayoría en el Senado, por lo que el entonces jefe de Estado, Giorgio Napolitano, encargó a Pier Luigi Bersani verificar si podía formar Gobierno. Fracasó y entonces se decidió buscar otra figura que fue Enrico Letta.

Los mandatos exploratorios no son una novedad en la complicada historia política italiana. La última vez fue en enero de 2008 cuando Napolitano encargó al entonces presidente del Senado, Franco Marini, verificar si existía una mayoría para cambiar la ley electoral después de la caída del Gobierno de Romano Prodi por los votos contrarios de sus aliados.

Pero el intento de Marini fracasó y se volvió a votar.

Una historia que enseña que donde no ha conseguido llegar el presidente de la República, tampoco lo hará otra figura. EFE