Nicaragua movilizada exige salida de Ortega

Estudiantes se toman Universidad Nacional de Ingeniería. Es la cuarta en toma.
La represión policial y ahora la ola de terror impuesto por paramilitares al servicio de Ortega, han generado miedo y la vez rabia e indignación social. Declaraciones del general en retiro Hugo Torres.
¿Qué es un paro nacional y cómo afectaría a Nicaragua?



Estudiantes se toman Universidad Nacional de Ingeniería (UNI)
La UNI es el cuarto recinto universitario tomado por los estudiantes

Edición Digital 28/05/2018

Jader Flores
@JaderFlores1
Estudiantes de la UNI se toman el recinto esta mañana. Aquí sus demandas @laprensa

9:14 - 28 may. 2018
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Universitarios autoconvocados que reclaman justicia por los asesinatos y la salida de Daniel Ortega del poder se tomaron en horas de la mañana de este lunes las instalaciones de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), que entre 19 y el 20 de abril fue uno de los blancos de las fuerzas antimotines y grupos paramilitares.

Los jóvenes habían convocado un plantón para exigir la salida de los miembros de la Unión Nacional de Estudiantes Universitarios (UNEN) que han dado la espalda a sus compañeros en esta jornada de protestas.

La UNI es el cuarto recinto universitario tomado por los estudiantes. Las otras universidades que están bajo el control estudiantil son la Universidad Nacional Agraria (UNA), la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli) y la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua).

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julián navarrete
@juliannavarret9
UNI fue tomada esta mañana por los estudiantes, quienes demandan la democratización en el país @laprensa

9:12 - 28 may. 2018
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Cóctel explosivo: del miedo de la represión a la rabia social en Nicaragua.
La represión policial y ahora la ola de terror impuesto por paramilitares al servicio de Ortega, han generado miedo y la vez rabia e indignación social

Cinthya Tórrez García 28/05/2018

Estudiantes y pobladores se toman las calles de Managua para exigir justicia por los asesinados durante las protestas de abril y mayo. LA PRENSA/ENGELL VEGA

Aunque la represión por parte de fuerzas paramilitares no ha dado tregua a la población nicaragüense, para el general en retiro, Hugo Torres, el efecto ha sido contrario, ya que las personas siguen en las calles.

“La verdad es que las movilizaciones no se han parado. Creo que ante cada hecho represivo del régimen, más bien el enojo crece en la gente, la gente se enardece aún más y se convence aún más de la necesidad de salir pronto de este régimen dictatorial. Con este régimen no hay futuro para Nicaragua”, indicó Torres.

Al inicio de las protestas de abril, la represión era frontal, es decir, que oficiales de la Policía Nacional trataban de contener las manifestaciones a punta de balas de goma, gases lacrimógenos, y balas de plomo; ahora, es por medio de gente cubierta que pasa disparando.

Para Torres, estas son modalidades de la represión, y “(…) el objetivo que busca la dictadura es infundir temor a través de acciones de terror y no lo han logrado”, indicó.

Asimismo, consideró que lo que busca el Gobierno es que la población les responda de la misma forma en que ellos reprimen a los que se manifiestan de forma pacífica y sin armas.

“Lo que está buscando Ortega y Murillo con estas provocaciones es de que la gente les empiece a contestar para que ya ellos tengan muerto de algún lado y del otro, y poder confundir las cosas, poder enredar las cosas; hasta el momento, la población ha sido paciente, convencida de que el costo mayor es verse involucrados, de nuevo, en una guerra civil”, reflexionó el general en retiro.
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¿Qué es un paro nacional y cómo afectaría a Nicaragua?
Economistas consideran que el único instrumento que tiene la sociedad civil y el sector empresarial es el paro nacional, que golpearía por parejo a todos, pero sobre todo a empresas y trabajadores

Wendy Alvarez 28/05/2018

Según economistas un paro nacional golpearía por parejo a todos, pero sobre todo a empresas y trabajadores. LA PRENSA/URIEL MOLINA

Ante la negativa del Gobierno de sentarse a la mesa de diálogo para encaminar a Nicaragua por la senda de la democratización, economistas consideran que el único instrumento que tiene la sociedad civil y el sector empresarial es el paro nacional, que golpearía por parejo a todos, pero sobre todo a empresas y trabajadores.

Además advierten que a medida que se prolongue la crisis sociopolítica, que ya lleva casi 40 días, la capacidad de resistencia de las empresas a un paro nacional se irá mermando y la posibilidad de que dicha paralización se extienda por al menos dos semanas será inferior.

En los últimos 10 años, la alianza del sector privado con el Gobierno ha sido fundamental para que el actual régimen permanezca en el poder, dado a que ambos han propiciado cierta estabilidad económica, principalmente en materia macro, que no se ha traducido en reducción de la desigualdad y cambios estructurales que urgen al país.

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Ante el estallido de la crisis sociopolítica, tras la ruptura del modelo de consenso entre el Gobierno y el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), la sociedad civil está presionando para que se llame a un paro nacional, para presionar por cambios democráticos, tras varios años de demolición de la institucionalidad en Nicaragua.

La última vez que se utilizó ese mecanismo para presionar la caída de una dictadura fue a finales de los años setenta, que puso fin a la dictadura de Somoza.

Producción se paralizaría
Con ello, ¿qué implicaría un paro nacional? ¿Cómo afectaría a los trabajadores, las empresas y el Estado?

El economista Sergio Santamaría explica que de entrada la producción industrial, servicios y comercio se paralizaría y que en el caso de los pequeños negocios estos quedarían funcionando hasta agotar sus inventarios. “Normalmente este paro, dada la característica de nuestra economía, no podría durar más allá de una semana, porque aún las empresas grandes no tienen inventario para productos terminados más allá de dos semanas”, agrega.

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Santamaría explica que en el caso de los trabajadores ya dependerá de las negociaciones que estos establezcan con sus empleadores, de tal manera que se les reincorpore a sus puestos una vez que se supere la crisis sociopolítica. O bien la opción sería que el personal se envíe a descansar a cuenta de vacaciones, pero el economista recuerda que prácticamente esta medida estaría limitada debido a que en las últimas semanas las empresas para evitar despidos masivos han enviado a sus trabajadores de vacaciones.

“Creo que ya se han consumido los 15 días que se pudieron acumular de vacaciones en el primer semestre, y creo que esto va a incidir en la capacidad de mantener un paro nacional más allá de una semana”, añadió.

Caerían recaudaciones
Y aunque el aparato estatal quedaría funcionando, Santamaría indica que al verse paralizada la economía “cae la recaudación, que ya debe estar cayendo. En estas cinco o seis semanas de crisis, en el caso del IVA la recaudación por lo menos se habrá reducido entre un 50 y 60 por ciento en esos días”.

También se paraliza la recaudación municipal, pago a la Seguridad Social, entre otros. A criterio de Santamaría el impacto de un paro nacional en la economía dependerá de cuánto desgaste se haya acumulado hasta el día que se tome la decisión de implementarlo.

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Santamaría cree que todo esto tiene un impacto en el crecimiento económico, cuyas consecuencias se pueden extender a años posteriores, aunque aclaró que a diferencia del de los años setenta, actualmente no hay un conflicto armado, que fue lo que destruyó la economía.

El economista admite que el poder de hacer ese llamado está en el Consejo Superior de la Empresa Privada, tal como lo hizo a finales de los setenta, pero sugiere que en caso de que se utilice este mecanismo de presión social se haga de manera ordenada para minimizar el impacto que esto genera en todos los eslabones económicos.

Santamaría cree que la imposición de sanciones de Estados Unidos a Nicaragua será determinante para que el sector privado tome la decisión de pagar o no el costo económico que implicaría un paro.

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El economista Alejandro Aráuz advierte que a medida que se prolongue la crisis actual, la economía se irá deteriorando y luego tomará años recuperar lo que ya se ha logrado con mucho esfuerzo.

“Un paro parece inevitable porque hay una lucha política y la única herramienta con la que cuentan los sectores sociales es la huelga”, afirma.

Ambos economistas confían en que se logre una salida pacífica por el bien del futuro económico de Nicaragua. La decisión está en manos de la empresa privada, finalizan.