Baño de sangre en Nicaragua. Gobierno manda reprimir marcha de las madres. 15 muertos y decenas de heridos.

La Conferencia Episcopal de Nicaragua se retira del Diálogo Nacional mientras Daniel Ortega siga “reprimiendo y asesinando”.
El Ejército de Nicaragua aseguró hoy que “tiene control absoluto de sus fuerzas y medios” y rechazó “todo tipo de manipulación de información falsa” que sugiere su participación a favor del Gobierno.
Daniel Ortega dice que se queda y que “Nicaragua no es propiedad de privada”, ante los pedidos de que renuncie.



Nicaragua es un abismo: Brutal represión en marcha contra Daniel Ortega deja 11 muertos y 79 heridos

Turbas paramilitares, en conjunto con las fuerzas policiales, reprimieron la gigantesca manifestación que exige la salida del presidente Ortega y también en apoyo a las 83 mujeres que han perdido a sus hijos durante las protestas contra el gobierno

Al menos 11 personas murieron y 79 resultaron heridas este miércoles en la marcha que fue bautizada como la “madre de todas las marchas”, en apoyo a las 83 mujeres que han perdido a sus hijos durante las protestas contra el gobierno nicaragüense de Daniel Ortega, terminó este miércoles con violencia.

La multitud marchó con pancartas que exhibían mensajes como “¡No tenemos miedo!”, “Estos muertos en vida porque nos matan a nuestros hijos”, o “Que se rinda tu madre, porque nosotras no”, pero la movilización finalizó con un tiroteo en las inmediaciones de la Universidad Centroamericana (UCA) y la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).

“El resultado de este hecho criminal, al cierre de este primer comunicado, ha dejado un total de 79 heridos y 11 fallecidos”, indicó el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) en un informe. “La magnitud de estos hechos que a esta hora persisten en diferentes lugares del país se ve agravada con acciones como patrullaje intenso, tiroteos esporádicos y la ubicación de francotiradores en determinados lugares donde no se puede transitar”, advirtió ese organismo, que condenó enérgicamente los actos de violencia y represión “mandados a ejecutar” por el gobierno.

Según el Cenidh, “los agresores fueron la policía represiva y las fuerzas de choque al mando de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, vicepresidenta del país”. La ONG destacó que entre los puntos en los que se llevó a cabo la marcha y otra concentración convocada por el ejecutivo había una distancia de entre tres a cuatro kilómetros, “que si no ha sido una acción dirigida e impulsada cobardemente por el binomio presidencial no podían coincidir”. Y agregó: “Quedó claramente demostrado que los agresores llegaron desde otro lugar a agredir la marcha pacífica de las madres que ya casi concluía”.

Nicaragua atraviesa una crisis sociopolítica que ha dejado al menos 76 muertos desde el 18 de abril, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), 83 de acuerdo con Amnistía Internacional (AI) y 85 la Comisión de la Verdad, Justicia y Paz nicaragüense. La mayoría de ellos son estudiantes universitarios y civiles, y la causa más frecuente de muerte fue por disparos certeros en la cabeza, cuello y torso, por lo que la CIDH no descartó que el gobierno de Nicaragua haya realizado “ejecuciones extrajudiciales”. Esa cantidad de fallecidos no incluyen los últimos 11 registrados.

Por su parte, el gobierno de Nicaragua denunció este jueves un ataque por parte de “grupos vandálicos de la derecha golpista” a una caravana sandinista que se dirigía hacia Managua para participar en una manifestación convocada por el propio ejecutivo y que, según el oficialismo, se saldó con un muerto y 22 heridos.

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La Conferencia Episcopal de Nicaragua se retira del Diálogo Nacional mientras Daniel Ortega siga “reprimiendo y asesinando”
31/05/2018 9:18 am

Arzobispo del país, rechaza “absolutamente esta agresión organizada y sistemática en contra del pueblo”

La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) canceló este jueves el diálogo nacional con el gobierno de Daniel Ortega, en el cual oficia de mediadora, mientras éste siga “reprimiendo y asesinando” brutalmente a los manifestantes.

Los muertos el miércoles durante el Día de la Madre ascienden a 11, seis en Managua y cinco en otras partes del país, luego de que las fuerzas de seguridad y simpatizantes de Ortega atacaran a las marchas que se realizaban ese día para exigir la salida del presidente y su polémica esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.

“Los Obispos de la Conferencia Episcopal condenamos todos estos actos de represión por parte de grupos cercanos al gobierno y queremos dejar en claro que no se puede reanudar la mesa del Diálogo Nacional mientras al pueblo de Nicaragua se le siga negando el derecho a manifestarse libremente y continúe siendo reprimido y asesinado”, dice el comunincado del CEN.

“No podemos seguir permitiendo esta violencia inhumana. Rechazamos absolutamente esta agresión organizada y sistemática en contra del pueblo, la cual a dejado decenas de heridos y algunas personas muertas”, agrega el texto en referencia a los hechos del Día de la Madre.

El comunicado oficial lleva la firma del Cardenal Leopoldo José Brenes Solórzano,arzobispo de Nicaragua, y de otros nueve obispos.

La CEN aceptó a a comienzos de mayo ser mediadora y testigo de un diálogo con el que se espera superar la fuerte crisis que atraviesa el país, como “un gesto de colaborar en la pacificación”, según aseguró en aquel momento Brenes Solórzano.

El lunes el episcopado había convocado a los representantes del Gobierno y de la oposición a integrar una comisión especial para intentar destrabar el diálogo, suspendido la semana pasada por desacuerdos entre las partes.
Pero a raíz del rebrote de la violencia de este miércoles ha retirado la convocatoria.
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El Ejército de Nicaragua afirma tener “control absoluto de sus fuerzas y medios”
EFE - Managua
31/05/2018 - 16:54h

El Ejército de Nicaragua aseguró hoy que “tiene control absoluto de sus fuerzas y medios” y rechazó “todo tipo de manipulación de información falsa” que sugiere su participación a favor del Gobierno en el marco de la crisis que atraviesa este país y que se ha cobrado la vida de más de 90 personas.

“Ante los hechos que se informan se ha manipulado esta información. En tal sentido, el Ejército de Nicaragua reitera su rechazo a todo tipo de manipulación de información falsa que a través de diferentes medios se divulga para tergiversar actuaciones de nuestra institución”, indicó en un comunicado.

“No aceptaremos jamás informaciones calumniosas. El Ejército de Nicaragua tiene control absoluto de sus fuerzas y medios”, sostuvo.

Medios locales divulgaron vídeos enviados por diferentes personas en la que se aprecia el ingreso de una camioneta con civiles armados al Hospital Militar, y de una camioneta saliendo en la que se montan otro grupo de personas, con banderas y símbolos sandinistas, con armas de fuego.

Según esas imágenes, eso ocurrió mientras se daban los ataques al concluir la denominada “Madre de todas las marchas” en la capital de Nicaragua, celebrada por sectores que piden la salida del presidente Daniel Ortega y que terminó con un tiroteo, y que dejó al menos un saldo de seis fallecidos y 47 heridos, según un organismo humanitario.

El Ejército explicó que “hay orden expresa de atender a cualquier ciudadano que lo requiera en el servicio de emergencia” en el Hospital Militar y que en horas de la tarde, de ayer, se atendieron a once personas, de ellos dos civiles que llegaron fallecidos y ocho heridos productos de armas de fuego, así como un lesionado a causa de una caída.

“De los ciudadanos atendidos seis son miembros de la Policía Nacional a quienes se les retuvo en el área de ingreso sus armas de reglamento en cumplimiento de normas hospitalarias que regulan el no ingreso de personas portando armas de fuego”, afirmó.

Aseguró que ese armamento fue entregado bajo acta a la Policía Nacional, institución a la que también le dieron a conocer los datos de las personas que se atendieron con heridas de armas de fuego.

Asimismo, según el Ejército, entregaron el cuerpo de los dos fallecidos al Instituto de Medicina Legal.

Nicaragua atraviesa una crisis sociopolítica que ha dejado al menos 76 muertos desde el 18 de abril, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), 83 según Amnistía Internacional (AI) y 85 de acuerdo con la Comisión de la Verdad, Justicia y Paz nicaragüense.

Esa cantidad de fallecidos no incluyen los 11 registrados entre ayer y hoy por el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).

La mayoría de las víctimas son estudiantes universitarios y civiles, y la causa más frecuente de muerte fue por disparos certeros en la cabeza, cuello y torso, por lo que la CIDH no descartó que el Gobierno de Nicaragua haya realizado “ejecuciones extrajudiciales”.

Las protestas contra el Gobierno de Daniel Ortega comenzaron en abril por unas fallidas reformas a la seguridad social, y se acentuaron como consecuencia de los asesinatos durante las manifestaciones.
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Daniel Ortega dice que se queda y que “Nicaragua no es propiedad de privada”
El presidente designado no renunciará y provoca carnicería contra marcha pacífica

Lucía Navas / Managua 30/05/2018

LA PRENSA/ARCHIVO

“Aquí nos quedamos todos”, afirmó Daniel Ortega en un acto oficialista de raquítica asistencia al que llegó custodiado por policías con fusiles AK. Tras esto inició un ataque de francotiradores, que una vez más dispararon indiscriminadamente sobre los jóvenes y campesinos que con morteros los enfrentaron.

Los jóvenes y los campesinos trataron de contener el ataque y evitar que los francotiradores dispararan directamente contra la marcha en honor a la Madres de Abril y exigía justicia para los asesinados y la salida del poder de Ortega y su esposa Rosario Murillo. La acción dejó un resultado preliminar de seis muertos y decenas de heridos.

El Gobierno convocó el miércoles a una contramarcha en la Avenida de Bolívar a Chávez, pero tuvo poca asistencia y la actividad fue un plantón de unos 320 metros desde la rotonda Hugo Chávez hacia los semáforos de Servigob.

Hasta la tarima central del acto ubicada en la rotonda Hugo Chávez llegó Ortega y su esposa y vicepresidenta designada, Rosario Murillo, en su Mercedes Benz y con un fuerte dispositivo de seguridad que incluyó al menos 13 vehículos entre patrullas de la Policía, motorizados y decenas de antimotines y oficiales portando fusiles AK.

A las 5:02 de la tarde empezó su discurso Ortega hablando de paz, pero casi al mismo tiempo los medios de comunicación reportaban que francotiradores disparaban desde el Estadio Nacional Dennis Martínez, en el sector de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).

En los 18 minutos y tres segundos de su discurso, Ortega habló de que protestas en contra de su gobierno son reflejo “de que el demonio está sacando las uñas”, a pesar de que la represión y los asesinatos los ejecutan paramilitares y antimotines a la población que cívicamente se manifiesta.

La marcha multitudinaria de este 30 de mayo fue en respaldo al Movimiento Madres de Abril que reclama al Gobierno justicia por los —hasta entonces— más de ochenta asesinatos, cientos de heridos, detenidos y desaparecidos en los 44 días de protestas ciudadanas.

Un Ortega confrontativo refirió que si bien hay un “dolor inmenso” de las madres por la pérdida de sus hijos durante las protestas, el reclamo de ellas por justicia “no puede llevar a la destrucción” ni “llevar nuevamente a la guerra” en Nicaragua.

Contesta a empresarios
Aunque Ortega no mencionó específicamente la carta que el miércoles le mandaron los empresarios más importantes como Carlos Pellas, Roberto Zamora Llanes y Ramiro Ortiz Mayorga junto a las cámaras privadas del país donde le pidieron adelantar las elecciones para superar la crisis política, una parte del discurso del caudillo se entendió como su respuesta al gran capital.

“Nicaragua no es propiedad privada de nadie, los dueños de Nicaragua somos todos los nicaragüenses independientemente del pensamiento político, del pensamiento religioso, del pensamiento ideológico”, afirmaba Ortega, lo cual evidenciaría la ruptura total de la relación con el empresariado que durante casi una década mantuvieron.

Sigue en otra realidad
Hasta el miércoles la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), mediadora y testigo del diálogo nacional, no había informado a la delegación del Gobierno y de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia —que integran universitarios, campesinos, empresarios y sociedad civil— de la fecha para el reinicio las negociaciones.

El diálogo se suspendió el miércoles pasado porque el Gobierno acusó de que se le quería dar un golpe de Estado con la agenda de la ruta de la democratización propuesta por la Alianza Cívica, que incluye el adelanto de las elecciones y la renovación del Consejo Supremo Electoral (CSE).

Y aunque el lunes pasado una comisión mixta de 3+3 del ejecutivo y de la Alianza acordaron que en el diálogo se discutirá la agenda de la democratización, el miércoles Ortega retomó su postura de que no aceptará renunciar.

Aun así, Ortega dijo que se trataba de un “bendito diálogo”, porque además de la mesa nacional en los municipios supuestamente se realizan “comisiones de paz” donde sacerdotes y pastores religiosos son mediadores entre delegados orteguistas y “dirigentes de diferentes fuerzas políticas”.

Esas supuestas comisiones locales, hasta ahora desconocidas, habrían logrado firmar acuerdos “para que vayan desapareciendo los tranques y los enfrentamientos”, según Ortega.

Carlos Tünnermann, representante de la sociedad civil en el diálogo, expresó que Ortega “se niega a dar cuenta de cuál es la realidad”, de que “ha perdido la autoridad moral para gobernar Nicaragua”.

Para Murillo cumplen
La vicepresidenta designada por el poder electoral, Rosario Murillo, en su intervención en los medios oficialistas, aseguró que el Gobierno “ha venido cumpliendo” con los acuerdos del diálogo nacional por haber autorizado la conformación del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) que investigará los hechos violentos de acuerdo con la recomendación número tres de las Observaciones Preliminares de la CIDH.

El acuerdo lo firmó el miércoles el Gobierno con la Organización de Estados Americanos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

“Nuestro gobierno está honrando los compromisos del diálogo con la investigación de los hechos de violencia”, afirmó Murillo, a pesar de que ella y su esposo, Daniel Ortega, mantienen la represión a la protesta ciudadana.