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Kurdos, epicentro de campañas de oficialismo y oposición en Turquía
Publicada: lunes, 4 de junio de 2018 4:36
El epicentro de las campañas electorales del oficialismo y la oposición para las presidenciales en Turquía es la situación de los kurdos en la mitad sur del país.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, llevó a cabo un acto de campaña en Diyarbakir, una de las ciudades de mayoría kurda en el sureste del país, donde las fuerzas del orden del país se enfrentaron muchas veces a miles de manifestantes que protestaban contra la mano del hierro del Gobierno contra los kurdos en Turquía y en Siria.
Erdogan, ante miles de partidarios, busca ahora votos para la reelección. El presidente prometió en la campaña seguir luchando con fuerza contra los terroristas que pretenden desestabilizar el país, mientras aseguró que no tiene ningún problema con el pueblo kurdo, como le reprochan activistas y la oposición.
La oposición, por su parte, llevó a cabo su campaña en Estambul. El candidato opositor, Muharrem Ince, del Partido Republicano del Pueblo (CHP, por sus siglas en turco), acusó al Gobierno de Erdogan de discriminar a los kurdos.
Erdogan tacha a Ince y su partido de terroristas, al considerarlos el brazo político del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo) y cómplices de actos de violencia.
Erdogan ha emprendido una campaña militar contra los kurdos dentro y fuera del país, después de varios atentados que fueron atribuidos a militantes kurdos. Parte de la población kurda pide su salida, mientras que sectores religiosamente conservadoras de la población kurda siguen apoyando al actual presidente.
xsh/mkh
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Erdogan, a la conquista del mayor feudo de la oposición kurda
LLUÍS MIQUEL HURTADO Teherán
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3 JUN. 2018 19:16
El presidente turco, Erdogan, en un acto de campaña en Konya. TUMAY BERKINEFE
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Selahattin Demirtas, el rostro de las minorías
Erdogan adelanta un año y medio las elecciones en Turquía
El Presidente turco se ha presentado este domingo en Diyarbakir, capital sentimental de los kurdos de Turquía, con el propósito firme de arrebatar el favor de los votantes a su archienemigo, el candidato opositor Selahattin Demirtas (HDP). Por eso, desde el segundo cero de su discurso, Recep Tayyip Erdogan ha descargado toda su artillería contra el encarcelado líder kurdo y candidato a la Presidencia desde prisión, donde lleva 19 meses en prisión preventiva por “terrorismo”. “La manos de Demirtas están manchadas con la sangre de 53 de nuestros hermanos kurdos. Tarde o temprano, él pagará esta factura”, ha prometido Erdogan bajo un tórrido sol del sureste, vinculando así a su rival del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) - aunque él lo desmienta y pida un proceso de paz - con la guerrilla kurdoturca PKK. “Este partido ha fallado como partido político real al no haber podido rescatarse a sí mismo del control de una organización con sangre en sus manos”, ha dicho Erdogan.
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El escenario, Diyarbakir, es indiscutiblemente territorio del HDP. En las últimas elecciones legislativas, este partido se llevó nueve escaños frente al islamonacionalista Partido Justicia y Desarrollo (AKP) de Erdogan, que arrancó dos. Sin embargo, hay dos certezas: la primera es que, a diferencia del socialdemócrata Partido Popular Republicano (CHP), el principal opositor a Erdogan y denostado por estas tierras, el AKP es el único partido capaz de recolectar votos de los montes de Hakari a Tracia.Consciente de ello, el discurso de este domingo por la tarde de Tayyip Erdogan, que aspira a ser el primer Presidente con plenos poderes ejecutivos bajo la reformada Constitución, ha alternado golpes al CHP con promesas económicas con las que cubrir el trecho entre el cariño y el interés del votante. “Ya hemos empezado a construir 350 casas de piedra, número que se elevará a 500. Los turistas van a fluir por el valle del Tigris. Ya trabajamos para traer a Diyarbakir el tren de alta velocidad”, ha asegurado.Al líder del CHP y candidato a Presidente, Muharrem Ince, a quien las encuestas colocan lejos de Erdogan, pero en una posición - en conjunción con el resto de aspirantes - capaz de forzar una segunda vuelta, el actual Presidente lo ha vinculado al HDP: “¿Qué haces pidiendo la liberación [de Demirtas]? Hay una Justicia en este país. 53 de nuestros hermanos fueron asesinados por ellos”, le ha echado en cara el jefe de Estado, recordando la factura en la región de los últimos atentados del PKK. La segunda certeza con la que cuenta el AKP, en su ofensiva para ganarse los corazones y los votos de la población kurda, es que el Hüda-Par (Partido de la Causa Libre) ha expresado su apoyo electoral. La formación islamista kurda, considerada heredera del grupo armado Hizbulá - suní, sin relación con el partido libanés -, no concurrirá a los comicios dentro de la coalición que forman el AKP y el MHP, pero, siendo depositarios de una fracción del voto étnico kurdo, su soporte puede beneficiar al Presidente. Diyarbakir ha sido, desde hace más de 40 años, una de las provincias más perjudicadas por el conflicto kurdo. A la ruptura del proceso de paz con el PKK, en 2015, le siguió una fase de violencia en la que el centro histórico de la ciudad Patrimonio de la Humanidad, quedó arrasado por los combates entre milicianos del PKK y militares turcos. Los ayuntamientos de más de 80 municipios donde ganaron las siglas del HDP han sido reemplazados por comisiones gestoras. Para las próximas elecciones, alegando riesgos para la seguridad, el Consejo Supremo Electoral ha autorizado la centralización de colegios electorales en 18 distritos del sureste de Turquía, lo que el HDP ha denunciado como una estrategia para dificultar la participación de sus votantes alejando de ellos las urnas. Por otra parte, el HDP sigue denunciando los obstáculos que las autoridades judiciales imponen a la campaña de Selahattin Demirtas, quien hasta el momento no ha podido comparecer por televisión.