México electoral: Indígenas contra las elecciones presidenciales

Mientras México hierve en furor electoral ante los inminentes comicios nacionales, miles de indígenas dan la espalda al “caduco” régimen de partidos que ha desgarrado sus comunidades. Resguardados en sus bosques, los purépechas defienden su autogobierno, mientras los pueblos del legendario movimiento zapatista rechazan al “podrido” sistema.



Indígenas de México contra las elecciones presidenciales
Con café y pan, muchos de los habitantes purépechas montan guardia al calor del fuego para evitar la instalación de casillas para las elecciones generales del domingo.

Por: Agencia AFP.

Cherán, México. Mientras México hierve en furor electoral ante los inminentes comicios nacionales, miles de indígenas dan la espalda al “caduco” régimen de partidos que ha desgarrado sus comunidades. Resguardados en sus bosques, los purépechas defienden su autogobierno, mientras los pueblos del legendario movimiento zapatista rechazan al “podrido” sistema.

Fogatas bélicas se encienden al caer la noche en Nahuatzén, un municipio indígena entre las espesas montañas de Michoacán, en el oeste del país.

Con café y pan, muchos de sus habitantes purépechas montan guardia al calor del fuego para evitar la instalación de casillas para las elecciones generales del domingo.

“Estamos listos para lo que venga”, exclama uno de los guardianes nocturnos, luego de que el gobernador de Michoacán anunció un operativo policíaco-militar para garantizar las elecciones en su territorio.

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Como Nahuatzén, numerosas comunidades indígenas hartas del crimen organizado, las autoridades corruptas y la destrucción de sus tierras ancestrales, buscan boicotear los comicios con bloqueos de carreteras y manifestaciones, incluso en los lejanos Chiapas (sureste) y Nayarit (noroeste).

Todas ellas se inspiran en el emblemático Cherán, pueblo purépecha de Michoacán que en 2011 hizo historia al convertirse en el primer municipio indígena que abolió el sistema electoral de partidos para nombrar, con sus usos y costumbres, a autoridades con cargos que no encajan en el esquema estatal.

En vez de presidente municipal, regidores y síndicos, la máxima autoridad en Cherán es la Asamblea (todo el pueblo), y doce de sus habitantes son elegidos para representarla en un Concejo Mayor Comunal. Sin campañas, sin partidos, sin urnas.

Destierro del PRI
Entre confeti multicolor y collares hechos de flores y galletas, el mes pasado cerca de 5.000 habitantes de Cherán relevaron por tercera ocasión a sus doce Keri’s (grandes) del Concejo.

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Igual que sus ancestros, mujeres en rebozo tradicional y hombres en guaraches emitieron su voto a mano alzada.

“¡No a la servidumbre y esclavitud!, ¡Hasta la victoria!”, clamó una de las organizadoras del multitudinario evento, celebrando siete años de autogobierno en Cherán.

En vísperas de las elecciones presidenciales de México, y en medio del clímax electoral, Cheran, un pueblo indígena en el que las autoridades locales son elegidas directamente por sus habitantes, sin interferencia de los partidos políticos, las elecciones nacionales son rechazadas como parte de un En vísperas de las elecciones presidenciales de México, y en medio del clímax electoral, Cheran, un pueblo indígena en el que las autoridades locales son elegidas directamente por sus habitantes, sin interferencia de los partidos políticos, las elecciones nacionales son rechazadas como parte de un “podrido” sistema corrupto. AFP
El levantamiento del pueblo se gestó tras sus últimas elecciones convencionales, en 2008, cuando el oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI) ganó la municipalidad.

Como muchos alcaldes del país, el ganador Roberto Bautista llegó al poder otorgando a sus allegados altos puestos del ayuntamiento, y protegió a deforestadores armados del crimen organizado que sembraron el terror en la comunidad.

Las balaceras eran “cotidianas, en plena calle”, hasta que las mujeres, indignadas por el saqueo del bosque, iniciaron el levantamiento, recuerda Irma Campos, una maestra jubilada.

Así, Cherán desterró a Bautista y de paso a todos los partidos políticos. Desmovilizó a la corrupta policía municipal para formar su propia ronda comunitaria, y en siete años ha reforestado 8.000 de las 10.000 hectáreas saqueadas.

¿Más de lo mismo?
“Con este gobierno y esta lucha de usos y costumbres me siento muy feliz, porque puede andar uno en la comunidad tranquilo”, dice Campos, de 59 años.

Pero para el campesino Salvador Queandón no todo es color de rosa: “Quedó lo mismo que con los partidos o hasta peor.

Bajo su sombrero de paja explica que “los malos”, como llama a los criminales, están infiltrando la ronda comunitaria.

Mientras, la sombra del PRI acecha a Cherán. El partido convenció a José Ventura, un joven de 23 años, de postularse como diputado local pese al rotundo rechazo de su comunidad.

Salvador Adame, miembro del flamante Concejo, opina que si el joven ganara no se sentirían representados por él.

En esta foto de archivo tomada el 27 de mayo de 2018, los indígenas purépechas participan en una asamblea, durante su tradicional elección de líderes comunitarios, en Cherán, estado de Michoacán, México. AFP En esta foto de archivo tomada el 27 de mayo de 2018, los indígenas purépechas participan en una asamblea, durante su tradicional elección de líderes comunitarios, en Cherán, estado de Michoacán, México. AFP
Ventura “tiene que obedecer instrucciones del aparato que lo está postulando más no de las comunidades”, explicó.

El equipo de Ventura canceló una entrevista con el candidato solicitada por la AFP argumentando que “un pequeño error” en sus respuestas “tendría consecuencias en la contienda.

Marichuy
Aprovechando que este año por primera vez pudieron participar en las presidenciales candidatos independientes, la desmovilizada guerrilla Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) presentó a su candidata María de Jesús Patricio, una curandera de la etnia náhuatl de Tuxpan, Jalisco (oeste).

Entre tinturas digestivas, pomadas antibióticas y mezclas herbolarias contra el “espanto”, Marichuy –como le conocen sus allegados– reflexionó con decenas de pueblos y tribus sobre las políticas que necesitaría para erradicar el “cáncer” del capitalismo, la corrupción y el crimen organizado.

Pero esta mujer no logró reunir las 860.000 firmas necesarias para registrar formalmente su candidatura.

“México es un país racista y con mucha carga discriminatoria sobre el ideal de persona gobernante”, comenta Zenaida Pérez, del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir.

Para el EZLN, “son elecciones de la clase política en la que no cabe ni cabrá la palabra de los de abajo (…). El poder que buscan está podrido”.