Judíos atacan a isrealíes que querían ayudar a agricultores palestinos
EFE
Un grupo de activistas por la paz del grupo israelí Tayush, que apoya a agricultores y ganaderos palestinos, fueron atacados este sábado presuntamente por colonos judíos en el sur del territorio ocupado de Cisjordania, y cuatro de ellos resultaron heridos y hospitalizados, denunció la organización por Twitter.
Según el mismo grupo, el ataque de los colonos se produjo sin que el Ejército israelí, presente en la escena, interviniera para impedirlo.
Uno de los activistas declaró a EFE que el grupo fue atacado por unos diez colonos tras llegar a la colonia de Mitzpe Yair, que, asegura, es un “outpost” (asentamiento ilegal incluso según la legislación israelí) cercano a la ciudad palestina de Hebrón, cuando se dirigía a sacar fotografías del asentamiento.
“Cuando llegamos al asentamiento, los colonos, muchos de ellos con la cara tapada, nos atacaron a empujones y nos tiraron piedras”, explicó el activista, que prefirió no revelar su identidad, y agregó: “Cuatro miembros del Ejército israelí estaban presentes en la escena, pero no hicieron nada para evitar el ataque” y solo intervinieron después de producirse las agresiones.
Según un portavoz del Ejército, “esta mañana, un grupo de activistas de Tayush llegaron a un área de construcción ilegal palestina”, se acercaron “a la comunidad de Mitzpe Yair e instigaron una provocación en el lugar”, tras lo que “se produjo una confrontación” entre los activistas “y los residentes de la comunidad israelí”.
“Las tropas del Ejército presentes en la escena declararon el área zona militar cerrada en el momento”, pero los activistas rechazaron abandonar el lugar y violaron la orden impuesta, aunque más tarde se marcharon por su propio pie, dice el comunicado.
Según la agencia de noticias palestina Maan, alrededor de 3.000 colonos judíos viven en varios asentamientos ubicados en la zona donde se produjo el ataque. Para la comunidad internacional, todos las colonias en territorio ocupado son ilegales o ilegítimas y suponen uno de los principales obstáculos para el proceso de paz con los palestinos, aunque la actual Administración estadounidense, encabezada por el presidente Donald Trump, se ha mostrado más tolerante con esta política.
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La forja de una nueva identidad colectiva: Taayush y el reavivamiento de los movimientos de paz en Israel
Tamar Groves(Universidad de Tel Aviv, Israel)
Resumen
La vuelta a la violencia en Oriente Medio en octubre de 2000 causó una crisis sin precedentes en el sector que apoyaba la paz dentro de la sociedad israelí. Sin embargo, precisamente en esta coyuntura surgió una nueva iniciativa llamada Taayush. En este artículo se analiza el marco de la relación dialéctica entre las acciones colectivas y la forja de una identidad colectiva para entender mejor cómo este nuevo actor social se convirtió rápidamente en un elemento destacado dentro del bando pro paz israelí. Además, basándose en el caso de Taayush, la autora sugiere que en situaciones de crisis de identidad colectiva el surgimiento de otra nueva que ofrezca más garantías para hacer frente a la nueva situación puede, a largo plazo, constituir la clave para la recuperación de la identidad colectiva previa de la que ha surgido.
La forja de una nueva identidad colectiva: Taayush y el reavivamiento…La vuelta a la violencia en Oriente Medio en octubre de 2000 causó una crisis sin precedentes en el sector que apoyaba la paz en la sociedad israelí, llamado el “bando pro paz”. Ese sector, con una larga historia de iniciativas y proyectos a favor del diálogo y la convivencia, quedó asombrado frente al brusco deterioro de las relaciones entre judíos y palestinos (tanto habitantes de los territorios ocupados como ciudadanos de Israel). Sin embargo, precisamente en esta coyuntura surgió una nueva iniciativa judío-palestina, llamada Taayush, que se convirtió rápidamente en un elemento destacado dentro del bando pro paz, prácticamente paralizado en aquellos momentos. “Taayush: colaboración judío-árabe” fue creada por un grupo de treinta judíos y árabes ciudadanos de Israel, que decidieron luchar juntos por un futuro de igualdad, justicia y paz entre los dos pueblos.
El grupo adoptó la acción directa y solidaria como vía para intentar cambiar la situación actual y protestar contra ella. En muy poco tiempo Taayush llegó a ser un movimiento de cientos de personas, agrupados en tres núcleos territoriales que iniciaron una gran variedad de acciones colectivas de forma paralela. Las iniciativas del nuevo movimiento alcanzaron una resonancia sin precedentes en un movimiento de su tamaño y características.En este trabajo pretendemos analizar el surgimiento y éxito, al menos en términos relativos, de este nuevo actor social. En las últimas décadas, el enfoque de investigación de los movimientos sociales ha evolucionado, desde modelos estructurales y teorías sobre motivaciones individuales, hacia el concepto de la identidad colectiva. Este cambio ha ocurrido, entre otras razones, porque las tendencias anteriores resultaban insufcientes para integrar en el mismo marco explicativo la estructura (condiciones “objetivas”) y la agencia (motivaciones y orientaciones “subjetivas”). Como parte del intento de confrontar ese problema surgió desde fnales de los ochenta el concepto de identidad colectiva, defnido por Alberto Melucci como: “Identidad colectiva es una defnición interactiva y común, producida por un número de individuos (o grupos a nivel más com-plejo) relativa a las orientacionesde su acción y al campo de oportunidades y limitaciones en las que esta accion se realizará”1.La identidad colectiva, como matizaron algunos teóricos, entre ellos el mis-mo Melucci, no es un estado estable, sino un proceso inFuido tanto por cambios en las condiciones objetivas como por transformaciones en las percepciones sujetivas2. Otro elemento a tener en cuenta es que existe una relación dialéctica entre el nuevo actor social y la realidad en la que se mueve y que pretende 1 Alberto Melucci, Challenging Codes. Collective action in the information age(Cambridge, 1996), p. 70.2 Ver por ejemplo Debra Friedman and Doug McAdam, ‘Collective Identity and Activism. Networks,Choices and the Life of a social movement’ en Aldon D. Morris and Carol McClurg Mueller, Frontiers in Social Movement Theory (New Haven, 1992), pp.156-172.
154Tamar Grovescambiar. La misma aparición del nuevo actor social ya asegura el comienzo de un continuo proceso de negociación de la identidad colectiva, tanto dentro del movimiento como entre él y la realidad social en la que se mueve. Partiendo de una visión evolutiva de la identidad colectiva, intentare-mos analizar cómo se creó Taayush, cómo llegó a asumir un papel destacado dentro del bando pro paz israelí y, a través de ello, en la sociedad israelí en general. Luego de una breve discusión sobre el contexto político e histórico en el que surgió el movimiento, y sobre las tradiciones del bando pro paz en cuyo seno ha surgido, analizaremos la forja de su nueva identidad colectiva. Finalmente, basándonos en las conclusiones extraídas del caso de Taayush, intentaremos sugerir que, en situaciones de crisis de una identidad colectiva (en nuestro caso la del bando pro-paz israelí), el surgimiento de otra nueva que ofrezca más garantías para hacer frente a la nueva situación puede a largo plazo constituir la clave para la recuperación de la identidad colectiva previa de la que ha surgido.La sociedad israelí y el conflicto con los palestinosLa historia de las respuestas de la sociedad israelí al conficto con el mundo árabe es complicada y diversa. Por lo tanto empezaremos nuestra exposición con un breve análisis de las distintas corrientes políticas en Israel y su actitud hacia el conficto. Como nos interesan los movimientos de paz, seguiremos con un examen de las estrategias que se desarrollaron para enfrentarse a la situación. Terminaremos este apartado con una valoración de la manera en la que la Intifada de Al Aqsa afectó a la sociedad israelí en general y al bando pro-paz en particular.1. El espectro de las opiniones hacia el conflicto en la sociedad israelíNo es fácil describir las actitudes hacia un tema tan complejo y emocional como el conficto palestino-israelí, pero para un mejor entendimiento se puede dividir la sociedad israelí en cinco corrientes políticas que, aunque quizás un poco estereotípicas, resultan bastante útiles3.A. Ultra-Nacionalismo. En la base de esta corriente política, cuyas raíces históricas están infuidas por la derecha europea anterior a la Segunda Guerra Mundial, está el compromiso de subordinar la vida política en Israel a la ideo-logía del nacionalismo judío integrista. Para los ultra-nacionalistas, la relación entre el pueblo judío y Eretz Israel(la Tierra de Israel) es meta-histórica y, por ello, única y absoluta. La conquista de las tierras históricas de Israel –Yehuda y Shomron (Cisjordania)– en 1967 dio un empuje religioso a esta visión. 3 El esquema está basado en parte en Jonathan Rynhold, ‘Re-Conceptualizing Israeli Approach-es to “Land for Peace” and the Palestinian Question Since 1967’, Israel Studies6:2, 33-52.
155La forja de una nueva identidad colectiva: Taayush y el reavivamiento…Un elemento importante en esta corriente es una sensación profunda de diferencia,reforzada por la convicción de que la relación de los judíos con el resto del mundo se caracteriza por un antisemitismo endémico. Esta sensación de persecución hace que los ultra-nacionalistas vean el conficto con los pales-tinos como una lucha existencial: nosotros o ellos. Además, por su convicción de la relación especial entre el pueblo judío y la tierra de Israel, no reconocen la existencia de un derecho nacional palestino. B. Conservadurismo.El grupo conservador busca combinar el nacio-nalismo y el liberalismo en la manera característica de muchos movimientos conservadores occidentales. Sus seguidores intentan conseguir un equilibrio entre el valor nacional de Eretz Israel y los valores occidentales de democra-cia, imperio de la ley, derechos civiles y una economía de libre mercado. Al contrario que los ultra-nacionalistas, los conservadores entienden el conficto con los palestinos en términos universales, aplicables a otros confictos entre naciones. Para combinar Eretz Israel, cuestiones de seguridad, el mantenimiento de un estado demográFco judío y una democracia liberal, este grupo llegó a ofrecer un plan de autonomía para los palestinos en Gaza y Cisjordania. El primer levantamiento palestino, la llamada Intifada (que empezó en 1987), les hizo entender que esa autonomía sería tan solo un primer paso hacia la renuncia israelí de esos territorios. Sin embargo, aunque escépticos sobre la posibilidad de llegar a una auténtica paz con países no democráticos, valoran cualquier acuerdo con el mundo árabe en general, y con los palestinos en particular, en relación al equilibrio de poder en la región, y no en términos de una reconciliación histórica. C. Estatales.Al igual que el conservadurismo, el ideario llamado Estatalintenta equilibrar universalismo con particularismo: un país democrático y judío. Pero los valores universalistas que abarca no son individualistas, sino colectivistas, de justicia social basada en la Biblia. En la base de esta opción política (que era la dominante desde la fundación del país, pero que perdió poder a partir de Fnales de los años setenta), se encuentra la idea de la normalización, la reorientación de la identidad judía, alejándola de la connotación religiosa particularista, hacia un concepto más universalista de una nación que ocupa su lugar en la comunidad internacional. Después de la guerra de 1967, este grupo combinó su antigua política de disuasión hacia el mundo árabe, con la oferta de la mayor parte de los terri-torios conquistados en 1967 a cambio de paz. Dado su énfasis en cuestiones de seguridad, en aquel momento consideraban más importante la paz con los estados árabes que la paz con los palestinos, pero la Intifada cambió esta con-cepción al introducir el tema palestino como elemento central en el equilibrio de poder en la región.