UNAM grafiteada
SEP 12, 2018
Excelsior
Pasan los años y nadie aprende la lección, es más, todo sigue igual o peor en la UNAM, porque nadie quiere pagar un costo político al final del camino. ¿Qué se busca, qué se espera? Nadie es monedita de oro ni van a quedar bien con Dios y con el diablo. Sólo es cuestión de que los que están (autoridades) hagan su chamba.
El pasado lunes 3 de septiembre, una manifestación en la explanada de Rectoría por parte de estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades de Azcapotzalco derivó en un ataque de grupos porriles en donde casi le sacan un riñón al joven Joel Meza, quien perdió parte de una oreja.
Parecería que al pasar de los años, y de manera paradójica, la Máxima Casa de Estudios no recibió una enseñanza luego de las grescas y dominio de grupos subversivos dentro de la comunidad universitaria. Recordará usted la última huelga estudiantil en 1999 cuando encabezaba el rector Francisco Barnés de Castro. Y ahí todo mundo metió las manos con declaraciones desde el alto clero católico, partidos políticos, empresarios, industriales, intelectuales, los medios de comunicación y hasta el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)… ¿y qué se aprendió? Muy poco.
No se olvida la polarización, y con esto el surgimiento de apoyo a moderados y ultras, la entrada de la Policía Federal Preventiva, trifulcas, la detención de alrededor de 700 estudiantes y una huelga tediosa e interminable.
Le cuento que en el caso más reciente de hace semana y media, la ideología universitaria no ha cambiado mucho, llega un rector, se va y llega otro, ¿cambios? Ninguno ¿novedades, medidas, reglamento estricto? Tampoco. Como que ya sería hora de que algún rector dejara una verdadera huella que ayude a liberar a los estudiantes del narcomenudeo, delincuencia y porrismo.
La tarde-noche del pasado viernes, un servidor quiso atestiguar personalmente un poco de lo que está ocurriendo con la famosa Asamblea Interuniversitaria. Debo ser sincero fui muy ingenuo en pensar que quienes estaban alrededor de esta reunión “esperando” los resultados, y quienes entraban y salían del auditorio, estarían realmente preocupados por la situación, imaginé que se respiraría un ambiente distinto, más pacífico, más serio y lleno de madurez estudiantil. Pero no fue así.
Caminando entre las áreas verdes, andadores y explanadas, comencé a ver bolitas de personas consumiendo caguamas, alcohol y fumando mariguana. Volteando a mis alrededores, ¿a quiénes cree que vi? Sí, acertó, a elementos de vigilancia interna, quienes únicamente son espectadores de la diversión.
Seguramente usted, amigo lector, no tuvo la oportunidad de saber la noticia de que mientras se desarrollaban las protestas y reyertas universitarias, habían otros estudiantes de la Facultad de Ingeniería que estaban destacando en radio, televisión, prensa escrita y portales de internet… se trata de la exhibición por parte de la UNAM-Motosports, que mostró en las islas de Ciudad Universitaria los dos autos tipo Fórmula 1 que construyeron este año, que han competido en México, EU y Europa, que corren hasta 160 kilómetros por hora, diseñados y construidos por 60 eminentes estudiantes (hombres y mujeres) que trabajaron por esta escudería del automovilismo. ¿No es contrastante?
En fin, hasta el momento todavía hay planteles que permanecen en paro y no se ve para cuándo podrían volver a la normalidad. El gran pretexto es una Asamblea Interuniversitaria que quiere ver hecha polvo a la rectoría del doctor Enrique Graue y continuar con las prácticas vandálicas de siempre. Pasan los años y nadie aprende la lección, nadie pone el ejemplo con mano dura, y la bolita sigue rodando en el laberinto de las autoridades policiacas, judiciales y universitarias.
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Familiares de Ayotzinapa y 10 organizaciones más, en solidaridad con el movimiento estudiantil
septiembre 14, 2018 at 2:15 pm • 0
Contralínea
AUTOR: KAREN BALLESTEROS
“Estamos irritados. Estamos hartos. Los estudiantes son a quienes más reprime el gobierno; no les importa la juventud. Queremos decirles a todos los estudiantes que estamos con ellos y que tenemos que caminar juntos para que no les vuelvan a pegar, pues a las luchas aisladas siempre las golpean”, asegura a Contralínea Mario Cesar González Contreras, padre de uno de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.
Este jueves 13 de septiembre, familiares de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa y más de 10 organizaciones y movimientos marcharon en solidaridad con los estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y demandaron seguridad dentro y fuera de todas las instituciones educativas, exigieron la extinción de grupos porriles, el esclarecimiento de delitos cometidos dentro de la Universidad, así como la democratización de la misma.
En conmemoración a la Marcha del Silencio realizada hace 50 años por integrantes del movimiento de 1968, también el Frente de Pueblos de Defensa de la Tierra de San Salvador Atenco (FPDT), las comunidades otomís –integrantes del Congreso Nacional Indígena (CNI) y simpatizantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)– y otras ocho organizaciones pidieron a las autoridades el cumplimiento de todas las exigencias de los estudiantes, sobre todo la de la desarticulación de los porros.
“Siempre hemos estado con movimientos populares estudiantiles y éste es uno de los más importantes. Los porros son un medio de sometimiento y control en las escuelas, no sólo de la UNAM, sino en diferentes instituciones educativas del país. Ésa es una prueba de que a 50 años aún existe la represión en nuestro país”, explica Ignacio del Valle, líder del FPDT.
Asimismo, el Colectivo de Reflexión en la Acción Rumbo Proletario, el Frente Nacional del Movimiento de Organizaciones Populares (Fenamop) y la Unión General de Trabajadores de México (UGTM) expresaron su apoyo hacia las movilizaciones estudiantiles: “aspiramos a que en un futuro nuestros hijos tengan mejores condiciones para estudiar. Esta lucha es por la transformación que requiere el país”, enfatiza Eduardo Amador, integrante de la UGTM.
A las exigencias de los estudiantes se sumaron las de los profesores de secundarias técnicas, quienes manifestaron su indignación ante la desaparición de la educación tecnológica en las escuelas técnicas. “Las autoridades quieren desplazar a los profesores de sus talleres y ahora esas materias las quieren convertir en clubes y ni las mismas autoridades saben cómo lo van a hacer, lo que quieren es quitar toda esa plantilla de maestros de escuelas técnicas, pero sepan estamos luchando por evitarlo”, finaliza Rocío González.
Del mismo modo, el Sindicato de Trabajadores de la UNAM, el Frente Popular Revolucionario, Movimiento de Trabajadores Socialistas, la Organización Nacional del Poder Popular, la Central Unitaria de Trabajadores y la Honorable Casa del Estudiante marcharon durante más de cuatro horas desde el Museo Nacional de Antropología hasta la Plaza de la Constitución, donde se dio por concluida la manifestación.