Perú, al revés de Brasil: derrotado el fujimorismo y vuelven partidos tradicionales

En las elecciones regionales el partido de Keiko Fujimori obtuvo su peor resultado desde 2001. A su vez, Acción Popular ganó la alcaldía de Lima y volverá a gobernar la capital después de 38 años.



Derrota del fujimorismo y renacer de Acción Popular marcan comicios en Perú

La Tercera
MAR 9 OCT 2018

En las elecciones regionales el partido de Keiko Fujimori obtuvo su peor resultado desde 2001. A su vez, Acción Popular ganó la alcaldía de Lima y volverá a gobernar la capital después de 38 años.
Pese a que a primera vista las elecciones municipales y regionales del domingo en Perú no gozan aparentemente de gran relevancia, sus resultados tuvieron una alta connotación política. Por un lado, pusieron de manifiesto la crisis de Fuerza Popular de Keiko Fujimori y al mismo tiempo marcaron el regreso a la primera línea de Acción Popular, el partido de Fernando Belaúnde Terry (1963-1968 y 1980-1985).

A casi una semana de que la Corte Suprema revocara el indulto al expresidente Alberto Fujimori, condenado por crímenes de lesa humanidad, su partido sufrió un duro revés, tanto en las gobernaciones como en los distritos, en su peor resultado desde 2001.

En Lima, Fuerza Popular apostó por el abogado Diethell Columbus, pero éste apenas obtuvo un 2,42% de acuerdo con la Oficina Nacional de Procesos Electorales (Onpe) con el 90,36% de las actas contabilizadas. Según el diario El Comercio, con este resultado ya suman ocho procesos electorales en los últimos 25 años en los que el fujimorismo no ha logrado ninguna victoria en Lima.

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El partido liderado por Keiko Fujimori tampoco logró ninguna victoria en los distritos limeños, tal como ocurrió en 2014. Y la suerte no fue mejor en las elecciones regionales, ya que perdieron las tres gobernaciones (Ica, Pasco y San Martín) que ostentaban desde hace cuatro años. Su candidato en Ica, obtuvo apenas un 14,22%, reflejo de la debacle electoral del fujimorismo.

La situación del domingo fue muy diferente a la de 2016, cuando en las elecciones presidenciales y parlamentarias, lograron casi el 40% de los votos válidos a nivel nacional y sacaron una mayoría de 73 de 130 congresistas.

Pero si Fuerza Popular se lamentaba, el histórico Acción Popular celebraba al obtener la joya de la corona: la alcaldía de Lima.

En ese codiciado bastión, el candidato Jorge Muñoz se impuso con el 36,30% de las preferencias. Acción Popular también tuvo buenos resultados en varios distritos de Lima, en regiones y disputará la segunda vuelta en Cajamarca, señaló la radio RPP.

El analista Gonzalo Zegarra señaló que el triunfo de Muñoz posee una connotación política, porque es un “partido histórico y de alcance nacional”, por lo que, constituye una “reivindicación de la renovación de la política en el mejor sentido” y una suerte de “despertar” de recuperación de la institucionalidad. Además de Belaúnde, Acción Popular tuvo a otro inquilino en el Palacio Pizarro: Valentín Paniagua (2000-2001).

Para Luis Benavente, analista político peruano y director de la encuestadora Vox Populi, “todos los partidos que tienen que ver directamente con el caso Lava Jato o con denuncias fuertes de corrupción en los últimos dos años, no les ha ido bien. Se puede decir que hay un castigo de los electores hacia la corrupción”.

“El mal resultado de Fuerza Popular se debe a que ellos también están dentro de las denuncias de corrupción, pero también se debe al desgaste partidario que ha sido muy fuerte, al desgaste del liderazgo de Keiko Fujimori, a la división partidaria”, dijo Benavente a La Tercera.b

Jorge Muñoz, el nuevo alcalde de Lima
El candidato de Acción Popular, Jorge Muñoz, ganó la alcaldía de Lima tras obtener el 36,30% de los votos en las elecciones del domingo. Los analistas señalaban que una de las claves de su éxito fue su bien evaluada gestión como alcalde saliente del distrito de Miraflores, en el sur de Lima. Según el diario Gestión, este abogado de 56 años tiene más de 20 años de experiencia en gestión municipal. Durante la campaña prometió preocuparse más de la gente que de hacer obras públicas, un asunto por el que ha sido cuestionado el alcalde saliente de Lima, Luis Castañeda.