El deterioro de salud de la población chilena y la insuficiencia del sistema de atención pública

Las noticias que intentan aparecer como simples datos estadísticos y casi como lamentando el daño económico y cantidad de gastos que requiere el estado para enfrentar la situación, ofrecen a las población la posibilidades de acceder a una mayor claridad de la necesidad de desarrollar por autogestión y autoorganización políticas públicas de salud no estatales que involucren factores de educación, prevención, cuidado, atención, capacitación, cooperación y apoyo mututo en áreas de salud y relacionadas



Casi 11 millones de chilenos viven con al menos una enfermedad crónica

Autor: Cecilia Yáñez
La Tercera
DOM 21 OCT 2018

Los chilenos están viviendo más tiempo; el problema son las condiciones de vida que tienen estas personas, especialmente cuando llegan a adultos mayores. La proyección es aún peor: en pocos años, los actuales adultos sufrirán enfermedades crónicas como hipertensión y diabetes, porque la aparición de estos males se está adelantando.

Un análisis realizado por la Facultad de Medicina de la U. Católica a la última Encuesta Nacional de Salud (ENS 2016-2017), ajustada a los resultados del último Censo, revela la alta cantidad de enfermedades que aquejan a los chilenos, una alta carga para la salud pública.

Los resultados muestran que de los casi 14 millones de mayores de 15 años en el país, 11 millones viven con al menos una enfermedad crónica y 2,4 millones tienen cinco o más enfermedades crónicas, como hipertensión, obesidad y diabetes, que son las más frecuentes.

Paula Margozzini, académica del Departamento de Salud Pública de la U. Católica, y quien lideró el equipo que realizó la ENS, señala que las actuales cifras son desbordantes en relación con la capacidad de atención que tiene nuestro sistema de salud, y aclara que “no es solo un problema de Chile: les sucede a todos los países”.

Lo más grave, agrega, es que las personas jóvenes están enfermando antes y la cantidad de adultos mayores que están viviendo más años también. “Ambos fenómenos están ocurriendo y las consecuencias son el deterioro en la calidad de vida de la población, pero también un freno al desarrollo económico del país, ya que el costo social asociado a esta carga de enfermedades crónicas disminuye el crecimiento del PIB”, indica Margozzini.

Entre las enfermedades crónicas que más se repiten en la población están los lípidos alterados, la obesidad y la hipertensión. Más del 60% de la población tiene algún lípido alterado (triglicéridos altos, colesterol bueno bajo o colesterol malo alto). Otro tercio es hipertenso y tres de cada cuatro tienen sobrepeso o son obesos.

De acuerdo con los nuevos datos de la ENS, publicados por el Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud el mes pasado en la web, el 40,2% de la población adulta tiene sobrepeso, el 31,4% es obeso y el 3,4% es obeso mórbido, por lo que el 75% de la población tiene exceso de peso y solo el 23,8% tiene un peso normal.

La hipertensión es otro de los males que enferma a los chilenos. El colesterol total está elevado en el 6,8% de la población. A nivel país, la región con el índice más elevado es Magallanes con el 2,3% de la población.

Los triglicéridos son otro tipo de grasa que se mide. A nivel nacional, en el 36,6% de la población están aumentados, pero en la Región de O’Higgins la cifra sobrepasa el 50%.

En cuanto a la diabetes, el 12,3% de la población tiene sospecha de diabetes (un examen de glicemia elevado), con una mayor prevalencia entre los 45 y 64 años (18,3%) y los mayores de 65 (30,6%).

En otro tipo de enfermedades autorreportadas (entrevistado que dice padecer o haber sido diagnosticado ), el 5,6% de la población dijo sufrir de insomnio, tres veces más las mujeres en comparación con los hombres y con mayor prevalencia entre los 45-64 años. Casi la mitad de las personas (47,7%) usa lentes; consultados por cataratas, el 5,9% dijo haber sido diagnosticado con la enfermedad (27,5% de ellos tiene más de 65 años). En cuanto a salud dental, el 54,6% de la población declaró tener caries y el 52,8% dijo que no visitaba al dentista hace más de un año.

La patología biliar es otra de las enfermedades que está elevada en el país. La prevalencia de personas que reportan haberse hecho una ecografía abdominal llega al 36,7%, la mayoría de ellas mujeres. Por edades, los tramos que más se han realizado este examen son las personas entre los 45 y 64 años (44%) y los mayores de 65 (47,3%). Respecto de los cálculos a la vesícula, uno de cada cuatro adultos chilenos dice haberse realizado una ecografía con ese diagnóstico. Al 11,9% de la población le extrajeron la vesícula.

Según Margozzini, las consecuencias negativas de estas cifras requieren prevención y distintos tipos de medidas costo-efectivas, como leyes que influyan en el precio, publicidad y disponibilidad física de ciertos productos o mercados que presentan externalidades negativas, como el del tabaco, el alcohol, bebidas azucaradas y actividades que producen contaminación ambiental. Asimismo, fomentar la actividad física y la alimentación sana, por ejemplo.

Tabaco
La cantidad de personas que fuman ha bajado en los últimos años y es una de las pocas noticias positivas que evidenció la encuesta. Si en la ENS de 2009 los fumadores llegaban al 42,2% de la población, en la ENS 2016-2017 la cifra bajó a 32,5%.

Lidia Amarales, directora de la ONG Respira Libre, valora esta baja pero dice que ahora la preocupación debe fijarse en los cigarrillos electrónicos. De acuerdo con la encuesta, el 1,5% de las personas usó este tipo de dispositivos en los últimos cinco días, la mayor parte jóvenes entre 15 y 24 años. “En la Encuesta Mundial del Tabaco, Chile está entre las primeras tasas de consumo en América Latina. Esa es la nueva estrategia de la industria, ir por los jóvenes, pero igual tienen nicotina y son adictivos, y además contienen sustancias cancerígenas como la nitrosamina”, indica.