Francia y Alemania se suman a los esfuerzos de paz en Siria
EFE |
27/10/2018
Los máximos dirigentes de Alemania, Francia, Rusia y Turquía celebraron un encuentro en Estambul del que salieron pocos avances concretos
Francia y Alemania se sumaron a los esfuerzos de paz en Siria, que en los últimos meses han protagonizado Irán, Rusia y Turquía, en una cumbre que concluyó con la defensa de la integridad del país árabe y la certeza de que sólo es posible una solución política amparada por Naciones Unidas.
Los máximos dirigentes de Alemania, Francia, Rusia y Turquía celebraron un encuentro en Estambul del que salieron pocos avances concretos, pero sí la coincidencia de que el conflicto supone un amenaza global con múltiples ramificaciones, desde el peligro terrorista a la crisis humanitaria de los refugiados.
En la declaración final se pidieron esfuerzos para que antes de final de año se haya creado un comité para la redacción de una nueva Constitución, que prepare el camino para unas elecciones libres supervisadas por la ONU, en la que puedan participar todos los sirios, también aquellos que han tenido que huir del país.
Esa mención reforzó la postura del enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, que participó en la cumbre, y que este viernes criticó que el régimen sirio bloquea la participación de la ONU en la creación de ese comité.
Según lo pactado el pasado enero en la ciudad rusa de Sochi, un tercio de los participantes en el comité debía ser elegido por el régimen, otro tercio por la oposición, y la ONU sería la encargada de seleccionar al resto entre representantes de la sociedad civil.
“Con la participación de Francia y Alemania, el proceso de Astana será más fuerte y si otros se unen, llegaremos a una solución sostenible”, confió el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan en rueda de prensa junto al francés Emmanuel Macron, el ruso Vladímir Putin, y la canciller alemana, Angela Merkel.
Erdogan se refería al proceso en el que Turquía, que apoya a los rebeldes sirios, e Irán y Rusia, que respaldan al Gobierno, llevan tiempo colaborando para buscar una salida a una guerra civil que se prolonga ya desde hace siete años.
De hecho, Erdogan afirmó que el conflicto ha acabado convirtiéndose en un problema mundial porque la comunidad internacional no reaccionó ni se preocupó lo suficiente a tiempo.
“Muchos países sólo se dieron cuenta de la seriedad de la situación cuando el impacto de la crisis llegó a sus propias fronteras”, criticó.
Erdogan reclamó una respuesta a esta “indiferencia” y advirtió de que, si no se toman “iniciativas humanitarias, políticas y diplomáticas, la tragedia en Siria empeorará”.
“Creemos que cuanto más actores contribuyan a este proceso, más rápido se podrá llegar a una solución duradera“, agregó.
En el documento final firmado por los cuatro mandatarios, se reafirman principios básicos sobre cómo debe ser una solución: una salida no militar que respete la unidad territorial y política de Siria, auspiciada por la ONU y en la que los sirios decidan su propio futuro.
Además, en la declaración final se destaca la necesidad de combatir el terrorismo y de “acabar definitivamente” con grupos yihadistas como Estado Islámico, el Frente Al Nusra o Al Qaeda.
También se destacó la dimensión humanitaria, con una petición de que toda la comunidad internacional aumenten su asistencia y de que se permita el trabajo y el acceso de las organizaciones de ayuda a la gente que la necesita.
Con todo, aunque los cuatro mandatarios coincidieron en que es el pueblo sirio quién debe decidir su futuro, y el del presidente Bachar al Asad, Francia, Turquía y Alemania no dudaron en criticar al régimen.
“No podemos olvidar que hay dos luchas en Siria. La lucha contra el terrorismo y la lucha del régimen contra los rebeldes, que ha provocado la huida de miles de personas”, criticó Macron.
También Merkel se refirió a esa idea de las “dos guerras”, contra el terrorismo y del régimen contra la población.
El más crítico con Asad fue Erdogan, quien acusó al presidente sirio de “ser responsable de la muerte de un millón de personas”.
Todos los líderes, aunque Putin fue más cauto, apoyaron el acuerdo de alto el fuego firmado el pasado mes entre Rusia y Turquía para la región de Idlib, último bastión rebelde del país.
Erdogan dijo que esa tregua, que la oposición denuncia es violada constantemente por el régimen, puede ser una base desde la que lograr poner en marcha un proceso político.