Se destapa la olla y queda claro que gobiernos de izquierda y derecha persiguen aniquilar el protagonismo social. Bolsonaro de Brasil y L?pez Obrador de M?xico aplican la pol?tica de atacar a las comunidades que defienden la tierra y la vida

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, firm? un decreto por el que concede al Ministerio de Agricultura el poder para identificar y delimitar las tierras ind?genas y de afrodescendientes, una importante victoria para la industria agraria que los activistas observan con temor.

El conflicto de intereses entre el Gobierno de Lula y el Ministerio de Medio Ambiente provoc? la dimisi?n de la por entonces ministra Marina Silva, que desde aquel momento se convirti? en oposici?n pol?tica. ?La visi?n desarrollista del PT se hizo m?s presente en este momento a trav?s de una pol?tica de avance sobre la Amazonia con grandes hidroel?ctricas, con obras de infraestructuras y con asociaciones entre el Gobierno y grandes empresas de la agropecuaria como la JBS (la mayor empresa de producci?n de carne de Am?rica Latina).
A Lula no lo sacaron porque “defend?a la tierra y la poblaci?n”, sino porque ya no controlaba el movimiento social, que perdi? la “disciplina c?vica”. El reordenamiento de las derechas y las instituciones del poder se va adecuando r?pidamente a las necesidades de defensa estatal contra la autonom?a y los autogobiernos de los de abajo.



EL LE?N DEL AGRONEGOCIO DESPIERTA
El plan de Bolsonaro para ‘comprar’ a los indios del Amazonas
En la punta de lanza del proyecto de gobierno de Bolsonaro se encuentra el medioambiente, m?s espec?ficamente la selva amaz?nica y los pueblos que en ella habitan

03/01/2019 14h
El confidencial

Jair Bolsonaro, presidente de Brasil desde este martes, no ha tardado en mover sus fichas para gobernar un pa?s que ?tiene recursos minerales abundantes, tierras f?rtiles bendecidas por Dios?, seg?n ?l mismo declar? en su discurso de toma de posesi?n. En la punta de lanza de su proyecto de gobierno se encuentra el medioambiente, m?s espec?ficamente la selva amaz?nica y los pueblos que en ella habitan.

En su primer d?a de mandato, Bolsonaro decret? que la demarcaci?n de tierras ind?genas pase a ser responsabilidad del actual Ministerio de la Agricultura, dirigido por Tereza Cristina da Costa, antigua l?der de la bancada ruralista que ejerce presi?n en la C?mara de Diputados para defender los intereses agr?colas y pecuarios. Da Costa, conocida tambi?n como ?musa del veneno? por su apoyo a los pesticidas en la agricultura, despojar? a la Fundaci?n Nacional del Indio (FUNAI) de su principal misi?n de identificaci?n y delimitaci?n del territorio de pueblos ancestrales que, en general, viven en sistemas de respeto y protecci?n de la selva.

?Es el ?rea m?s rica del mundo?, afirm? Bolsonaro en relaci?n a la tierra ind?gena Raposa Serra do Sol ya demarcada y donde hay reservas de uranio y niobio, entre otros. ?Se puede explotar de forma racional, d?ndole ‘royalties’ a los indios e integr?ndolos en la sociedad?, defendi? el presidente. En el actual Gobierno, la protecci?n de los recursos naturales de la selva estar?n bajo la supervisi?n de Ricardo de Aquino Salles, antiguo integrante del grupo Sociedad Rural Brasile?a, que defiende intereses del agronegocio, y actual ministro de Medio Ambiente. Salles, que se enfrenta a una acusaci?n de fraude medioambiental para beneficiar a empresas durante su gesti?n como Secretario de Medio Ambiente de S?o Paulo, tendr? en sus manos las decisiones sobre la selva amaz?nica.

Gan? Bolsonaro, pierde la Amazonia: todo lo que esta victoria implica para el planeta
VALERIA SACCONE. R?O DE JANEIRO
Brasil emprende un camino hacia el retroceso. Todo apunta a que la victoria de Jair Bolsonaro tendr? un coste ecol?gico elevado para el pa?s y para todo el planeta
Reconocida como Patrimonio de la Humanidad por Naciones Unidas, la Amazonia acoge una de las mayores biodiversidades del mundo y juega un papel clave en la regulaci?n clim?tica mundial. El 60% de esta selva est? dentro de las fronteras brasile?as, pero 36 millones de hect?reas del total han sido taladas durante las ?ltimas tres d?cadas, seg?n los datos del proyecto MapBiomas. La Amazonia ha perdido una extensi?n del tama?o de Alemania como consecuencia de las actividades mineras, agr?colas y ganaderas principalmente. Este mismo proyecto muestra como el sector agropecuario se duplic? en estos treinta ?ltimos a?os abriendo las venas a las mayor selva tropical terrestre.

?El sector agropecuario seguir? desempe?ando un papel decisivo en perfecta armon?a con la preservaci?n del medio ambiente?, declar? Bolsonaro en su discurso de investidura. ?De esta forma, todo el sector productivo tendr? un aumento de la eficiencia, con menos regulaci?n y burocracia?, a?adi?. Las empresas e inversores interesados en este tipo de comercio se est?n frotando las manos desde que Bolsonaro se dibuj? como un posible candidato a la presidencia brasile?a. Entre agosto y octubre de este a?o, durante la polarizada campa?a electoral, la deforestaci?n de la Amazonia aument? casi un 50% en relaci?n al mismo periodo de 2017. Hasta entonces, las tasas de deforestaci?n hab?an disminuido un 75%.

Jair Bolsonaro junto a su ministro de Defensa Fernando Azevedo e Silva, en Brasilia. (Reuters)Jair Bolsonaro junto a su ministro de Defensa Fernando Azevedo e Silva, en Brasilia. (Reuters)
C?mo Lula redujo la deforestaci?n un 75%
Tasso Azevedo coordinador de MapBiomas y del sistema de estimaci?n de emisiones de gases invernadero (SEEG, por sus siglas en portugu?s) se?ala que el sector agropecuario es uno de los principales responsables no solo de la deforestaci?n si no de la emisi?n de gases efecto invernadero que provocan el cambio clim?tico. El agronegocio, responsable del 23,5% del PIB brasile?o, gener? el 71% de las actuales emisiones brasile?as en 2017, seg?n este informe del SEEG.

Durante la campa?a electoral, la deforestaci?n aument? casi un 50%

Azevedo fue uno de los coordinadores del Plan Nacional para la Prevenci?n y Control de la Deforestaci?n en la Amazonia (PPCDAm). Creada en 2004 cuando Marina Silva dirig?a el Ministerio de Medio Ambiente durante el primer Gobierno de Luiz In?cio Lula Da Silva (2003-2006) por el Partido de los Trabajadores (PT), esta fue una pol?tica decisiva en la protecci?n medioambiental. Desde la puesta en marcha del PPCDAm hasta 2017, las tasas de deforestaci?n disminuyeron un 75%, pasando de 27.700 km2 anuales deforestados para 6.900 km2.

?Durante el primer Gobierno de Lula, Brasil dio un paso decisivo para proteger la Amazonia. Fue en este momento en el que se sentaron las bases para el control de la deforestaci?n?, explica Claudio ?ngelo, autor de los libros ?Calentamiento Global? y ?La espiral de la muerte? y coordinador de comunicaci?n del Observatorio del Clima. Sumada al PPCDAm, Lula estableci? en diciembre de 2007 -primer a?o de su segundo mandato- un decreto presidencial para controlar la deforestaci?n. La medida consisti? en impedir a los propietarios de tierras con ?reas deforestadas ilegalmente acceder a cualquier tipo de cr?dito rural como medida de presi?n. ?Este fue el instrumento m?s eficaz ya adoptado por un Gobierno en Brasil para controlar deforestaci?n?, considera ?ngelo, que destaca que el m?rito fue de la acci?n conjunta del Estado y no solo del PT.

Tras tres exitosos a?os, la deforestaci?n volvi? a aumentar en 2008 y el conflicto de intereses entre el Gobierno de Lula y el Ministerio de Medio Ambiente provoc? la dimisi?n de la por entonces ministra Marina Silva, que desde aquel momento se convirti? en oposici?n pol?tica. ?La visi?n desarrollista del PT se hizo m?s presente en este momento a trav?s de una pol?tica de avance sobre la Amazonia con grandes hidroel?ctricas, con obras de infraestructuras y con asociaciones entre el Gobierno y grandes empresas de la agropecuaria como la JBS (la mayor empresa de producci?n de carne de Am?rica Latina)?, explica ?ngelo.
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Brasil
Bolsonaro firma decreto que amenaza reservas ind?genas

Jueves, 3 Enero, 2019 - 10:50
Fuente: Clar?n

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, firm? un decreto por el que concede al Ministerio de Agricultura el poder para identificar y delimitar las tierras ind?genas y de afrodescendientes, una importante victoria para la industria agraria que los activistas observan con temor.

Bolsonaro, que tom? posesi?n del cargo el martes, dict? poco despu?s una orden ejecutiva por la cual despoja a la Fundaci?n Nacional de Ind?genas (FUNAI), que se ocupaba de todos los asuntos relacionados con las comunidades nativas, de la tarea de localizar y delimitar estas tierras.

​Seg?n el texto, el Ministerio de Agricultura tendr? a cargo lo relacionado con “la reforma agraria, la regularizaci?n de la propiedad en ?reas rurales en la Amazon?a Legal (no s?lo el estado Amazonas), las tierras ind?genas y los quilombolas”, como se conocen popularmente en Brasil los terrenos de las comunidades afrodescendientes,.

Ahora, las funciones de FUNAI recaer?n sobre un consejo interministerial integrado por las carteras de Agricultura, Defensa, Medio Ambiente, Derechos Humanos y Seguridad Institucional, si bien la cuesti?n de la tierra se desgajar? a favor del primer Ministerio.

Tambi?n ha transferido al Ministerio de Agricultura la regularizaci?n de las tierras quilombolas, que correspond?a al Instituto Nacional de Colonizaci?n y Reforma Agraria (Incra).

El presidente ultraderechista comenz? as? a cumplir sus promesas. Durante la campa?a electoral, ya hab?a anunciado su intenci?n de abrir estos terrenos a la actividad comercial, en un claro gesto hacia el sector agrario, uno de los poderes f?cticos de Brasil.

“M?s de un 15 por ciento del territorio nacional est? demarcado como tierra ind?gena y quilombola. Menos de un mill?n de personas viven en estos lugares aislados del Brasil de verdad, explotadas y manipuladas por las ONG. Vamos a integrarestas ciudades y revalorizarlas para todos los brasile?os”, escribi? Bolsonaro en Twitter.

n la misma l?nea, la nueva ministra de Agricultura, Tereza Cristina Da Costa Dias -una hacendada que coordinaba la bancada de los propietarios rurales en el Congreso- utiliz? su discurso inaugural para defender a la industria agraria de quienes la acusan de crecer a costa del medio ambiente y de los derechos de ind?genas y afrodescendientes.

“Brasil es un pa?s con una legislaci?n medioambiental extremadamente avanzada y es m?s que capaz de preservar sus bosques nativos. Nuestro pa?s es un modelo a seguir, no un trasgresor al que castigar”, dijo Dias al tomar posesi?n del cargo.