19-02-2019
De c?mo el poder de los rabinos est? alimentando una guerra santa en Israel
Jonathan Cook
Middle East Eye
Traducci?n: Mar?a Landi.
La poblaci?n palestina, las personas seculares y las mujeres se enfrentan a un ambiente cada vez m?s hostil a medida que se afianzan las tendencias teocr?ticas.
?En qu? pa?s del mundo un cl?rigo de alto rango, remunerado por el Estado, inst? a sus seguidores la semana pasada a convertirse en ?guerreros? y a emular a un grupo de j?venes que hab?an asesinado a una mujer de otra fe?
El cl?rigo lo hizo con impunidad. De hecho, s?lo estaba haci?ndose eco de otros colegas de alto rango que dieron su aval a un libro −una vez m?s, sin castigo alguno− donde se insta a sus disc?pulos a asesinar beb?s pertenecientes a otras religiones.
?En qu? lugar puede el jefe del clero llamar a las personas negras ?monos? e instar a la expulsi?n de otras comunidades religiosas?
?En qu? lugar una ?lite clerical tiene tanto poder que s?lo ellos deciden qui?n puede casarse o divorciarse −y son respaldados por una ley que puede encarcelar a quien trate de casarse sin su aprobaci?n−? Incluso pueden cerrar el sistema ferroviario nacional sin previo aviso.
?En qu? parte del mundo estos santos hombres son tan temidos que las im?genes de mujeres son borradas de las vallas publicitarias, las universidades introducen la segregaci?n de g?nero para apaciguarlos, y las mujeres se ven literalmente empujadas a la parte trasera del autob?s?
?Ese pa?s es Arabia Saudita? ?O Myanmar? ?O quiz?s Ir?n?
No. Es Israel, el ?nico autoproclamado Estado jud?o del mundo.
?Qu? ?valores compartidos??
Casi no existe un pol?tico en Washington con intenciones de ser electo que no haya afirmado en alg?n momento el ?v?nculo inquebrantable? entre Estados Unidos e Israel, o que no reafirme los ?valores compartidos? entre ambos pa?ses. Pocos, al parecer, tienen idea de los valores que Israel representa realmente.
Hay muchos motivos para criticar a Israel, incluida su brutal opresi?n del pueblo palestino bajo ocupaci?n y su sistema de discriminaci?n y segregaci?n institucionalizada contra la quinta parte de su poblaci?n que no es jud?a: la minor?a palestina.
Pero los cr?ticos han ignorado en gran medida las crecientes tendencias teocr?ticas en Israel.
Ellas no resultan regresivas solamente para la poblaci?n jud?a de Israel −puesto que los rabinos ejercen un control cada vez mayor sobre las vidas de las personas jud?as religiosas y laicas por igual, especialmente las mujeres−. Tambi?n tiene implicaciones alarmantes para la poblaci?n palestina, tanto para la que vive en los territorios ocupados como para la que vive en Israel, puesto que un conflicto nacional de reconocido origen colonial est? siendo gradualmente transformado en una guerra santa, alimentada por rabinos extremistas con la bendici?n impl?cita del Estado.
Control sobre los asuntos civiles
A pesar de que los padres fundadores de Israel eran declaradamente seculares, la separaci?n entre iglesia y estado all? siempre ha sido d?bil −en el mejor de los casos−, y ahora est? desapareciendo a un ritmo cada vez m?s acelerado.
Despu?s de la creaci?n del Estado de Israel, David Ben Guri?n, el primer Primer ministro de Israel, decidi? subordinar importantes ?reas de la vida de las personas jud?as israel?es a la jurisdicci?n de un rabinato ortodoxo, el cual representa la corriente m?s estricta, tradicional y conservadora del juda?smo. Otras corrientes m?s liberales no tienen una representaci?n oficial hasta el d?a de hoy en Israel.
La decisi?n de Ben Guri?n reflejaba en parte el deseo de asegurar que su nuevo Estado abrazara dos concepciones diferentes del ?ser jud?o?: tanto a quienes se identificaban como jud?os en un sentido ?tnico o cultural secular, como a quienes manten?an las tradiciones religiosas del juda?smo. Ben Guri?n esperaba fusionar a las dos en una nueva noci?n de ?nacionalidad? jud?a.
Por esa raz?n, a los rabinos ortodoxos se les dio el control exclusivo sobre partes importantes de la esfera p?blica: los asuntos del estado civil tales como conversiones, nacimientos, muertes y matrimonios.
Justificaciones b?blicas
Reforzar el poder de los rabinos era una necesidad urgente de los dirigentes seculares de Israel para ocultar los or?genes coloniales del Estado. Esto podr?a lograrse utilizando la educaci?n con el fin de enfatizar las justificaciones b?blicas para la usurpaci?n de las tierras pertenecientes a la poblaci?n nativa palestina.
Como observ? el difunto pacifista Uri Avnery, la reivindicaci?n sionista estaba ?basada en la historia b?blica del ?xodo, la conquista de Cana?n, los reinos de Sa?l, David y Salom?n (…) Las escuelas israel?es ense?an la Biblia como historia verdadera.?
Este adoctrinamiento, combinado con una tasa de natalidad mucho m?s alta entre los jud?os religiosos, ha contribuido a una explosi?n en el n?mero de personas que se identifican como religiosas. Ahora constituyen la mitad de la poblaci?n.
Hoy en d?a, alrededor de una cuarta parte de la poblaci?n jud?a israel? pertenece a la corriente ortodoxa (que lee la Tor? literalmente), y uno de cada siete pertenece a la ultra-ortodoxa, o haredim, la m?s fundamentalista de las corrientes religiosas jud?as. Los pron?sticos sugieren que en 40 a?os, esta ?ltima constituir? un tercio de la poblaci?n jud?a del pa?s.
?Conquistar el gobierno?
Tanto el poder creciente como el extremismo de los ortodoxos en Israel se pusieron de relieve en la ?ltima semana de enero, cuando uno de sus rabinos m?s influyentes, Shmuel Eliyahu, defendi? p?blicamente a cinco estudiantes acusados de asesinar a Aisha Rabi, una palestina madre de ocho hijos/as. En octubre pasado los j?venes apedrearon su coche cerca de Nablus (en Cisjordania ocupada), oblig?ndola a abandonar la carretera.
Eliyahu es hijo de un ex rabino jefe de Israel, Mordechai Eliyahu, y ?l mismo forma parte del Consejo Rab?nico Principal, que controla muchas ?reas de la vida israel?. Tambi?n es el rabino municipal de Safed, una ciudad que en el juda?smo tiene el estatus equivalente a Medina en el Islam o Bel?n en el cristianismo, por lo que sus palabras tienen mucho peso entre los jud?os ortodoxos.
A principios de este mes, sali? a la luz el v?deo de una charla que dio en el seminario donde estudiaban los cinco acusados, en la colonia ilegal de Rehalim, al sur de Nablus. Eliyahu no s?lo alab? a los cinco como ?guerreros?, sino que tambi?n dijo a sus compa?eros de estudio que ten?an que derrocar al ?podrido? sistema judicial secular. Les dijo que era vital ?conquistar tambi?n el gobierno?, pero sin armas ni tanques. ?Ustedes tienen que apoderarse de las posiciones clave en el gobierno?, les inst?.
Jueces infractores
En realidad, ese proceso ya est? muy avanzado.
La ministra de Justicia Ayelet Shaked, quien deber?a haber sido la primera en denunciar los comentarios de Eliyahu, est? estrechamente alineada con los colonos religiosos. Significativamente, ella y otros ministros del gobierno han mantenido un cuidadoso silencio.
Esto se debe a que los representantes pol?ticos de las comunidades jud?as religiosas de Israel, incluidos los colonos, se han convertido ahora en la pieza clave de los gobiernos de coalici?n. Ellos son los que deciden qui?n manda, y pueden extraer enormes concesiones de los otros partidos.
Desde hace alg?n tiempo, Shaked ha estado utilizando su posici?n para incorporar al sistema jur?dico a los jueces m?s abiertamente nacionalistas y religiosos; incluso al m?s alto tribunal del pa?s, la Corte Suprema.
Dos de los 15 jueces actuales de la Corte, Noam Sohlberg y David Mintz, son infractores de la ley, pues viven en colonias de Cisjordania, en abierta violaci?n del Derecho Internacional. Varios jueces m?s nombrados por Shaked son religiosos y conservadores.
Esta es una victoria significativa para los religiosos ortodoxos y los colonos. La Corte es la ?ltima l?nea de defensa de la sociedad laica contra los ataque a su libertad religiosa y a la igualdad de g?nero. Y es el ?nico recurso para las personas palestinas que buscan mitigar los peores excesos de las pol?ticas violentas y discriminatorias del gobierno israel?, el ej?rcito y los colonos.
Pueblo elegido
El colega de Shaked, Neftal? Bennett, otro ide?logo del movimiento de los colonos, ha sido ministro de Educaci?n en el gobierno de Netanyahu durante cuatro a?os. Este puesto ha sido por mucho tiempo fundamental para los ortodoxos, porque es el que moldea a la pr?xima generaci?n israel?.
Despu?s de d?cadas de concesiones a los rabinos, el sistema educativo de Israel ya est? fuertemente sesgado hacia la religi?n. Una encuesta realizada en 2016 mostr? que el 51 por ciento del alumnado jud?o asist?a a escuelas religiosas segregadas por sexo −que ponen el acento en el dogma b?blico−, en comparaci?n con el 33 por ciento de s?lo 15 a?os antes.
Esto puede explicar por qu? una encuesta reciente revel? que el 51 por ciento cree que los jud?os tienen un derecho divino a la tierra de Israel, y un poco m?s −56 por ciento− cree que los jud?os son un ?pueblo elegido?.
Es probable que estos resultados empeoren a?n m?s en los pr?ximos a?os. Bennett ha estado dando mucho m?s peso en el plan de estudios a la identidad tribal jud?a, los estudios b?blicos y las reivindicaciones religiosas sobre el Gran Israel −incluidos los territorios palestinos, que ?l quiere anexar−.
Por el contrario, las ciencias y las matem?ticas son crecientemente menospreciadas en el sistema educativo, y est?n totalmente ausentes en las escuelas para los ultraortodoxos. La evoluci?n, por ejemplo, ha sido en su mayor parte borrada del programa de estudios, incluso en las escuelas seculares.
?Sin piedad? hacia los palestinos
Otra esfera clave del poder estatal que est? siendo tomada por los religiosos, y especialmente por los colonos, son los servicios de seguridad. El Comisionado de Polic?a Roni Alsheikh vivi? durante a?os en una colonia conocida por sus ataques violentos contra la poblaci?n palestina; y el actual rabino en jefe de la fuerza, Rahamim Brachyahu, tambi?n es un colono.
Ambos han promovido activamente un programa destinado a reclutar a m?s jud?os religiosos para la polic?a. Nahi Eyal, fundador del programa, ha dicho que su objetivo es ayudar a la comunidad de colonos a ?encontrar nuestro camino hacia las posiciones de mando?.
Esa tendencia est? a?n m?s arraigada en el ej?rcito israel?. Las cifras muestran que el grupo nacional-religioso, al que pertenecen los colonos −aunque s?lo sean el 10 por ciento de la poblaci?n−, constituye la mitad de todos los nuevos cadetes de oficiales. La mitad de las academias militares de Israel son ahora religiosas.
Esto se ha traducido en el papel cada vez m?s importante de los rabinos ortodoxos extremistas en la motivaci?n de los soldados en el campo de batalla. Durante la invasi?n terrestre de Gaza por parte de Israel en 2008-2009, los soldados recibieron panfletos del rabinato del ej?rcito que usaban mandatos b?blicos para persuadirlos de ?no mostrar misericordia? hacia los palestinos.
Llamado a matar beb?s
Mientras tanto, el gobierno ha alentado a la poblaci?n ultraortodoxa en r?pido crecimiento a trasladarse a las colonias de Cisjordania construidas especialmente para ella, como Modi?in Illit y Beitar Illit. Esto, a su vez, est? alimentando gradualmente el surgimiento de un nacionalismo agresivo entre sus j?venes.
En el pasado los haredim eran abiertamente hostiles −o en el mejor de los casos ambivalentes− hacia las instituciones estatales israel?es, por creer que un Estado jud?o era sacr?lego hasta que el Mes?as llegara para gobernar a los jud?os.
Ahora, por primera vez, j?venes haredim est?n sirviendo en el ej?rcito israel?, lo que aumenta la presi?n sobre el mando militar para que se adapte a su ideolog?a fundamentalista religiosa. Se ha acu?ado un nuevo t?rmino para estos soldados haredim halcones: se les llama los ?hardal? .
Brachyahu y los rabinos de los hardal est?n entre los rabinos veteranos que han respaldado un libro aterrador: La Tor? del Rey, escrito por dos rabinos colonos, que insta a los jud?os a tratar sin piedad a los no jud?os, y espec?ficamente a las y los palestinos.
El libro ofrece la bendici?n de Dios para el terror jud?o; no s?lo contra las comunidades palestinas que intentan resistirse a ser desplazados por los colonos, sino tambi?n contra todas las personas palestinas, incluso beb?s, bajo el principio de que ?est? claro que crecer?n para hacernos da?o?.
La segregaci?n de g?nero se expande
El dram?tico aumento de la religiosidad tambi?n est? creando problemas internos en la sociedad israel?, especialmente para la poblaci?n secular y para las mujeres.
En algunas partes del pa?s, en los afiches para las pr?ximas elecciones −al igual que en los anuncios en general− se est? ?limpiando? los rostros de las mujeres para no ofender al p?blico.
El mes pasado, la Corte Suprema critic? al Consejo de Educaci?n Superior de Israel por permitir que la segregaci?n entre hombres y mujeres en las aulas de las universidades se extendiera al resto del campus, incluyendo bibliotecas y ?reas comunes. Las estudiantes y las profesoras se enfrentan a c?digos de vestimenta de ?modestia?.
El Consejo incluso ha anunciado que tiene la intenci?n de profundizar la segregaci?n, debido a que est? resultando dif?cil persuadir a los jud?os religiosos para que asistan a la educaci?n superior.
La violencia de la patota
Israel siempre ha sido una sociedad profundamente estructurada para mantener separada a la poblaci?n jud?a de la poblaci?n palestina, tanto f?sicamente como en t?rminos de derechos. Esto es igualmente cierto para la importante minor?a palestina de Israel −una quinta parte de la poblaci?n−, que vive casi totalmente separada de la poblaci?n jud?a en comunidades segregadas. Sus hijas e hijos son mantenidos alejados de los ni?os y ni?as jud?as en escuelas separadas.
Pero el creciente ?nfasis en una definici?n religiosa de la identidad jud?a significa que la poblaci?n palestina se enfrenta ahora no s?lo a la fr?a violencia estructural dise?ada por los fundadores seculares del Estado, sino tambi?n a una hostilidad irascible, legitimada b?blicamente por los extremistas religiosos.
Ello se hace m?s patente en el veloz aumento de los ataques f?sicos contra la poblaci?n palestina y sus propiedades, as? como a sus lugares sagrados, tanto en Israel como en los territorios ocupados. Entre los israel?es, esta violencia se legitima como ataques con ?precio? (?price tags?), como si los palestinos se hubieran causado a s? mismos ese da?o.
YouTube est? lleno ahora de v?deos de colonos armados o blandiendo palos que atacan a las personas palestinas, por lo general cuando tratan de acceder a sus olivares o manantiales, mientras que los soldados israel?es se quedan de brazos cruzados, o colaboran.
Los ataques incendiarios se han extendido desde los olivares hasta los hogares palestinos, a veces con resultados horribles, cuando las familias son quemadas vivas.
Rabinos como Eliyahu han avivado esta nueva ola de ataques con sus justificaciones b?blicas. El terrorismo de Estado y la violencia patotera se han fusionado.
Destruir al-Aqsa
El mayor foco de atenci?n se encuentra en Jerusal?n Este ocupada, donde el creciente poder simb?lico y pol?tico de estos rabinos mesi?nicos amenaza con estallar en el complejo de la Mezquita de al-Aqsa.
Durante mucho tiempo los pol?ticos seculares han jugado con fuego en este lugar sagrado del Islam, utilizando excusas arqueol?gicas para tratar de convertirlo en un s?mbolo del derecho hist?rico jud?o a la tierra, incluyendo los territorios ocupados.
Pero su afirmaci?n de que la mezquita est? construida sobre dos templos jud?os, el ?ltimo de los cuales fue destruido hace dos milenios, ha sido r?pidamente reconfigurada con fines pol?ticos modernos e incendiarios.
La creciente influencia de los jud?os religiosos en el parlamento, en el gobierno, los tribunales y los servicios de seguridad significa que los funcionarios se vuelven cada vez m?s audaces a la hora de reivindicar f?sicamente la soberan?a sobre al-Aqsa.
Tambi?n implica una indulgencia cada vez mayor hacia los extremistas religiosos, que exigen algo m?s que el control f?sico del sitio de la mezquita: quieren que al-Aqsa sea destruida y reemplazada por un Tercer Templo.
La guerra santa congrega
Poco a poco, Israel est? transformando un proyecto colonial de asentamiento contra el pueblo palestino en una batalla contra el resto del mundo isl?mico. Est? convirtiendo un conflicto territorial en una guerra santa.
El crecimiento demogr?fico de la poblaci?n religiosa en Israel, el desarrollo por parte del sistema educativo de una ideolog?a cada vez m?s extremista basada en la Biblia, la apropiaci?n de los principales centros de poder del Estado por parte de los religiosos, y el surgimiento de una clase de rabinos influyentes que predican el genocidio contra los vecinos de Israel han sentado las bases para una tormenta perfecta en la regi?n.
La cuesti?n ahora es en qu? momento los aliados de Israel, en Estados Unidos y Europa, se despertar?n finalmente para ver la catastr?fica direcci?n hacia la que se dirige Israel, y tendr?n la voluntad de tomar las medidas necesarias para detenerlo.
Jonathan Cook, periodista brit?nico residente en Nazaret desde 2001, es autor de tres libros sobre el conflicto israelo-palestino. Ha sido galardonado con el Premio Especial de Periodismo Martha Gellhorn. Su sitio web y su blog se encuentran en: www.jonathan-cook.net
Publicado el 13/2/19 en Middle East Eye.