Venezuela: las tierras reencontradas por la nueva mafia capitalista

Era el a?o 95 cuando comienza la rebeli?n minera contra las transnacionales. Form?ndose (ya fueron entre los primeros a alzarse abriendo una Buena historia la historia del oro en Venezuela) lo que termin? siendo en los pr?ximos cinco a?os la comuna minera de Nuevo Callao. Con cerca de tres mil mineros trabajando cooperativamente en esta vasta mina a unos cincuenta km de Tumeremo. Esta fue la primera gesta minera que cambiar? por completo una historia que continua su lucha hoy en d?a en sus momentos m?s dif?ciles y contradictorios de su historia.
Nuevo Callao se convierte en sus cortos a?os como comuna en un ejemplo de autogobierno minero donde el aporte de las cooperativas permiti? formar un bello pueblo ordenado, con plaza y a punto de tener su propia escuela para los abundantes ni?os que viv?an ya en el lugar.



Las tierras reencontradas por la nueva mafia capitalista

Por: Roland Denis |
Domingo, 31/03/2019 10:17 PM

Era el a?o 95 cuando comienza la rebeli?n minera contra las transnacionales. Form?ndose (ya fueron entre los primeros a alzarse abriendo una Buena historia la historia del oro en Venezuela) lo que termin? siendo en los pr?ximos cinco a?os la comuna minera de Nuevo Callao. Con cerca de tres mil mineros trabajando cooperativamente en esta vasta mina a unos cincuenta km de Tumeremo. Esta fue la primera gesta minera que cambiar? por completo una historia que continua su lucha hoy en d?a en sus momentos m?s dif?ciles y contradictorios de su historia.

Nuevo Callao se convierte en sus cortos a?os como comuna en un ejemplo de autogobierno minero donde el aporte de las cooperativas permiti? formar un bello pueblo ordenado, con plaza y a punto de tener su propia escuela para los abundantes ni?os que viv?an ya en el lugar. Sus l?deres no eran otra cosa que unos mineros mas donde la disciplina y la honestidad en el resumen y venta del material producido fue una regla que dio ejemplo por muchos a?os funcionando perfectamente (oro que se vend?a a compradores que en la regi?n misma vend?an a los banjos nacionales) El orden despu?s de las duras peleas con la transnacional inglesa (propiedad de la reina por cierto) no era de Estado, era un orden de trabajadores y trabajadoras que fue un ejemplo de la fuerza de una colectividad en rebeli?n. Aunque el Estado defend?a el orden feudal y dependiente a estas transnacionales no pudo por un buen tiempo contra esta rebeli?n pol?ticamente clara y sin nada que ver con ambiciones burocr?ticas. Ser?a un movimiento de antesala a lo que luego se llamar?a revoluci?n Bolivariana. Nombre que por cierto ya perdi? su fuerza y grandeza inicial. Los mineros hartos de la explotaci?n y tratamiento desp?tico de la transnacional inglesa (trat?ndose de nuestras propias tierras) se alzan comenzando un proceso de rebeli?n que se extender? por diez a?os al menos hasta la salida de lo que se llam? la “mafia rusa” y la promoci?n de la ley de nacionalizaci?n del oro en el 2011 que acabo con el m?todo feudal de concesiones y abre un camino posible para una aut?ntica socializaci?n de la actividad minera integral, donde este presente la agrominer?a y la recomposici?n de cuencas, rios y tierras destruidos por el modo feudal de explotaci?n

Pero esta rebeli?n tan ejemplar en sus primeros momentos a la final fracasa en lo esencial. La llegada de las mafias terr?colas, su fusi?n con la Guardia Nacional y finalmente el bandidaje armado tambi?n ligado a las fuerzas de seguridad convierten el territorio en el preludio de una guerra civil, o modo original de apropiaci?n obligado por las buenas facturas mafiosas del capitalismo actual. Se trata de una lucha por la tierra o la riqueza de su subsuelo. que se incrementa en la medida en que fue subiendo el precio del oro. (parte de la crisis de las monedas fidusuarias en particular el d?lar que revienta en el 2008). Esto va absorbiendo cada vez m?s poblaciones repartidas entre la miseria de nuestro pa?s y el resto del continente principalmente Brasil y Colombia.

El llamado decreto del Arco Minero (que ha podido ser una pol?tica perfectamente viable y no simplemente extractiva) a la final ha sido un mecanismo para darle legalidad a la situaci?n mercenaria que se ha creado. Como estrategia de un Estado socializante en combinaci?n con las grandes transnacionales mineras es un formato viable en favor de la naci?n incluso de su biodiversidad. Un intercambio de riqueza y tecnolog?a bajo el control de los trabajadores y el Estado. Pero el devenir de todo esto ha sido muy distinto. Los contratos transnacionales (contratos leoninos como el ejecutado con la Gold Reserve) quedan en sus manos (adem?s de los dos mil millones que se les acepto como deuda) y no se completar?n mientras la situaci?n pa?s y el bloqueo internacional contin?e. Y mientras el ministerio en correspondencia con todo tipo de mafias las favorece en sus asociaciones dejando al pisatario de a?os de trabajo y verdaderas comunidades mineras hijas de todo el proceso de rebeli?n, contra la pared. Obligadas a pagos por informes de explotaci?n, procesos de los mismos, informes ambientales, imposibles. Y sin tener el m?s m?nimo apoyo donde el Estado siempre saldr? ganando por la cuota de 45% que obtendr? gratis, si en tres meses no comienzan la producci?n de lleno se le quita la concesi?n de la tierra y los espacios -de alrededor de 25 hect?reas para la peque?a miner?a- acab?ndose el contrato de Asociaci?n con el Estado.

Se trata en este caso a una estafa al trabajo que en estos momentos deja no menos de veinte toneladas de oro al Estado por a?o siendo el minero el mismo explotado desde que comenz? su rebeli?n, haciendo de ellas los cabecillas del gobierno sus respectivos ministerios y el Banco Central un negocio perfecto para pa?ses y contrabandistas de su misma cu?a. Es la jugarreta mafiosa que hace llave con el gobierno fascista turco de Erdogan, quien cambia oro por productos bajo el intermedio de los grandes saqueadores de ambos paises (nunca sera tarde volver a leer el discurso del Che en Argel donde presagiaba esta realidad frente a la misma URSS y el intercambio desigual entre los propios pa?ses dichos socialistas).

Ahora ahogados por el bloqueo imperialista de Trump y europeos ?sta llave mafiosa se hace mucho m?s intensa dej?ndole su parte al Estado y las tribus multimillonarias, civiles y militares que lo sostienen. M?s de veinte plantas de cianurizaci?n y todo el veneno que reparten han sido compradas por el Estado la mayor?a de ellas en manos de militares o sus testaferros. Es una situaci?n que perdurara mientras no reviente una rebeli?n que ya no basta que comprometa al pueblo minero sino ind?genas y organizaciones - que m?s all? del ecologismo- defiendan nuestra tierra en todos sus aspectos y componentes de riqueza y supervivencia humana.

Ahora esta no es una realidad que se juega entre los l?mites de un Estado-naci?n en que vivimos. Es el retrato de una combinaci?n perfecta entre capitalismo financiero - manejado por la manipulaci?n bancaria y virtual del dinero- y el saqueo de tierras que es su soporte real, el ?nico que le queda antes de disolverse por s? mismo. La combinaci?n entre capitales narcotraficantes, capitales mafiosos ligados a minerales escasos y conversi?n en todo tr?fico monetario , es un mismo juego perverso del capitalismo de hoy que por lo general revienta en confrontaciones de sangre ligadas a la degeneraci?n que en alg?n momento hizo de suyo el ideal llamado democr?tico y hasta socialista. El proyecto minero tan espl?ndidamente comenzado por la misma masa obrera es hoy un caos sin verdaderos dirigentes que no sean otra herramienta m?s del Estado mafioso, que lo hace m?s perverso con la incorporaci?n del colt?n diamante y minerales de alto contenido radioactivo y de superconducci?n electr?nica, sumado a un entuerto pol?tico realmente aberrante como el que vivimos. Los Estados consulares como el nuestro hoy en d?a (cualquiera que sea la potencia favorecida) terminan siendo dispositivos de un gran fraude internacional. Quedar? la historia por venir a comentar donde y cuando comienza esta historia. Mientras aunque parezca mentira nos abogamos en nuestra propia riqueza, dentro de un esquema mucho m?s sangriento y empobrecedor que el comienzo de la era petrolera. El dilema rebelde sigue en pie pero con mucha m?s intensidad que hace veinte a?os.