Luego de estar más de tres semanas privado de libertad  en la Tercera Brigada Acorazada La Concepción, el ahora ex soldado David Veloso, salió en libertad la tarde del jueves, agradeciendo a los ciudadanos por el apoyo que recibió los días que estuvo en prisión preventiva por negarse a obedecer las órdenes de sus superiores.

Este viernes, y un poco más tranquilo, Veloso conversó con Soy Antofagasta y contó sobre los días que estuvo en la brigada, sus compañeros, y por qué tomó la decisión de entregar el fusil cuando se había ofrecido a cumplir labores en el estado de excepción en Santiago. 

“Me dio un cargo de conciencia y un instinto, algo me dijo que no debía hacer eso porque podría haber hecho daño a alguien, porque no teníamos la instrucción antidisturbios, no teníamos tampoco el equipamiento antidisturbios”, declaró a Soy Antofagasta respecto a su decisión de no viajar a Santiago. 

Veloso explicó que, aunque se presentó como voluntario, “después cuando vimos que nos estaban pasando munición, eso me instó a no ir”.

Y agregó: “Antes todos decíamos vamos a ir a resguardar el orden, la seguridad poblacional y todo eso. Uno como es de acá, decía: vamos a ir a conocer también, pero cuando uno tiene un fusil de guerra, no es lo mismo”.

Respecto a la sanción que le notificó el Ejército aseguró que ”fue todo muy rápido, no sabía lo que pasaba. Yo no miré para atrás ni pensé que me iba a perjudicar tanto, que iba a entrar en un tema judicial, mucho menos que iba a estar en un ámbito emblemático, por decirlo así. Nunca pensé que iba a terminar en una pieza, con suerte con contacto con mis familiares y defensores. Nunca imaginé que me iba a pasar eso”.

El ahora ex soldado declaró que como él, habían más compañeros que tuvieron su misma duda, pero “solo yo me atreví a hacerlo, es decir, yo tuve el carácter de salir al frente y hablar con todas las autoridades presentes esa vez, y decir no. No voy a ir, no voy a participar”. 

Los días sin libertad

Veloso describió cómo fueron los días en los que estuvo detenido y aseguró que sintió “distintas emociones, en el sentido que quería saber qué pasaba afuera, pero no podía saberlo, trataba de mantener mi mente ocupada para que no colapsara, porque en varias ocasiones pensé que podía venirse lo peor para mí, porque yo no sabía nada de afuera”. 

El ex soldado afirmó no estar arrepentido “porque si hubiera ido podría haber hecho un daño o me podrían haber hecho un daño a mí, un daño que yo no quería ocasionar, ni quería que me lo ocasionaran. En ese ámbito mantengo mi determinación”.

En ese sentido, explicó que “no me considero un desertor, porque desertor no es lo mismo que no querer hacer daño a tu gente. Yo no me considero un desertor. No es lo mismo salir al frente y apuntar al mismo pueblo tuyo, porque yo podría haberle hecho daño a alguien que compartió conmigo, un amigo o algo así, o haberle hecho daño a la familia de un amigo sin querer. Entonces no es lo mismo salir al exterior (fuera del país) que hacerlo en el interior”.