Principal partido islamista de Argelia se rinde ante el nuevo gobierno de la burocracia a sabiendas de que la resistencia popular no lo acepta

El principal partido islamista de Argelia, el Movimiento de la Sociedad por la Paz (MSP), ha aceptado la oferta de diálogo formulada por el nuevo presidente del país, Abdelmayid Tebune, con el objetivo de “contribuir a las reformas”.



 

El principal partido islamista acepta la oferta de diálogo del presidente para “contribuir a las reformas”

 
 
Agencias
@DiarioSigloXXI
martes, 31 de diciembre de 2019, 16:58 h (CET)
 
 
 
 
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MADRID, 31 (EUROPA PRESS)El principal partido islamista de Argelia, el Movimiento de la Sociedad por la Paz (MSP), ha aceptado la oferta de diálogo formulada por el nuevo presidente del país, Abdelmayid Tebune, con el objetivo de “contribuir a las reformas”.

“Anunciamos nuestra disposición a adherirnos a un proceso de diálogo”, ha dicho el presidente del MSP, Abdelrazak Makri, quien ha subrayado que “los factores que evitaban su inicio ya no existen”.

En este sentido, ha apuntado directamente a la salida del poder de ‘las tres B’, en referencia al expresidente Abdelaziz Buteflika, el hasta ahora mandatario interino, Abdelkader Bensalá, y el antiguo primer ministro, Nurredín Bedui.

Makri ha argumentado que “a pesar de la forma en la que (Tebune) fue elegido, una parte de los ciudadanos ha votado por él y consideramos que es el presidente de todos los argelinos”, antes de resaltar que el MSP no ha sido contactado para que sea parte del próximo Gobierno.

“Si actúa correctamente, le apoyaremos, y si se equivoca, le aconsejaremos”, ha apuntado. “Si hace mal las cosas nos opondremos a él a través de medios legales”, ha recalcado, según ha informado el diario local ‘Tout sur l’Algerie’.

Por último, Makri ha mostrado su apoyo a los manifestantes y ha apuntado que “el proceso de cambio no se ha logrado”, por lo que ha argumentado que el impulso popular “debe continuar”.

“Su papel tras las elecciones presidenciales debe ser acompañar las reformas, mantener un equilibrio de poder que garantice el interés general y ayudar al éxito de las reformas”, ha zanjado.

Las movilizaciones se han mantenido en el país tras la victoria de Tebune, cuya victoria ha sido rechazada por parte de los manifestantes, si bien la participación en las mismas ha caído en las últimas semanas.

Tebune hizo en su primer discurso un llamamiento a un diálogo “serio”, lo que ha provocado divisiones entre los manifestantes, dado que algunos apoyan esta vía para lograr una mayor democratización y alejar al país por etapas del régimen de Buteflika.

En su discurso, el mandatario electo dijo “respetar la posición” de los que optaron por boicotear los comicios por considerarlos una farsa, al tiempo que anticipó que entre sus prioridades está una “profunda reforma” de la Constitución y modificar la ley electoral.

“Siempre he dicho que estaré del lado de los jóvenes y, a través de ellos, me dirijo al ‘hirak’”, dijo Tebune, en referencia al movimiento opositor. “Ya he dicho que es un ‘hirak’ bendecido, al que tiendo la mano para un diálogo serio en beneficio de Argelia y sólo de Argelia”, agregó.

En este sentido, destacó que ha sido este movimiento popular “el que ha puesto a Argelia sobre las vías de la legitimidad, evitando la temeridad y las maniobras que han fracasado a la hora de torpedear al pueblo argelino”.

“Es momento de concretar los compromisos realizados durante la campaña electoral, sin exclusión o marginación ni intención de venganza”, señaló, al tiempo que resaltó que “todas las partes deben pasar página para una nueva República con un nuevo espíritu y una nueva postura”.

Tebune, de 74 años, llegó a la Presidencia tras una carrera política en la que desempeñó varios cargos locales antes de ostentar la cartera del Ministerio de Vivienda y, de ahí, la jefatura del Ejecutivo durante solo tres meses (de agosto a octubre de 2017).

Sin embargo, fue cesado meses después por Buteflika por supuestos roces con influyentes empresarios del país, y sospechas de injerencia en la política exterior del país, potestad del mandatario.