Graves tensiones en el sur de Italia: primeros saqueos en supermercados y llamadas a la rebelión
Ciudadanos en dificultad por la crisis lanzan agresivos mensajes en las redes sociales, con llamamientos a la revuelta
Corresponsal en Roma
ABC
La emergencia sanitaria se convierte también, como se temía, en emergencia social en el sur de Italia: Se temen fuertes protestas sociales y se han iniciado los primeros saqueos, lo que obliga a los supermercados a dotarse de vigilancia especial. Desde el sur emerge con fuerza un grito de alarma del que se hacen eco los alcaldes y los servicios de información italianos que advierten al gobierno: «La gente tiene hambre». Las señales son muchas y dramáticas, convirtiéndose en virales en pocas horas. Una de ellas es un video de un padre y su hija que muerden una rebanada de pan con Nutella; él en tono amenazador se dirige al primer ministro Conte y al alcalde de Palermo en tono amenazador: «Si mi hija no podrá comer un trozo de pan iremos a asaltar los supermercados».
Precisamente en Palermo, un grupo organizado de una veintena personas se presentó, ante las cajas de un supermercado Lidl –en viale Regione, uno de los más grandes y frecuentados de Palermo- con sus carritos llenos de productos, negándose a pagar al tiempo que gritaba: «Basta de estar en casa, no tenemos dinero para pagar, tenemos que comer». Los empleados del supermercado llamaron a la policía y carabineros, mientras cundía el pánico entre el numeroso público que esperaba en la calle, haciendo cola con distancia de seguridad de un metro entre personas. El caos se prolongó durante horas. Para evitar lo peor, las fuerzas del orden vigilan hoy para proteger los supermercados en Palermo y en otras ciudades
Llamadas a las revueltas
Las llamadas a la revuelta se extienden como la pólvora en las redes sociales. En Facebook se ha abierto el perfil de un grupo llamado «Noi», que anima a la revuelta con un eslogan: «Recuperar lo que nos quitan». En pocas horas contaba con cientos de seguidores, algunos de los cuales se organizan mediante chat. Sus mensajes no dejan lugar a dudas. Hay quien dice: «Quienes estén listos para la guerra el día 3 (fecha prevista para el final de la emergencia, aunque se da por seguro que el gobierno decretará una prórroga), lo debe escribir aquí abajo», «debemos romper todos los supermercados». Otro escribe: «El problema es inmediato, los niños deben comer».
Parecido es el mensaje de Alejandro: «Yo no espero a abril, estoy sin un euro, mi familia debe comer». Muchos ponen videos, mostrando su identidad, llamando a la revuelta social, haciendo ver sus propios hijos. Luky grita en uno de esos vídeos: «En casa pueden estar los que tienen un salario fijo, si nosotros debemos estar encerrados, el Estado nos tiene que llevar la comida y debe pagar los alquileres, no somos Cristiano Ronaldo: Aquí tres cuartas partes de italianos trabaja en negro; ¡rebelaros!». Según un reciente estudio de la CGIL (principal sindicato italiano), en Palermo y provincia un trabajador de cada tres trabaja en negro.
Robos en la calle
La llamada al saqueo de los supermecados no es solo en Sicilia, se extiende a otros lugares del sur. En esa mitad del territorio italiano, la economía sumergida da trabajo a casi cuatro millones de personas. En Campania, en particular en algunas zonas de la provincia de Nápoles, han aumentado los robos en la calle, con gente que quita las bolsas con los productos que algunos clientes acaban de comprar en los supermercados. Raro es el día donde en algunas provincias del sur no hay algún asalto a una farmacia. Hay gente que grita su angustia y su hambre desde el balcón: En Bari, la capital de Apulia, la consejera de Asuntos Sociales, Francesca Bottaloci, tuvo que presentarse personalmente a llevar dos paquetes con productos de primera necesidad a una familia que había puesto en las redes sociales un video gritando desde el balcón de su casa: «Ya no tenemos dinero, no tenemos nada. Venid a verlo».
Los llamados 007, el servicio de información, ha elaborado un informe reservado enviado al primer ministro Conte y a la ministra del Interior Lamorgese con esta advertencia: «Existe un potencial peligro de revueltas y rebeliones, espontáneas y organizadas, sobre todo en el sur de Italia, donde la economía sumergida y la capilar presencia de la criminalidad organizada son dos de los principales factores de riesgo». A nadie se le escapa que las mafias están siempre listas para aprovecharse de cualquier ocasión explosiva. Para las organizaciones mafiosas el coronavirus representa una óptima oportunidad para sus criminales negocios.
Ese riesgo de la mafia lo advierte el alcalde de Palermo, Leoluca Orlando, quien advierte que la criminalidad organizada aprovechará para dirigir las revueltas. El regidor de la capital siciliana pide al gobierno que otorgue una renta de supervivencia: «Al lado de muchos que viven este momento de gravísima crisis con angustia pero con dignidad, hay grupos de chacales y de profesionales de la protesta que promueven acciones violentas, personajes y grupos que muestran y reivindican su pertenencia a la mafia. Pido a todos los ciudadanos que los denuncien a las autoridades policiales», advierte el alcalde de Palermo.
Son varios los regidores que dan la voz de alarma, entre ellos algunos de una zona con alta criminalidad, la Campania, donde la camorra considera que se le presenta una oportunidad de oro. Ciro Buonajuto, alcalde de Herculano, amenazado por la camorra, ha denunciado: «Tenemos un desempleo juvenil del 75 %, quien trabaja lo hace en muchísimos casos en precario; ahora temo los efectos económico-sociales: Puede extenderse la usura, el tráfico de droga, los negocios de la camorra…».
«Atentos al sur, puede explotar»
Se hace eco del malestar en el “Mezzogiorno” el ministro para el sur, Peppe Provenzano, quien en una entrevista dice hoy a Repubblica: «Atentos al sur, puede explotar. Hay que actuar rápidamente, está en riesgo el mantenimiento de la democracia. Hay que extender la renta de ciudadanía» (se trata de la ayuda económica, en torno a los 550 euros de media, que ofrece el Estado a quien no tiene empleo).
En este contexto de gravísima crisis causada por el coronavirus, se explica también el dramático discurso que en la noche del viernes el presidente de la República, Giorgio Mattarella, dirigió al país, con la mirada puesta en Bruselas: «Estamos viviendo una página triste de nuestra historia. Hemos visto imágenes que será imposible olvidar. Algunos territorios, y en particular las generaciones más ancianas, están pagando un precio altísimo. Europa debe comprender la gravedad de la amenaza, o será demasiado tarde. Son indispensables ulteriores iniciativas comunes –añadió Mattarella-, superando viejos esquemas que ya están fuera de la realidad de las dramáticas condiciones en que se encuentra nuestro Continente».
El conocido científico italiano Silvio Garatini ha dicho estos días: «El sentido de la vida viene antes que el sentido de los negocios. Pero alguien ha invertido las prioridades». Pensando en Europa, un diplomático lo dijo con otras palabras: «Cuando se cuentan los muertos, no se cuentan los miles de millones».
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Tensión por los saqueos y rebeliones contra la cuarentena en el sur de Italia: “Está en riesgo el orden democrático”
Crecen los temores de que la pandemia del coronavirus pueda llevar a la explosión de un bomba social en el sur de Italia, donde comenzaron a circular llamados a rebelarse contra la cuarentena obligatoria y a saquear los supermercados.
Las alarmas saltaron este jueves, cuando la policía tuvo que intervenir para detener un intento de asalto en un supermercado de Palermo, en Sicilia. Ante la posibilidad de nuevos disturbios, desde el viernes varios de los supermercados más importantes de la capital siciliana ya están custodiados por las fuerzas de seguridad.
Otros episodios ocurrieron en otros supermercados pequeños y medianos de la ciudad. Según reportaron medios locales, las personas se dirigen a los gerentes de sucursales y exigen llevarse sin pagar una bolsa de alimentos.
El descontento se refleja en redes sociales como Facebook y WhatsApp, donde surgieron varios grupos que llaman a rebelarse contra las medidas de aislamiento. Los principales apuntados fueron el primer ministro Giuseppe Conte y el alcalde de Palermo Leoluca Orlando.
“Señor Conte”, dice un usuario en un video que se volvió viral. “Mi hija está comiendo un pedazo de pan con Nutella. Si en unos días mi hija no puede comer este pedazo de pan, haremos la revolución. Debe decirnos claramente cuándo llegarán las ayudas y el dinero de los despidos. A esta altura ya ni siquiera me importa si me arrestan. Han pasado 20 días y el dinero se terminó”.
Los sectores más vulnerables son los más sensibles a los llamados a la rebelión. En el sur de Italia, una zona del país en la que economía en negro da trabajo a casi cuatro millones de personas, el problema se vuelve particularmente urgente. Con el cierre del todas las actividades económicas no esenciales, que el premier Giuseppe Conte dispuso hasta por lo menos el 3 de abril y que ya confirmó que prorrogará esta semana, miles se encontraron sin un ingreso fijo de la noche a la mañana.
Economía sumergida y criminalidad organizada
Los servicios de inteligencia ya alertaron en un informe enviado al primer ministro y a la ministra de Interior que “existe un potencial peligro de revueltas y rebeliones, espontáneas y organizadas, sobre todo en el sur de Italia, donde la economía sumergida y la capilar presencia de la criminalidad organizada son dos de los principales factores de riesgo”.
El alcalde de Palermo, Leoluca Orlando, también advirtió que las mafias locales aprovecharán la situación para dirigir las revueltas. Instó a denunciar a quienes promueven la violencia y pidió una renta de supervivencia: “Al lado de muchos que viven este momento de gravísima crisis con angustia pero con dignidad, hay grupos de chacales y de profesionales de la protesta que promueven acciones violentas, personajes y grupos que muestran y reivindican su pertenencia a la mafia. Pido a todos los ciudadanos que los denuncien a las autoridades policiales”, dijo.
Mientras tanto, la alcaldía fortaleció el sistema de distribución de alimentos, que actualmente tiene 1.800 familias registradas por debajo del nivel de pobreza. Los pedidos se dispararon en últimos tres días, según el Corriere della Sera.
La Sicilia no es la única región donde está aumentando la tensión. En Campania, la región de Nápoles, aumentaron los robos a personas que acaban de comprar en los supermercados. Ciro Buonajuto, alcalde de Herculano, amenazado por la camorra, dijo temer las consecuencias económico-sociales del brote. “Tenemos un desempleo juvenil del 75 %, quien trabaja lo hace en muchísimos casos de forma precaria. Puede extenderse la usura, el tráfico de droga, los negocios de la camorra”, advirtió.
El Gobierno destina 400 millones para comprar alimentos
La preocupación aumenta también en el gobierno italiano. “Hay que actuar rápido, está en riesgo el orden democrático”, dijo este sábado el ministro para el Sur, Giuseppe Provenzano, en una entrevista al diario La Repubblica.
“Tengo miedo que las preocupaciones que están atravesando largas franjas de la población por la salud, el sueldo y el futuro se transformen en rabia y odio si perdura la crisis”, dijo el funcionario, quien por eso pidió además extender la “renta de ciudadanía”, un subsidio de desempleo de unos 550 euros mensuales.
Conte pareció escuchar las palabras de Provenzano y anunció el sábado que anticipará 4.300 millones de euros a los ayuntamientos y destinará otros 400 millones para que los municipios distribuyan cheques de compra o se suministren alimentos para destinar a las personas en dificultad en estos días.
“No vamos a dejar a nadie solo, abandonado, sobre todo en estos momentos en el que toda la sociedad sufre, pero hay gente que sufre más”, explicó Conte.
También explicó que se ha pedido que en esta cadena de solidaridad los productores y distribuidores de alimentos y bienes de primera necesidad realicen descuentos de un 5% o 10 % a quienes compren con estos bonos.
Con 10.023 muertos, Italia es el país con mayor índice de letalidad del mundo por el coronavirus, pero continua la tendencia a la baja de los contagiados, informó este sábado Protección Civil.
Refiriéndose al boletín diario de datos, Conte también dijo
que era alentador el número de personas que se han curado, que fueron más de 1.000, el número más alto en la última semana, y explicó: “A principios de la próxima semana habrá una reunión con los expertos del comité científico y técnico y confiamos en que nos traerán buenas noticias”.