El genocidio de miles de niños idígenas de Canadá en internados católicos fue política de estado efectuada en todos los estados del continente

El horror y la consternación golpearon la sensibilidad de salón cultivada por los invasores que colonizaron nuestras tierras a sangre y fuego mediante la cruz y la espada haciendo al gobierno arrodillarse hipócritamente ante las tumbas de los enterrados sin nombre que habían sido retirados de sus hogares bajo pena de prisión de los padres, que quedaban impedidos de defender sus derechos con esos niños cautivos Las Primeras Naciones exigen analizar las 165 entidades que dirigía en su mayoría la iglesia católica. Muchos habían hecho denuncias que quedaron silenciadas en la maraña del poder, pero el hallazgo de más de 200 cuerpos y las denuncias de otros lugares han delatado la ignominiosa forma de aniquilar a los pueblos sometidos.



La conmoción en Canadá tras el hallazgo de los cuerpos de 215 niños de un internado

 

El descubrimiento la semana pasada de los restos de al menos 215 niños indígenas, estudiantes del internado más grande de Canadá, ha provocado indignación en todo el país, que exige que haya más búsquedas de tumbas sin nombre. Esto es lo que sabemos hasta ahora.

El anuncio ofreció una pequeña muestra de una investigación en curso de la tribu Tk’emlúps te Secwépemc sobre la muerte de estudiantes en internados.

Estos colegios administrados por el gobierno formaban parte de la política para lograr asimilar a los niños indígenas y destruir las culturas y los idiomas nativos.

¿Qué sabemos de los primeros hallazgos?

La semana pasada, la jefa de la tribu Tk’emlúps te Secwépemc, Rosanne Casimir, anunció que se habían encontrado los restos de 215 niños cerca de la ciudad de Kamloops, en el sur de la provincia de Columbia Británica.

Se cree que algunos de los restos son de niños de tan solo 3 años.

Todos habían sido estudiantes de la Kamloops Indian Residential School, la institución más grande de este tipo en el sistema de internados de Canadá.

El hallazgo de los restos había sido confirmado días antes con la ayuda de tecnología de radar de penetración terrestre, dijo Casimir.

Se hizo hizo el descubrimiento gracias al trabajo preliminar para identificar los sitios de enterramiento realizado a principios de la década de los 2000.

 



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Pero de los otros 165, no hay registros disponibles para tener sus identidades.

Los niños “terminaron en tumbas comunes”, dijo Scott. “Sin marcas, como desconocidos”.

Los hallazgos provocaron el enojo en toda Canadá, donde muchos hicieron vigilias y memoriales improvisados en todo el país.

Pero para los líderes indígenas, el descubrimiento no fue algo inesperado.

“La indignación y la sorpresa del público en general son bienvenidas, sin lugar a dudas”, dijo el jefe nacional de la Asamblea de las Primeras Naciones, Perry Bellegarde. “Pero el informe no es sorprendente”.

“Los sobrevivientes han estado diciendo esto durante años y años, pero nadie les creyó”, dijo.

¿Cómo eran los internados?

El internado de Kamloops fue uno de más de 130 similares. Estuvieron abiertos en todo Canadá entre 1874 y 1996.

Como eje de la política gubernamental de asimilación forzosa, unos 150.000 niños de las naciones nativas, principalmente de las etnias intuit y métis, fueron separados de sus familias durante ese período y colocados en internados del Estado.

 

Cuando la asistencia se volvió obligatoria en la década de 1920, los padres se enfrentaron a la amenaza de prisión si no los enviaban.

La política dejó untrauma en generaciones enteras de niños indígenas, que se vieron obligados a abandonar sus idiomas nativos, hablar inglés o francés y convertirse al cristianismo.

Las iglesias cristianas fueron esenciales en la fundación y el funcionamiento de las escuelas. La Iglesia católica en particular fue responsable de operar hasta el 70% de los internados, según la Sociedad de Sobrevivientes de Escuelas Residenciales de Indígenas.

“La política de nuestro gobierno era deshacerse de lo indígena en el niño”, dijo Bellegarde. “Fue una ruptura de uno mismo, la ruptura de la familia, la comunidad y la nación”.

El informe de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR), publicado en 2015, describió la política dirigida por el gobierno como un genocidio cultural.

En sus 4.000 páginas detalla fallas radicales en el cuidado y la seguridad de estos niños, con la complicidad de la Iglesia y el gobierno.

“Los funcionarios, la Iglesia y las escuelas estaban al tanto de estas fallas y su impacto en la salud de los estudiantes”, dice.

Los estudiantes a menudo fueron alojados en edificios mal construidos, con poca calefacción e insalubres, según el informe. Muchos carecían de acceso a personal médico capacitado y estaban sujetos a castigos severos y a menudo abusivos.

Las pésimas condiciones de salud, según el informe, venían en buena medida por la determinación del gobierno de reducir costos.

“Administraciones escolares discutieron con el gobierno sobre quién iba a pagar los funerales de los estudiantes”, dijo Scott. 

“Lo harían todo al costo mínimo”, según muestran los registros de las conversaciones.

¿Qué sabemos sobre la búsqueda de los desaparecidos?

La investigación de la CVR encontró que miles de niños indígenas enviados a internados nunca volvieron a casa.

El abuso físico y sexual llevó a algunos a huir. Otros murieron por enfermedades o por accidentes en medio de la negligencia. 

Ya en 1945, la tasa de mortalidad de los niños en los internados era casi cinco veces mayor que la de otros alumnos canadienses.

“Los sobrevivientes hablaron de niños que desaparecieron repentinamente. Algunos hablaron de niños que desaparecieron en cementerios masivos”, dijo el presidente de la TRC, Murray Sinclair, en un comunicado el miércoles.

Otros sobrevivientes hablaron de bebés engendrados por sacerdotes, arrebatados a sus madres al nacer y arrojados a hornos, señaló.

En 2015, se estimó que unos 6.000 niños habían muerto mientras estaban en internados. Hasta el momento, se han identificado más de 4.100 menores.

“Sabemos que hay muchos lugares similares a Kamloops que saldrán a la luz en el futuro”, dijo Sinclair esta semana. “Tenemos que empezar a prepararnos para eso”.

¿Qué se ha hecho?

En 2015, la CVR emitió 94 recomendaciones, incluidas seis sobre niños desaparecidos y cementerios. El primer ministro Justin Trudeau prometió “implementarlas completamente” todas.

  • Según un recuento de la emisora pública CBC, 10 se han completado, 64 están en curso y 20 no han comenzado.

  • La CVR, suspendida en 2009, luchó para que el tema de los cementerios clandestinos se incluyera en su mandato.

  • En 2019, el gobierno destinó unos US$28 millones durante tres años para desarrollar y mantener un registro de muertes de estudiantes y establecer un registro en línea de cementerios de internados.

  • Hasta ahora, el Centro Nacional para la Verdad y la Reconciliación dice que ha recibido solo una fracción de ese dinero.

¿Cuál ha sido la respuesta?

Esta semana, Trudeau dijo que estaba “consternado” por el legado de los internados de Canadá y prometió “acciones concretas”, pero no dio muchos detalles.

“Trudeau ha estado dispuesto a avanzar en esto, tiene mucho discurso, pero realmente necesitamos ver acción”, dijo Scott.

Él junto con Bellegarde y otros líderes indígenas han presionado al gobierno para que se lleve a cabo una investigación exhaustiva de los 130 antiguos internados para encontrar tumbas sin nombres.

Estos niños han sido “desechados”, dijo el jefe Bellegarde. “Eso no es aceptable”.

La noticia del descubrimiento también ha provocado una respuesta mundial, lo que dio pie a pronunciamientos de Naciones Unidas y Human Rights Watch.

Los hallazgos preliminares también han renovado las demandas de una disculpa de la Iglesia católica, una de las recomendaciones del informe de la CVR.

En 2017, Trudeau le pidió al papa Francisco que se disculpara por el papel de la Iglesia en la administración de los internados de Canadá, pero el Vaticano ha declinado hacerlo.

Otras Iglesias emitieron disculpas formales en las décadas de 1980 y 1990.