La gira zapatista sigue recogiendo el apoyo y la admiración de cientos de personas en todo el territorio. Tras el desembarco de Vigo, la visita a Extremadura, las presentaciones en Madrid, ayer 6 de julio la cita fue junto a la estatua de Cristóbal Colón en Barcelona, un lugar escogido por su evidente simbolismo.

Bajo un intenso calor, y tras una presentación de la gira, la comitiva formada por manifestantes y los miembros del Escuadrón 241 del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, recorrió las Ramblas de Barcelona hasta Plaza de Catalunya, donde se llevaron a cabo intervenciones —con abudantes críticas al racismo institucional y la Ley de Extranjería— y actuaciones musicales.

La Gira Zapatista por Europa, que ha comenzado en España, se anunció en 2020 y se produce 20 años después de la Marcha del Color de la Tierra, en la que el zapatismo recorrió México para promover una reforma constitucional que reflejara algunos de los pactos básicos alcanzados en los Acuerdos de San Andrés, firmados el 16 de febrero de 1996 entre el EZLN y el gobierno mexicano y en la que se dialogó con la sociedad civil y con las víctimas del racismo en el país centroamericano.

Durante la pandemia, la Gira se anunció así: “20 años después navegaremos y caminaremos para decirle al planeta que, en el mundo que sentimos en nuestro corazón colectivo, hay lugar para todas, todos, todoas. Simple y sencillamente porque ese mundo sólo es posible si todas, todos, todoas, luchamos por levantarlo”. Barcelona ayer dio muestra de ese empeño.