El Frente Unitario de Trabajadores (FUT) de Ecuador convocó para este miércoles una movilización nacional, la segunda de este tipo, tras la registrada el pasado 11 de agosto, en contra de las políticas del Gobierno de Guillermo Lasso.

A la jornada se sumó la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie); así como productores agropecuarios, entre ellos cañicultores, bananeros, arroceros y representantes de otros sectores.

Las movilizaciones principales, que se realizarán en todo el país, está prevista para las 16:00 (hora local). En Quito, la capital, marcharán en el centro.

Sin embargo, desde tempranas horas de este miércoles, algunos sectores iniciaron sus protestas con bloqueos de vías.

Por ejemplo, en la provincia de Los Ríos, algunas personas trancaron el paso en los sectores Patricia Pilar y Cruce de Chilintomo, en los cantones Buena Fe y Babahoyo, respectivamente, donde levantaron montículos de arena y piedras.

También se reportan cierres de vías en los cantones Samborondón y Daule de Guayas.

Las peticiones

El pliego de peticiones es cada vez más amplio. Al igual que en agosto, el principal reclamo es pedir que se congele el precio de los combustibles.

Concretamente, exigen la derogatoria de los decretos ejecutivos 1158, 1183 y 1054, emitidos por el expresidente Lenín Moreno en 2020, que permitieron la liberalización de los precios de los combustibles y la variación —con incremento— de su valor todos los meses.

Al respecto, Lasso ha señalado que no derogará los decretos y que en el Gobierno están analizando focalizar los subsidios para sectores del transporte público.

También se han manifestado en contra de la ‘Ley de Oportunidad Laboral’ que el Ejecutivo ecuatoriano pretende enviar a la Asamblea Nacional. Según el Ministerio de Trabajo, con esta normativa buscan promover la inversión extranjera, combatir la informalidad, facilitar la contratación de jóvenes, así como disminuir las brechas de género y discriminación laboral.

De acuerdo con Lasso, de aprobarse, el país se manejaría con dos marcos distintos para la legislación laboral: el Código del Trabajo y esa Ley de Oportunidad Laboral.

Sin embargo, Edwin Bedoya, vicepresidente de la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Clasistas Unitarias de Trabajadores (Cedocut), señaló, en conferencia de prensa, que se trata de una ley que «va a permitir la discriminación de trabajadores de primera y de segunda» y que sería una normativa para «trabajadores sin derechos, sin liquidación, sin estabilidad laboral, sin indemnización si son despedidos».

«El Ministerio de Trabajo perdió su norte, el Ministerio de Trabajo fue creado para tutelar los derechos de los trabajadores y no para defender las cuestiones del sector empresarial y las ambiciones del grupo de élite económico», enfatizó.

En el listado de razones para protestar también aparecen:

• La defensa de la autonomía del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y su banco (BIESS); y que el Estado y el sector privado paguen la deuda que tienen con esta institución.
• En contra de la privatización de áreas estratégicas como eléctricas, telefónicas, petroleras, entre otras.
• Para exigir al Gobierno que cobre más de 7.000 millones a grandes empresas que deben este monto en concepto de evasión de impuestos.
• Para que no se recorte el presupuesto de salud y educación.

«Las condiciones del pueblo ecuatoriano y de los trabajadores no ha variado del Gobierno de Lenín Moreno al Gobierno de Lasso. Son las mismas condiciones de pobreza, de desempleo», manifestó Bedoya.

Leonidas Iza, presidente de la Conaie, dijo este miércoles, en entrevista con W Radio EC, que «hay muchas posibilidades» de que se repita un estallido social similar al registrado en el país en octubre de 2019, que dejó un saldo de 11 muertos, 1.340 heridos —entre ellos, 11 personas perdieron un ojo por el impacto de lacrimógenas y piedras— y 1.192 detenidos, según datos de la Defensoría del Pueblo.