Autor: “ Maristella Svampa”
De la ceguera ecológica a la indignación colectiva
Las imágenes del colapso ecológico están entre nosotros, como sociedad vivimos una especie de “ceguera ecológica”, por la cual se toman como naturales eventos extremos en el medio ambiente. Es inaceptable que no se vinculen los efectos de la ola de calor récord y la sequía con los modelos de maldesarrollo. Entender que nuestra tierra está dañada pero no definitivamente perdida, reconectar nuestra indignación con las prácticas de resiliencia que aportan otros lenguajes de valoración del territorio, de la naturaleza, son la vía para la construcción de “una clase ecológica consciente y orgullosa de sí misma”.
Argentina: El Lanín como sitio sagrado: un rechazo que atrasa la discusión
La revocación en tiempo récord de la decisión de declarar al volcán como “sitio natural sagrado” para la comunidad mapuche es parte de la campaña racista contra el pueblo. Un acto sin ningún costo político ni para la derecha ni para el oficialismo, sostienen Maristella Svampa y Enrique Viale en esta columna. Además que impide la discusión sobre la interculturalidad, golpea la posibilidad de pensar y asumir otras miradas no occidentales sobre la Naturaleza y alienta el discurso de odio contra un pueblo originario.
Pensar y actuar de manera anfibia
Estamos viviendo un periodo de gran tensión entre quienes siguen en su apuesta por los modelos hegemónicos de desarrollo y buscan oponer lo social a lo ambiental, y quienes creemos que hay que cambiar las reglas de juego y el modo de pensar las relaciones economía/naturaleza, para apuntar a una articulación entre lo social y lo ambiental. Gran parte de esta disputa pasa por entender que no podemos pedirle más a la naturaleza, al ambiente, a los ecosistemas, en fin, a la crisis climática, que ya han sido impactados severamente por determinadas actividades económicas, que se adapten a la economía.
La transición energética en Argentina
No existe un manual para la transición energética, con preguntas y respuestas, mucho menos a partir de la gran escala y la aceleración de la crisis climática. Pero es claro que la transición no sólo se ha complejizado; es además un concepto en disputa. No hay una transición, sino muchas. Así, existen tantas miradas de la transición energética como intereses económicos, políticos, ideológicos, ecológicos, tecnológicos y hegemónicos. Hay propuestas de transición energética con objetivos claramente diversos. Miradas político-económicas desde el neoliberalismo, el keynesianismo y el anticapitalismo, desde perspectivas ecologistas, del culto a la vida silvestre o a la ecoeficiencia (culto a lo tecnológico), miradas desde las grandes corporaciones petroleras, desde el ambientalismo popular y desde pequeñas cooperativas ciudadanas.
Argentina: Chubut y la degradación social e institucional que provoca la megaminería
A espaldas de la sociedad, con represión, con degradación institucional, con corrupción política: así se impone la megaminería en casi todo el mundo. No por casualidad es la actividad extractiva más resistida en el planeta, en América Latina, en Argentina. Oposición que se ha incrementado en contextos de escasez hídrica, como el actual, en plena crisis climática.
Hace años que venimos advirtiendo que la megaminería no sólo es sinónimo de contaminación ambiental sino también de una gran degradación social e institucional. Lo que ocurre en la provincia de Chubut es una demostración cabal de ello.
Argentina: Nuestro Chernóbil criollo
En medio de esta crisis socioecológica y climática, el agronegocio ilustra como pocos las consecuencias del maldesarrollo: destrucción de bosques nativos, contaminación del agua, pueblos fumigados con agrotóxicos. El modelo argentino, además, suma un triste récord: ser el que más glifosato por persona aplica en el mundo. “Estamos viviendo una verdadera tragedia ambiental debido al uso de agroquímicos”, advierten Maristella Svampa y Enrique Viale en este adelanto de “El colpaso ecológico ya llegó” (Siglo XXI).
Ecuador: Yaku Pérez y otra izquierda posible
En un escenario latinoamericano cada vez más polarizado y más lánguido (a excepción de Chile) en términos de propuestas políticas innovadoras, las elecciones en Ecuador abren una interesante caja de sorpresas. Cuando ciertas encuestas daban por ganador en primera vuelta a Andrés Arauz, el candidato del expresidente Rafael Correa, o daban por sentado que en caso de ballotage la segunda fuerza sería la derecha oligárquica representada por Guillermo Lasso, vuelve a irrumpir con fuerza el poderoso movimiento indígena ecuatoriano, con la figura de Yaku Pérez, un reconocido dirigente indígena y ambientalista, exprefecto de la provincia del Azuay y defensor de los derechos de la Naturaleza.
Es claro que Svampa coloca los huevos en la canasta de la otra izquierda que también disputa el poder del estado. Ella se ha ganado el respeto de muchos intelectuales, pero no todos la acompañan en su apoyo a las izquierdas que ven los cambios solamente en la posesión y control de la máquina de moler carne.
Felipe Quispe: el presidente indio que no fue
Tuve el privilegio de ingresar al mundo andino de la mano del inescrutable Felipe Quispe, el Mallku, a quien conocí apenas puse pie en La Paz. El aura plebeya de mi más reciente trabajo de entonces (sobre los orígenes y avatares del movimiento piquetero, libro publicado junto con Sebastián Pereyra) habían posibilitado el contacto. Aun así, en Bolivia algunos intelectuales me miraban extrañados y pocos entendían la clave latinoamericana que lo había motivado.
Reflexiones para un mundo post-coronavirus
Es necesario abandonar el discurso bélico y asumir las causas ambientales de la pandemia, junto con las sanitarias, y colocarlas también en la agenda política. Esto nos ayudaría a prepararnos positivamente para responder al gran desafío de la humanidad, la crisis climática, y a pensar en un gran pacto ecosocial y económico.
Hay un extendido analfabetismo ambiental en la élite económica y la clase política
Hace décadas, soportamos que se oponga lo social a lo ambiental, cuando, en realidad, son los sectores más vulnerables los golpeados y los que sufren los impactos de estos modelos abiertamente insustentables.
Argentina y los efectos del glifosato. Nuestro Chernóbil criollo
Las cosechas récord y el boom de la carne argentina en el mundo han venido de la mano de la destrucción masiva de bosques nativos, de la degradación acelerada de los suelos, de la contaminación del agua y de los pueblos fumigados con agrotóxicos. Los impactos sanitarios y ambientales del agronegocio se hacen sentir: se ha convertido en el mayor problema socioambiental de nuestro país por su extraordinaria extensión y proporción de ocupación territorial.
El colapso ecológico ya llegó
¿Qué sabemos de verdad sobre el colapso ecológico? Aunque figuren millones de entradas en internet, seguimos creyendo que es un tema para minorías movilizadas y expertos, o una preocupación de países ricos. Como dice Maristella Svampa, muchos somos “analfabetos ambientales”, más o menos conscientes de que los modelos de desarrollo hegemónicos dañan la naturaleza y son insustentables pero también de que no hay alternativas porque “la economía tiene que crecer”. Incluso cuando una pandemia paraliza el planeta, poco se dice de las causas socioambientales que la originaron. Prima la desinformación y el discurso de un enemigo invisible al que vencer para volver cuanto antes a la normalidad. Pero no nos cuestionamos a qué normalidad queremos volver. Este libro traza una cartografía de las luchas globales y de los conflictos socioambientales en la Argentina del siglo XXI
Pacto ecosocial y económico del Sur
Gran pacto que puede o no puede germinar según sus partes económicas e institucionales lo vayan poniendo en práctica, pero todo pacto es de sujetos y el sujeto popular tradicionalmente marginado no tiene representación, salvo quienes se la auto-otorgan y sostienen que su disposición es hablar en nombre del pueblo, aunque no lo consulten, tales como los partidos políticos y los sindicatos dirigidos por ellos, en tanto los grupos ecologistas hablan por ellos, lo que está correcto, pero no se podría decir que lo hacen en nombre del pueblo. Distinto es el caso de algunas comunidades o pueblos originarios que si tienen representación, aunque en este manifiesto se percibe sólo una muy pequeña parte de los pueblos de nuestro continente. Creemos que aún apoyando el pacto y aún sin firmarlo, no es la tarea fundamental de los pueblos hoy, pues la necesidad exige la autoorganización, la autonomía y el autogobierno de barrios, poblaciones, pueblos y territorios, la expansión masiva de la agricultura urbana y la ampliación de las ciudades hacia los terrenos adyacentes de actual condición rural junto al cuidado y la autodefensa social (no de grupos armados de vanguardia) nos permitirán participar de tú a tú en todo tipo de pactos.
Hacia un Gran Pacto Ecosocial y Económico
La justicia social y la justicia ambiental deben ir articuladas. La otra cara de la transición es potenciar la agroecología para transformar el sistema agroalimentario argentino mediante la creación y fomento de cinturones verdes de agricultura ecológica en ciudades y pueblos de todo el país generando empleo y garantizando alimentos sanos, seguros y baratos. Además, esto promueve la soberanía alimentaria con sistemas de producción y distribución dirigidos al desarrollo de mercados locales agroecológicos de pequeños productores, solidarios que fomenten una cultura asociativa y comunitaria y una responsabilidad ciudadana en el consumo.
15 Mitos y Realidades de la minería transnacional en Argentina
Guía para desmontar el imaginario prominero
Maristella Svampa habla sobre los levantamientos populares y la crisis debido al extractivismo
Por el calor del ciclo progresista estos propios gobiernos se convirtieron en modelos de dominación tradicional, se han agotado, y hoy en día están bastantes desacreditados.
Argentina: “Las calles mendocinas mostraron la potencia de la sociedad en movimiento”.
La crisis climática no es solo una narrativa global: si la aterrizamos en el territorio, tiene que ver con el extractivismo, esto es, con la quema de combustibles fósiles, con la deforestación, con la generación de pasivos ambientales, con la contaminación de las aguas, entre otros. Tiene que ver con el fracking, con el agronegocios, con la megaminería, con los polos industriales de contaminación…
Estamos en una encrucijada civilizatoria
Vivimos en un mundo de distopía global en el cual parece que nada es posible, sino la catástrofe que se avecina. Pero, por otro lado, a nivel local hay una multiplicidad de experiencias innovadoras que plantean otros modos de habitar el territorio, otros modelos de desarrollo.
A propósito de la caída de la izquierda en Uruguay y el auge de las rebeliones populares: Movimientos sociales,matrices socio-políticas y nuevos escenarios en América Latina
1Introducción
2El cambio de época
3Matrices políticos-ideológicas: una aproximación a las tipologías y modelos de militancia
4El avance de las luchas indígenas y los proyectos en curso
5Las nuevas formas de militancia y la demanda de autonomía
6La actualización de la tradición nacional-popular
7La ilusión desarrollista.
La incertidumbre Boliviana
La socióloga Maristella Svampa sostiene que Morales llevó democracia y pluralismo a un país elitista y racista pero que cedió ante el afán reeleccionista y ante un modelo de dominación más tradicional.