Autor: “Carlos F. Chamorro ”

Nicaragua: El fracaso del estado policial, y la adopción del “modelo Venezuela”

La dictadura de Daniel Ortega estableció un Estado policial de facto, para terminar con las marchas cívicas que llenaron las calles de Managua.
La aprobación del combo de leyes punitivas representa la antesala del cierre total del espacio electoral en 2021.


Nicaragua está viviendo una crisis terminal de la dictadura de Daniel Ortega

Nicaragua está viviendo una crisis terminal de la dictadura de Daniel Ortega. Eso no quiere decir que vaya a tener un desenlace inminente o inmediato. Lo que quiero decir es que es un régimen que en los últimos 17 meses, después de haber enfrentado una rebelión cívica, la aplastó con un despliegue masivo de violencia estatal y eso lo ha inhabilitado. Se rompieron todas las alianzas que le habían permitido gobernar en la última década.
Este Chamorro es sandinista y fue director del periódico Barricada, se retiró como muchos otros por el rumbo burocrático y dictatorial que fue tomando Ortega y su grupo de paniaguados.


Nicaragua: el ejército, Ortega y los paramilitares

El Ejército tiene las facultades legales e institucionales para desarmar y desmantelar a los paramilitares. El nudo del problema radica en el sometimiento del general Avilés al caudillo del FSLN y jefe de facto de los paramilitares. Esa es la disyuntiva que enfrenta el Consejo Militar del Ejército de Nicaragua: hundirse con Ortega, o intentar convertirse, otra vez, en una institución nacional, con una jefatura comprometida a desmantelar las bandas paramilitares.


Despu?s de la autoamnist?a de Ortega

Nicaragua el resistencia contra el dictador Ortega


El fracaso de la negociaci?n con Ortega

El director del diario perseguido en Nicaragua, “Confidencial”, fue miembro importante del FSLN y director del diario sandinista “Barricadas”. A nivel internacional fue el medio “Resumen”, vocero oficioso del estalinismo, el que encabez? la cr?tica a Chamorro por haber abandonado las filas sandinistas al ver hacia donde iba Ortega, al igual que M?nica Baltodano, Gioconda Belli, Julio L?pez y tantos otros.


Nicaragua: La renuncia de Ortega-Murillo y la transición

Ortega manda, pero ya no gobierna el país; tampoco representa una opción viable para negociar una transición política, pacífica y constitucional.


Nicaragua: la ruta del cambio y la democracia

“Vamos ganando”, corea la gente en las calles, y en efecto se puede palpar en el ambiente la derrota estratégica del presidente Daniel Ortega como Jefe Supremo de la represión. Su fracaso radica en que después de haber perpetrado el peor baño de sangre en la historia nacional en tiempos de paz, lo único que le puede ofrecer al país es la amenaza de seguir en el poder como un dictador temido y sanguinario. Pero la posibilidad de llegar a 2021 representa un escenario cada vez menos viable para Ortega, no solo porque pese a la represión la protesta cívica se mantiene viva, como una llama que crece y nunca se apaga, sino porque la crisis política que estalló el 18 de abril se ha convertido ya en una crisis económica que a su vez está incubando una crisis social, que también acarrea consecuencias políticas.


Nicaragua: Ortega quema sus naves y el último puente

El presidente Daniel Ortega quemó ayer los últimos puentes que le ofrecían la posibilidad de entablar una negociación política para lograr su salida del poder en condiciones de gradualidad, e incluso de abogar por la incidencia de su partido en las instituciones del Gobierno en la futura transición democrática. En un discurso delirante ante varias decenas de miles de empleados públicos, acompañado únicamente por su esposa la vicepresidenta Rosario Murillo y rodeado de sus hijas y decenas de escoltas policiales armados, Ortega acusó de golpista y terrorista al pueblo que de forma masiva demanda su renuncia, porque está inhabilitado para gobernar después de la matanza, y lo amenazó con más muertes y represión. Pero, además, atacó de forma virulenta a los obispos de la Iglesia católica y a los empresarios que le han ofrecido una hoja de ruta de democratización.