Autor: “Maurizio Lazzarato”

Guerra y Moneda (Introducción a El imperialismo del dólar)


Lucha de clases en Francia. ¿cómo salir de la contrarrevolución?

Vayamos directo al grano: luego de las enormes manifestaciones contra la “reforma” de las pensiones, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, decide hacerla “pasar por la fuerza” (passer en force), privando al Parlamento de su poder e imponiendo la decisión soberana de aprobar la ley que eleva la edad de jubilación de 62 a 64 años. En las manifestaciones, la respuesta inmediata fue “nosotros también pasamos por la fuerza”. Entre voluntades opuestas, la voluntad soberana de la máquina Estado-capital y la voluntad de clase, decide la fuerza. El compromiso capital-trabajo está roto desde los años setenta, pero la crisis financiera y la guerra radicalizaron aún más las condiciones del enfrentamiento.


En la guerra de Ucrania está en juego un nuevo reparto del poder mundial

El autor del ensayo “Guerra o revolución. Porque la paz no es una alternativa” señala que el conflicto actual es entre imperialismos. Y más: “la guerra se vuelve un elemento estructurador del capitalismo”.


Transformar las diferencias en oposición

Con el discurso de la guerra de fondo, en esta entrevista realizada por Anna Curcio y publicada por la revisa digital Machina-DeriveApprodi sobre su nuevo libro L’intollerabile presente, l’urgenza della rivoluzione. Classi e minoranze (2022), Maurizio Lazzarato aborda algunos de los dilemas no resueltos de la acción política revolucionaria. En particular, analiza la necesidad de repensar el concepto de clase en relación con la cuestión de la raza y el género.


Trabajo inmaterial. Formas de vida y producción de subjetividad

En el plano ideológico, los diferentes tipos de “resistencias”, podemos fácilmente atribuirlas (sin por ello querer reducirlas) a la hegemonía de una visión teórica, heredada de un cierto marxismo ortodoxo y de una cierta tradición de “movimiento obrero organizado”, que ve la emergencia de la clase (y de sus organizaciones) como una consecuencia de la relación con el capital: identificando el destino de los trabajadores con la relación salarial, hipoteca la vitalidad de las luchas a la evolución de la curva de empleo (formal y preferiblemente de tipo industrial!) De manera paradojal y grotesca, un batallón de críticos fieros del capital acaba postulando que el horizonte de las luchas depende de la sumisión a la “maldición” del trabajo asalariado. Es desde este punto de origen general, que se oscurece cualquier posibilidad de pensar la constitución del trabajo (y por tanto su crítica) “fuera” de la relación con el capital (que se convertiría en la “maldición” del trabajo asalariado “disponible”) y también otros ángulos ideológicos que hacen del trabajo material un valor en sí. Estos recusan el concepto de trabajo inmaterial por el simple hecho de que continúan repitiendo el enredo de un “desenvolvimiento de las fuerzas productivas (que) posibilitan la ruptura con las antiguas concepciones religiosas” (Lessa, 2000, p. 43) y de una noción de trabajo que termina reivindicándose en el método marxista (la centralidad ontológica del trabajo), o subordina la instrumentalización dinámica y técnica (y de sus “transformaciones de la naturaleza”).


Del biopoder a la biopolítica (r)

Michel Foucault, a través del concepto de biopolítica, nos había anunciado desde los años setenta lo que hoy día va haciéndose evidente: la “vida” y lo “viviente” son los retos de las nuevas luchas políticas y de las nuevas estrategias económicas. También nos había mostrado que la “entrada de la vida en la historia” corresponde al surgimiento del capitalismo.