Autor: “Yayo Herrero”
El gran reto es generar diferentes formas comunitarias en unas culturas absolutamente individuales (r)
Esa transformación cultural que vamos haciendo es importante hacerla articulando iniciativas, proyectos y cosas a las que les demos la oportunidad de funcionar. Me estoy refiriendo a todo aquello que llamamos alternativas sociales que impulsamos, que ponemos en marcha y que construimos de forma autogestionada. Creo que el gran reto que tenemos por delante es generar diferentes dimensiones y formas comunitarias. Y eso hay que experimentarlo y hay que ponerlo en marcha en unas culturas absolutamente individuales. Y creo que el ponerte en marcha y experimentar el éxito colectivo da posibilidad y capacidad de organización.
No hay economía ni tecnología ni política ni sociedad sin naturaleza y sin cuidados (r)
Si nos preguntamos qué es lo que sostiene la vida tenemos que reconocer que somos seres radicalmente dependientes de un planeta tierra que tiene límites físicos y somos dependientes, además, de esos bienes fondo de la tierra que no son fabricados ni controlados a voluntad por los seres humanos. Esto quiere decir que no hay economía ni tecnología ni política ni sociedad sin naturaleza.
La sociedad occidental se ha construido sobre la peligrosa fantasía de que los seres humanos pueden vivir ajenos a los límites de la naturaleza
Yayo Herrero habló con BBC Mundo sobre qué es el ecofeminismo, cuáles son los peligros de la tecnolatría y por qué urge repensar las ciudades y el modelo económico ante la emergencia climática.
Es un momento de agravamiento de la guerra contra la vida (r)
La ecofeminista española Yayo Herrero acaba de publicar dos libros, Hacia una educación ecofeminista y Derechos Humanos. Aquí conversa de sus perspectivas ecologistas, políticas y sociales.
Aprender de la biodiversidad (r)
La biodiversidad, además de los seres vivos pertenecientes a las distintas especies, abarca también la densa y compleja red de interrelaciones que se tejen entre todos ellos, y también de lo vivo con lo inerte (el agua, las rocas o el aire). La biodiversidad, por tanto, no es una suma de especies, ni un banco de semillas o de germoplasma. La biodiversidad es el conjunto de especies, relaciones y estrategias que garantizan la protección y continuidad de la vida en su conjunto.
Es un momento de agravamiento de la guerra contra la vida
El ecofeminismo, más que en una corriente política, es una verdadera cosmovisión, otro lugar desde el cual mirar para entender que la vida humana es tremendamente ecodependiente e interdependiente, que necesitamos una comunidad para poder existir y que esa comunidad interactúa con la naturaleza, forma parte de ella. Para mí ese fue un descubrimiento revolucionario, que me hizo mirar la política, la cultura y la economía, de una forma radicalmente distinta.
Aprender de la biodiversidad
La biodiversidad no es una suma de especies, ni un banco de semillas o de germoplasma. La biodiversidad es el conjunto de especies, relaciones y estrategias que garantizan la protección y continuidad de la vida en su conjunto. La biota –conjunto de los seres vivos– fue creando las condiciones adecuadas para que se dé la vida en la Tierra tal y como la conocemos hoy. Coevoluciona y regula el ambiente. La atmósfera, los océanos y el suelo están regulados por el crecimiento, la muerte, el metabolismo y las actividades de los seres vivos interdependientes entre sí.
Presentes complejos, futuros vivibles
Yo nunca he entendido el decrecimiento como una propuesta ética y política. He discrepado bastante —no tanto al principio, cuando empecé a oír el término, sino después, con la reflexión y la práctica— de tratar de hacer una propuesta decrecentista que fuera ilusionante como tal propuesta política. Para mí el decrecimiento —que además es decrecimiento de la esfera material de la economía, no decrecimiento económico sin más— es simplemente un dato.
Con la crisis ecosocial la idea de una situación estable ya no es más que una ilusión
La pandemia supuso una verdadera explosión de solidaridad. Muchas organizaciones de barrio funcionaron como núcleo articulador de una red de soporte social autoorganizada que sirvió para resolver necesidades básicas de muchas personas. Tres personas han investigado estas redes y han sistematizado su experiencia. Este trabajo es muy importante, porque los discursos dominantes tienden a prestar poca atención a aquellas situaciones y acontecimientos en los que brota la política más humana y, sin embargo, se regodean en la pugna, la violencia e incluso en el desprecio a las iniciativas locales y próximas.
Estamos educando a los niños en contra de su propia supervivencia
Herrero ha expuesto cómo ve ella la educación del futuro. O, mejor dicho, cómo cree que debería ser ya en el presente. «Sería un espacio en el que el conjunto de la comunidad educativa tendría que preocuparse de las tareas del propio espacio».
Nosotros pensamos que el espacio pedagógico ya no es la escuela, sino el barrio, y todos se deberían preocupar en conjunto horizontalmente en forma autónoma y comunitaria de las tareas de administración, producción, alimentación, recreación, cuidados y salud del barrio.
Contra el capitalismo del desastre
Sería catastrofista pensar que no hay nada que hacer ante los datos, que los seres humanos somos un virus, que la historia está marcada por el determinismo energético o climático, que el devenir material y político sigue una trayectoria inexorable.
La vida puede reventar en primavera
Prólogo de ‘El otoño de la civilización’, de Juan Bordera y Antonio Turiel.
Soñar con la posibilidad de un crecimiento que proporcione bienestar generalizado a todos es una quimera. Son muchos los avisos que van permitiendo ver los signos del desbordamiento material. Antonio Turiel y Juan Bordera, autores de este libro, lo advierten persistentemente a través de la inmensa tarea de información rigurosa y sensibilización que realizan.
Cooperar y cuidar de lo común para sobrevivir (r)
Todos los seres humanos nacen del seno de una madre y llegan a ser iguales en dignidad y derechos gracias a una inmensa dedicación de atenciones, cuidados y trabajo cotidiano, de unas generaciones por otras, que debe ser compartida por hombres y mujeres como una tarea civilizadora fundamental para nuestra especie. Gracias a este trabajo, las personas podrán llegar a estar dotadas de razón y conciencia que les permita comportarse fraternalmente las unas con las otras, conscientes de habitar un planeta físicamente limitado, que comparten con el resto del mundo vivo, y que estarán obligados a conservar.
El gran reto es generar diferentes formas comunitarias en unas culturas absolutamente individuales
Esa transformación cultural que vamos haciendo es importante hacerla articulando iniciativas, proyectos y cosas a las que les demos la oportunidad de funcionar. Me estoy refiriendo a todo aquello que llamamos alternativas sociales que impulsamos, que ponemos en marcha y que construimos de forma autogestionada. Creo que el gran reto que tenemos por delante es generar diferentes dimensiones y formas comunitarias. Y eso hay que experimentarlo y hay que ponerlo en marcha en unas culturas absolutamente individuales. Y creo que el ponerte en marcha y experimentar el éxito colectivo da posibilidad y capacidad de organización.
Ausencias y Extravíos (IV); Ausencia de vínculos y extravío del saber
Con el abandono de los lazos, se extravía el conocimiento. El saber que nació en Europa se autoproclamó como conocimiento universal y el sujeto patriarcal se convirtió en el protagonista de la economía y la política.
Ausencias y extravíos
1. Ausencia de gravedad y extravío del equilibrio.-
Nuestra sociedad padece el síndrome de astronauta. Ha crecido en ausencia de gravedad. Y ahora, en esta fase de aterrizaje al que aboca la crisis ecosocial, se ve obligada a reducir el tamaño que adquirió en condiciones artificiales.
2. Ausencia de miedo y extravío del valor.-
De una forma metafórica, podríamos decir que el capitalismo heteropatriarcal y colonial se ha infiltrado en el sistema amigdalino social y lo ha puesto a trabajar en su favor. Contra eso, mucho miedo y más valor. No sola.
Muy buene entrevista a Yayo Herrero, la ecologista
Lo primero que te quiero preguntar es cómo le afecta a la tierra en sí misma que nos hayamos acostumbrado a tener productos frescos, productos de todo tipo en todo momento del año y una cantidad muy abundante.
Que en cualquier supermercado haya siempre todo bueno afecta de una forma muy grave porque la posibilidad de producir cualquier tipo de producto en cualquier temporada y en cualquier momento y en cantidades enormes, lo que supone es extraer o agotar muchos recursos de la tierra que son finitos.
Construir utopías en los tiempos del cólera
Prácticamente en todos los barrios y pueblos han surgido redes de personas autoorganizadas que han dado un paso adelante con la voluntad de hacerse cargo de otros y otras. Estas redes, que en estos días están saliendo al paso de la insuficiencia de la instituciones, muestran la importancia de la articulación social para superar circunstancias y crisis que, sin duda, se van a reproducir en el futuro.
No hay economía ni tecnología ni política ni sociedad sin naturaleza y sin cuidados
Si nos preguntamos qué es lo que sostiene la vida tenemos que reconocer que somos seres radicalmente dependientes de un planeta tierra que tiene límites físicos y somos dependientes, además, de esos bienes fondo de la tierra que no son fabricados ni controlados a voluntad por los seres humanos
Los cinco elementos (y V) Vida
No hay ningún organismo vivo en estado libre que no dependa de otros y de su entorno. Son muy pocos los que pueden vivir con el privilegio de ignorarlo, pero este sujeto termina erigiéndose como sujeto universal y tiene el poder de definir la economía, la política, o la cultura…
Son mayoritariamente mujeres –no por esencia, sino por imposición, otros territorios, otros pueblos y otras especies, el conjunto de la vida, en definitiva, quienes soportan las consecuencias ecológicas, sociales y cotidianas de esa supuesta independencia.