Autor: “Mauro Salazar”

El caso chileno. Gramscianos de derechas

Tras las recientes elecciones al Consejo Constitucional, hemos asistido al triunfo abrumador del naciente Partido Republicano (2019). Todo indica que el organismo que redactará la nueva Constitución chilena, ha precipitado un «tiempo espartano» que viene a defenestrar los partidos de la transición chilena (1990-2019). Una vez que el conglomerado alcanzó 23 escaños con facultad de veto, lo prevalente será -obviando matices- una legalidad de derechas con vocación post-pinochetista.


Las llamas del Neoliberalismo. Fuego evangelizador en el Sur de Chile

Cuando se vaya el inclemente viento brotará un ejército de expertos que “condenaran” a la tierra y abogaran por los beneficios de otra oleada privatizadora. Esa será la hora de la técnica donde los consejeros de la especulación financiera -semiólogos de la economía neoliberal- se quejaran por no haber sido escuchados a tiempo sobre materias de cambio climático. En medio del llanto desolador, vendrán las “colectas y la cadena solidaria”.


El desánimo. La izquierda chilena en clave de capitulación

El Frente Amplio, soltó los pecados trascendentales de la dialéctica -risa socialista- y abrazó el tiempo lúdico de las porcelanas. Hoy la risa carnavalesca y el consuelo de una socialdemocracia -blanda- sin poemas políticos, es la comodidad del presente para una semiótica de los 50 años de la Unidad Popular. Finalmente, los borregos del esteticismo, y los personajes de la comedia, que abjuraron velozmente de lo trágico-dialéctico, no responden a ningún obrerismo de la esperanza. Todo se agudizó en Palacio -incluido el sublime histérico- con la caída de la Convención Constitucional el 04 de septiembre (2022). Más tarde, una tormenta cultural llamada “body positive”, ha perpetrado sus códigos y lenguajes, en un presente sin narrativas.


Gubernamentalidad de la técnica: capitalismo académico y precarización de la creatividad

En pleno repliegue del discurso crítico, bajo la agonía hermenéutica, las humanidades están cada vez más confinadas a la burocratización de los espacios, a la confiscación de las distancias, a ficcionar la «razón cínica» mediante adornos en las mallas curriculares. Las opciones monolíticas del actual discurso que prioriza lo técnico-operacional y «desprecia» la dimensión hermenéutico-reflexiva, la fricción imaginal, devastando el género literario, la cultura del libro, y las prácticas escriturales. La universidad chilena debería revisar el “templo colegiado” de cara al futuro abstracto que inauguró la revuelta nómade (2019), asumiendo una dimensión ciudadana (pueblos y multitudes) que le permita re/impulsar un rol incidental. Pero todo parece migrar en la dirección contraria.


Tras el diluvio. De la vía chilena al socialismo a la vía chilena de capitalismo académico

Dada la coyuntura que tiene lugar en el caso chileno en diciembre de 2021, entre el ultraderechista José Antonio Kast, y el activo social-demócrata, Gabriel Boric, la universidad chilena debería revisar el “templo colegiado” de cara al futuro abstracto que inauguró la revuelta nómade (2019), asumiendo una dimensión ciudadana y popular que le permita re/impulsar un rol incidental. La educación terciaria chilena no tiene horizontes de sentido. Nuestras oligarquías académicas, “han creído a veces, en medio de este camino sin orillas, que nada habría después; que no se podría encontrar nada al otro lado, al final de esta llanura rajada de grietas y de arroyos secos. Pero sí, hay algo. Hay un pueblo” (Juan Rulfo, 1980: 11)