Autor: “Daniel Tirso Fiorotto”
Día Mundial de la Paz: una vía para desterrar racismos
Conocemos algunas experiencias revolucionarias que, ya con el poder en manos, no han sido menos déspotas ni menos racistas que los desplazados. Pero lo más luminoso es la enseñanza que nos entregan a diario los pueblos ancestrales en resistencia contra los poderes, y a la vez en permanente cultivo de la vida vecinal y la protección de la naturaleza.
La memoria comunitaria guaraní en el Reglamento de Tierras, de Artigas
Así como en una casa lucen las paredes, la mampostería, pero el edificio está sostenido por las columnas, las vigas, los fierros, el hormigón, si hacemos un paralelo con la sociedad veremos las paredes, lo que luce, lo que se muestra, que serían las corporaciones, los medios masivos, las estructuras de poder, los estados, pero las columnas y las vigas son las comunidades. Las culturas, los conocimientos (tradiciones, símbolos, espiritualidades), los vínculos, los símbolos, las lenguas que expresan estas cosmovisiones de las comunidades, son los cimientos y las columnas.
Nuestro hospital llamado Pachamama
Ixofillmongen, tekó porá, yanantin, tumpasiña, ubuntu, apyka, mate, koyang, ayni y trepelaymizuam: una receta autóctona del Abya yala, entre tantas, para quienes ya ven una luz comunitaria al final del túnel (y al principio), y desconfían con lucidez del Estado y sus espantosas verticalidades.
Jubileo del tekohá: recuperar el tejido artesanal de la vida
Quebrar el sistema con una vuelta a la comunidad y a los saberes del Abya yala para que las familias se desarrollen a salvo del saqueo, la contaminación y el amontonamiento enfermizos. Singular sincretismo entre culturas antiguas de distintos continentes, con un retorno del ser humano a la armonía en la Pachamama. Recuperación de la soberanía particular de los pueblos, la minga, el jopói, el ñanderekó, con alegorías sobre los suelos arcillosos y las grietas.
Una revolución que vuelve a florecer como los macachines
Küme mongen (o küme mogñen), dicen en la Patagonia chilena y argentina. Es un estado de equilibrio, estar bien, vida buena, con respeto por la Ñuque Mapu (madre tierra), en comunión con la naturaleza, en armonía personal, familiar y comunitaria. Está relacionado con el hogar, el humano en su entorno y la autonomía.
El hacinamiento es una marca del racismo de este siglo XXI
El autor nada y bucea en el tema demostrando que lo conoce y lo siente, por lo que hay momentos que no sabemos si habla él o la tierra. Su trazado literario es cuidadoso y poético como la vida y la geografía, por lo que puede decirse que es parte de la generación de autores y analistas asentados en la geopoética y los flujos energéticos del newen, tratándose de una poderosa corriente interpretativa que expresa los nuevos tiempos de reconstrucción de lo humano sobre la base del común y la madre tierra.