Autor: “Raúl Prada Alcoreza ”
Potencia y proyección del pensamiento propio (r)
Las liberaciones, descolonizaciones y despatriarcalizaciones solo pueden emerger y realizarse por la subversión de la praxis, la liberación de la potencia social, de la potencia de las memorias culturales, que conectan las experiencias sociales de los pueblos con el porvenir vital, la armonía y sincronización de las sociedades humanas a los ciclos vitales planetarios.
Bolivia: Síntomas y figuraciones de la decadencia política
Mientras el pueblo acepte la continuidad de las formas de gobierno mafiosas, de “izquierda” o de derecha”, no hay salida del círculo vicioso de poder. Solo cuando el pueblo liberé su potencia social podrá salir del círculo vicioso del poder, dando lugar a transiciones consensuadas y autogobiernos.
Tesis sobre el colonialismo y la esclavización generalizada
Esta crisis múltiple tiene que ver con los nacimientos de las genealogías del poder, es decir, de las genealogías de las dominaciones, que tienen en común una forma destructiva incubada, que corresponde a los nacimientos del patriarcalismo; en otras palabras, a la usurpación, por parte de las fraternidades masculinas, por parte de las coaliciones de machos. Usurpación de la administración de los bienes comunes, dirigida por las mujeres.
Bolivia: Agonía de la casta política neopopulista y neoliberal
El flamante gobierno del MÁS no se encuentra en la situación de bonanza, como la que tuvo en el periodo de precios altos de las materias primas. En este panorama desolador, abrumadoramente negativo, el flamante gobierno del MAS no puede gobernar, en efecto, no gobierna, sencillamente se debate dramáticamente y desesperadamente, destilando sus profundas contradicciones. En este contexto adverso el único discurso que ventila es el de la narrativa insostenible y simplona, vacua, del “golpe de Estado”; no solo para justificar la represión desatada contra la oposición, sino para encubrir sus inmensos vacíos.
La revolución ha muerto
El acontecimiento de la revolución o que contiene a la revolución, mas bien, corresponde a un conjunto de fenómenos sociales que al articularse e integrarse, desbordan a la sociedad y sus mallas institucionales. Transforma por lo menos la temporalidad misma de la sociedad, por así decirlo, recordando la figura del pueblo que apedreaba los relojes para detener el tiempo en el momento crucial de la intensidad revolucionaria. Lo que sueñan los revolucionarios, con transformar a la sociedad misma, parece más complejo, evaluando las experiencias revolucionarias de la historia política moderna.
Apuntes sobre la decadencia política
Las comunidades se convirtieron en sociedades cuando extendieron sus asociaciones en las expansiones y continuidades territoriales, convirtiendo las filiaciones consanguíneas en alianzas territoriales. En la medida que los nudos sociales, concentrados, en las ciudades emergentes, se convirtieron en paradigmas de las formaciones sociales, se derivó en lo que se puede nombrar la evolución de las ciudades en lo que se conoce como . Puede ser que haya habido y haya otras salidas, más allá de la civilización, empero esto solo se puede tomar en cuenta en la medida que estas otras salidas se vislumbren ante la mirada acuciante de la microhistoria crítica. Para responder a esta cuestionante es indispensable es menester hurgar sobre las posibilidades nómadas, también ante las posibilidades campesinas
La ilusión del poder
Un gobierno, cualquier gobierno, sea de “derecha” o “izquierda”; una forma de gubernamentalidad, sea liberal, nacionalista-popular, neoliberal o neo-populista, incluso, socialista, es la concreción del ejercicio estatal. Un gobierno no va en contra del Estado, a pesar de la interpretación radical bolchevique de la dictadura del proletariado, como transición al socialismo. La historia política de la Unión Soviética ha mostrado patentemente esta pertenencia del gobierno al Estado.
Transiciones al sumaj qamaña/sumak kausay (el cambio civilizatorio del buen vivir de la autonomía comunitaria)
Las revoluciones no son ingeniería social del Estado, son acontecimientos creados por las multitudes sublevadas, por el proletariado, por los pueblos subyugados. Cuando la ingeniería social se instituye como maquinaria estatal, la potencia de la revolución es capturada por la racionalidad instrumental del Estado.
La vida plena no es para el futuro, no espera, se la tiene que efectuar en el presente, en el ahora y el aquí concretos. Sólo así pueden nacer los mundos alternativos.
El desarrollo del capitalismo en los países gobernados por el progresismo del socialismo del S XXI: Apuntes para el estudio de la formación de la burguesía mafiosa
La palabra burguesía deriva del francés bourgeoisie, el término se refiere a los estratos de población que vivían en las urbes, donde gozaba de ciertos privilegios laborales, en condición de comerciantes y artesanos. Parte de ellos después se convirtieron en propietarios de talleres de gremios, es decir de instrumentos, de espacios donde se reunían artesanos, personas hábiles y con habilidades y saberes artesanos. Ellos portaban y contenían saberes artesanales, transmitibles a los aprendices. Algo parecido sucedía con el arte, sin embargo, el arte tomó otro camino, el de la realización estética y la obra singular, en tanto que la burguesía tomó el camino de la producción que se hizo industrial.
Elocuencia de las sensaciones
Todavía prepondera un materialismo pétreo, campea como prejuicio arraigado en las mentes, que, a su vez, se han detenido en la reiteración “ideológica” de la ciencia positivista. Ese es el materialismo que hemos superado, un materialismo pretendidamente objetivista, sin embargo restringido a los prejuicios positivistas de la modernidad. Desde las teorías de la complejidad se comprende que todo es vida, la capacidad de las partículas infinitesimales, sin materia, sin energía, una nada, que crean, precisamente, en sus interacciones, la materia
La explosión de la vida
Epistemología, pluralismo y descolonización
Estudios de la subalternidad
Reflexiones sobre la Crítica de la razón postcolonial
Filosofía
Marx
Balance
Antropología del poder
Pluralismo y descolonización en Bolivia
Conclusiones
Desde Bolivia: Reforma, revolución o alteridad
la ideología revolucionaria, la teoría revolucionaria, el partido revolucionario. Están muy lejos de comprender que la revolución política no es una continuidad de la eclosión social, sino, mas bien, una reacción de las estructuras del poder, en forma de círculo vicioso del poder. La eclosión social emerge de malestares profundos, generados en los substratos mismos de lo social. Las sociedades alterativas, que son el substrato de las sociedades institucionales, se desatan, se despliegan, invadiendo los espacios de las sociedades institucionalizadas, buscando romper las restricciones institucionales que las sociedades institucionales, los estados, imponen a la potencia social.
Bolivia: Disociación, disyunción y diseminación en el funcionamiento de la máquina de poder desvencijada
Si las asociaciones y las relaciones sociales, que comenzaron como las relaciones de parentesco, relaciones de filiación consanguínea, acompañadas, después, por relaciones de alianzas territoriales, fueron inaugurales en la conformación de las comunidades, en la actualidad de la decadencia de la civilización moderna, se puede observar que lo que prepondera es la disociación, la disyunción y la diseminación, desarticulando las comunidades, los colectivos y las sociedades
Clausura civilizatoria y apertura de horizontes
La era de las ideologías ha pasado, así como de las grandes narrativas. Campea el nihilismo, la voluntad de nada, peor aún, el jolgorio de la trivialidad, la proliferación de la simulación cultural, la elocuencia estridente de la banalidad. Quizás hasta los discursos mismo hayan desaparecido, solo son memoria, recuerdo, de lo que alguna vez se dijo, en un pasado que no se quiere actualizar; pertenece a la búsqueda del tiempo perdido. Ahora ya no importa la pérdida, tampoco el tiempo, menos el espacio; los tejidos espacios temporales son teoría. Lo que importa es la virtualidad, la simulación, mejor aún, la impostura. No importa la realidad, sino hacer creer que ocurre algo, la desinformación, la invención de la noticia, el sensacionalismo de los medios de comunicación. En el mejor de los casos, el teatro político, el carnaval electoral, el deleite en la fama pomposa, espumosa y fugaz, inventada mediáticamente.
¿Cómo funciona el poder?
En realidad, el poder no funciona, es disfuncional, se opone a la sociedad, que es esencialmente alternativa. Por eso tiene que imponerse, dominar, controlar, vigilar, castigar, disciplinar, marcar y reprimir. Tiene que aparentar que funciona, por eso se institucionaliza de manera pretenciosa y desmesurada, presentándose como eterno, casi como sustituto de Dios. Por eso, se expresa en ley, para legalizar su propia ilegitimidad
El capitalismo desde una mirada de la complejidad
Pretender explicar esta complejidad desde el plano de intensidad económico es reducir la complejidad a la racionalidad económica. Con esto, esta reducción oculta la complejidad a la mirada, con esta reducción se niega a comprender la complejidad, ilusionándose que todo funciona como funciona la economía. Las teorías del capitalismo, incluso las críticas, han hecho esto, han optado por la reducción. Si bien estas teorías han ayudado a entender el funcionamiento del capitalismo, del modo de producción capitalista, del sistema-mundo capitalista, no lo terminan de comprender, pues este capitalismo no funciona aisladamente del resto de los planos, no funciona sino en la complejidad.
Subversión comunitaria (r)
Propaganda, imperio e imperialismo
Expropiación de lo común
Lo común no es estatal ni privado
Paradoja de las utopías
La paradoja de la concreción de la utopía es que se realiza contradictoriamente. Perdiendo el encanto de la promesa utópica. Por eso las revoluciones entusiasman al principio, cuando se las hace, como creación de la rebelión de las multitudes, empero, desencantan cuando se institucionalizan. Como dijimos varias veces, las revoluciones cambian el mundo, pero se hunden en sus contradicciones; después de destruir el Estado lo vuelven restaurar para cumplir con la “defensa de la revolución”, creyendo que esta defensa radica en la violencia, la dictadura y la represión. Usan las misma armas que los amos, patrones, castas y burguesías dominantes, que derrumbaron.
Juegos de las apariencias y juegos de poder
El cinismo político hace el espectáculo para el pueblo, la comedia funciona en el teatro político; en el discurso se habla para mantener las apariencias. Así como en el siglo XVIII en el siglo XXI se repite la misma pugna entre “izquierda” y “derecha”, entre jacobinos y girondinos; solo que en el presente los nombres cambian, la lucha es entre “progresistas” y “reaccionarios”, entre neosocialistas y neoliberales. Sin embargo, fuera del teatro político el mecanismo y el funcionamiento de la máquina política es otro. El realismo político y el pragmatismo preponderan; se trata de los juegos de poder.
Situación mundial y los tres ciclos de la crisis en Bolivia: Crisis múltiple y proliferación de la demagogia
Estamos en el remolino de la crisis que, como dijimos es una crisis múltiple, ecológica, civilizatoria, del sistema mundo capitalista, también crisis política y económica, además de social. Haciendo un recorte, hablando solamente de la crisis económica, que, obviamente, es mundial, por eso, regional y nacional, con las distintas tonalidades adquiridas singularmente, la crisis en Bolivia se configura en la composición histórica de tres ciclos, el ciclo largo, el ciclo mediano y el ciclo corto