Autor: “ Raúl Prada Alcoreza”
Bifurcación o encrucijada en la historia política. Apuntes para el análisis de coyuntura en Colombia
En Colombia asistimos a una coyuntura, que mediáticamente se la nombra como electoral. Ciertamente, no podemos reducir las connotaciones de esta coyuntura a la circunscripción electoral, pues, como hemos dicho antes, en los espesores de la coyuntura y en los espesores del presente se esconde, para decirlo metafóricamente, la complejidad misma del contexto y de la historia. Otra interpretación podría abordarse circunstancialmente, diciendo que se trata de una coyuntura donde se disputa la posibilidad de la paz.
Las fabulosas máquinas de la ideología y del poder (r)
Frente a la decadencia del sistema mundo capitalista, los pueblos del mundo tienen la responsabilidad de parar toda guerra, absurda y desentonada, deben detener la locomotora desbocada de la historia, y asumir en propias manos, la democracia plena, el autogobierno, la Confederación de Pueblos del Mundo. Salvando así al planeta de su destrucción y al mundo de su muerte, destrucción y muerte llevada a cabo por los señores de la guerra y el capital, que juegan a la geopolíticas con armas de destrucción masiva.
Reforma, revolución o alteridad
Las formaciones discursivas, herederas de la revolución francesa, que la tienen como un paradigma inaugural de la revolución, consideran que la revolución política y social se efectúa contra un régimen, el llamado ancien régime, antiguo régimen; en consecuencia el cambio de un régimen monárquico a un régimen republicano es considerado como revolución. El concepto de revolución se mantuvo y mutó conservando la metáfora del cambio de régimen. Cuando se habla de revolución socialista, se supone que se cambia de un régimen liberal a un régimen socialista.
Los propagandistas. Una mirada ácrata
Hablan de lo que no conocen, también de lo que no saben; basta para ellos partir del bagaje de estereotipos y prejuicios heredados y conformados, del esquematismo simplón de epopeya trasnochada, que les sirve de modelo. No entiende que el mundo efectivo es complejo y está lejos de reducirse a dualismos esquemáticos, a cuadros en blanco y negro, a las representaciones soterradas del conservadurismo subjetivo, el que supone la constitución de un sujeto dependiente, de un sujeto desgarrado en sus contradicciones. Creen en su interpretación reiterada y repetitiva ideológicamente.
El proyecto de la autogestión y el autogobierno (r)
Algo que está en el corazón de las movilizaciones sociales, como utopías inherentes, por lo menos en la historia reciente, es la conformación de sociedades, basadas en la autogestión y el autogobierno; la democracia radical[1]. ¿Es una utopía? ¿Es lo apropiadamente posible, dada la crisis múltiple civilizatoria de la modernidad? Por lo menos, teóricamente, parece lo consecuente dese las perspectivas de realización de la libertad y la justicia.
Geografía libertaria versus geopolítica (r)
La geografía libertaria, que viene de las caras tradiciones de la geografía, asume la descripción del espacio a partir de las composiciones de relaciones desplegadas. Los mapas de estas composiciones, la descripción espacial de estas composiciones y el conocimiento de las composiciones forman parte de la actitud y actividad emancipatoria. La geografía libertaria devuelve la descripción espacial a la fenomenología de la percepción y a la fenomenología corporal; la geografía vuelve a formar parte de la praxis creadora social. Haciendo del conocimiento geográfico un conocimiento vital, incidiendo en las interacciones entre sociedades humanas y territorialidades, Oikos y ciclos vitales.
Semiología de la violencia
La violencia es antipotencia. La violencia destruye el cuerpo, lo enferma, lo contamina y lo intoxica. Ocurre como cuando la violencia depreda los territorios, contamina las cuencas, los suelos, los aires, es decir, cuando destruye el planeta. La violencia constituye sujetos restringidos, inhibidos, obedientes, domesticados y disciplinados. De esta manera los reincorpora a los ciclos perversos del círculo vicioso del poder, reprodiciéndo sus estructuras, sus diagramas de poder, sus cartografías politicas.
Las fabulosas máquinas de la ideologia y del poder
La máquina institucional funciona por capturas; las fuerzas sociales son atrapadas en las redes institucionales. Se produce un fetichismo institucional; ocurre como que las dinámicas sociales se redujeran a las relaciones institucional. Se llega, de esta manera, al Estado nación, que es una fabulosa composición maquínica institucional. Es cuando la fabulosa máquina de la fetichización, que es la ideología, interviene magníficamente, otorgando contenido narrativo a la invención de la nación por parte del Estado. Entonces la nación ya no aparecen como producto estatal sino como orígen del Estado.
La ilusión del poder (r)
Acontecimiento humanidad
Hermenéutica de la humanidad
El tejido humanista
De las representaciones a la
espontaneidad de la complejidad vital
Pensar la simultaneidad dinámica
Singularidades del poder
La maquinaria oxidada
La pose del macro-equilibrio económico
Conservadurismos retrógrados
Las burbujas del poder
El peso de la mediocridad
Las condicionalidades del poder
El papel reaccionario de los gobernantes
Hermenéutica de la guerra. Paradigmas cerrados
Podemos establecer que se ha heredado la costumbre de acudir a paradigmas cerrados para interpretar la realidad, que resulta ser recortada a partir de rejillas teóricas, en el mejor de los casos, rejillas ideológicas, en el peor de los casos. En otras palabras, se opta por estructuras preformadas de interpretación. Uno de los esquemas más usuales es el dualista, que puede corresponder a la definición del enemigo, que, en su versión más antigua, corresponde a la definición del infiel o del hereje. El esquematismo, de por sí, si bien ayuda, en un principio, a armar la interpretación, resulta un mecanismo restringido cuando hay que afrontar la complejidad, sinónimo de realidad. Después de la larga historia de la modernidad, en la contemporaneidad compleja, este esquematismo resulta inútil al tratar de comprender, entender, conocer y explicar la realidad.
El eterno retorno de la guerra
En pleno desenlace de la primera guerra mundial, el aparatoso imperio zarista se hunde estrepitosamente. Los bolcheviques toman el poder y se instaura un gobierno socialista, en cuyo sustrato se encuentran los soviets armados, donde no eran mayoría los bolcheviques sino los social revolucionarios y anarquistas que deciden concentrar el poder en los bolcheviques para enfrentar una invasión bajo la promesa de devolverlo, lo que nunca hicieron. Veamos elementos históricos en Rusia y en Ucrania para llegar a la situación actual-
El hundimiento
Crisis estructural y múltiple del Estado nación y del orden mundial. Crisis que se ha manifestado de manera patente tanto en los gobiernos neopopulistas, así como en los gobiernos neoliberales; en otras palabras, en los “gobiernos progresistas” y en los en los gobiernos conservadores.
La crisis de las transformaciones estructurales del “proceso de cambios en Bolivia”
Es imprescindible hacer una reflexión teórica sobre el proceso que vivimos, llamado proceso de cambio; reflexión teórica pues requerimos evaluar la complejidad del curso de los acontecimientos inherentes, sus articulaciones, complementariedades y vecindades, la fuerza de sus tendencias, la correlación de fuerzas, los ritmos, las resistencias y obstáculos al cambio. Sobre todo responder a la pregunta: ¿Por qué está en crisis el proceso?
¿Cuántos y cuáles de estos elementos se presentan o presentarán en el gobierno de la juventud ilustrada de Chile?
La organización rizomática de los grupos dedicados a la producción y circulación de drogas
El Estado tiene una estructura arborescente, centrada, con tronco y ejes, que sostiene enramadas. Lo mismo pasa con las organizaciones internacionales que intervienen en la “guerra contra el narcotráfico”, ni que decir del orden mundial. El Estado, la policía, los dispositivos nacionales e internacionales de “lucha contra el narcotráfico” son mapas arborescentes. Se enfrentan a formas de organización, desorganización y reorganización no arborescentes ni centradas, formas que ya hemos llamado rizomáticas.
Desmesura y agonía del artefacto Estatal (r)
Sabemos que fetiche es un artefacto o muñeco al que se le atribuyen poderes mágicos. Fetichismo es la devoción hacia los objetos materiales, a los que se ha denominado fetiches. El fetichismo es una superstición y práctica animista; donde inciertos artefactos poseen poderes mágicos, que protegen al portador de los malos espíritus. Los amuletos también son considerados fetiches. La palabra fetiche viene del término portugués feitiço, que significa hechizo. El término fue dado a conocer en Europa por el erudito francés Charles Brosses en 1757. Entonces, cuando se habla de fetichismo se alude, en última instancia, al sentido dado en su raíz etimológica, hechizo.
Síntomas y significaciones del feminicidio
Interpretar esta violencia proliferante, escalonada y en expansión, adquiriendo intensidades espeluznantes, como síntomas de sociedades devastadas; donde sujetos desgarrados, de consciencia desdichada, descargan sus frustraciones en el cuerpo temido de las mujeres.
Bolivia: Desmesura y agonía del artefacto Estatal
El gobierno neopopulista retornado ha ocupado Potosí, la proyección es ocupar todo el país, desplegando el terrorismo de Estado por toda la geografía política, pero sus fuerzas no le alcanzan, son exagües ante semejante proyección totalitaria. En consecuencia, se ha metido en una emprendimiento perverso del terrorismo de Estado totalitario sin contar con las fuerzas necesarias para perpetrar semejante proyecto.
La ilusión del desarrollo (r)
La ilusión del desarrollo tiene varios nombres; entre tantos, podemos citar el de modernización, aunque también el de “bien estar”, entendido como acceso al consumo de bienes diversos, sobre todo los que denotan, en el sistema simbólico moderno, estándares de vida elevados. La ilusión del desarrollo ha desatado migraciones a las ciudades y las ha convertido en monstruosas metrópolis. Ha empujado a las nacientes repúblicas a incorporarse al mercado mundial con todo lo que tenían al alcance; por eso, las repúblicas nacidas en el siglo XIX se sumergieron en las rutas marítimas de exportación de sus recursos naturales. La ilusión del desarrollo sedujo a las revoluciones socialistas, empujándolas a forzar saltos al desarrollo, a la industrialización y la modernización; con esto se embarcaron en lo mismo que atacaron, el capitalismo; solo que, sin burguesía, sustituida por una burocracia implacable. La diferencia radicaba en que implementaron un capitalismo de cuartel
La vida está en otra parte
La sociedad enajenada cree moverse alrededor del Estado, que, en efecto es una idea, empero sostenida por la materialidad institucional. La sociedad institucionalizada se mueve alrededor del ficticio campo gravitatorio político del Estado. Esto es, el espectáculo.
La vida no está ahí, en este imaginario social institucionalizado, por lo tanto, la vida no se encuentra en el espectáculo político del Estado y de sus ejercicios gubernamentales, legislativos, judiciales y electorales. La vida se encuentra en las dinámicas sociales, moleculares y molares
Diseminaciones en la contemporaneidad política
La violencia corresponde a las relaciones de poder, que adquieren formas, que pasan del ámbito microfísico de las dinámicas moleculares al ámbito macrofísico de las dinámicas molares. Si bien no necesariamente en las formas, contenido y expresión de las mallas institucionales, pero sí en el ámbito intermedio de las estratificaciones, que han dejado de ser estrategias, convirtiéndose en hechos padecidos por cuerpos, territorios y sujetos. Cuando las multiplicidades de las relaciones de poder se transforman en formas estructurales institucionales, la violencia misma se institucionaliza, por ejemplo, en el terrorismo de Estado.